Thursday 28 de March, 2024

PERSONAJES | 14-12-2016 17:51

Federico Salles: “En el colegio me sentía un bicho raro”

Protagonizó “Franciscus. Una razón para vivir”, el musical sobre la figura del santo. Abuelo mentor, crisis y espiritualidad.

De chico se sentía un bicho raro. A diferencia del resto de sus compañeros, no le gustaba el fútbol ni ir al club. Sentía que no encontraba su lugar en el mundo, aunque durante su primera infancia, y gracias a su abuelo, administrador del Teatro El Círculo de la ciudad de Rosario, Federico Salles corría y jugaba por los pasillos desiertos de aquello que sería, finalmente, su mundo: el teatro.

El género musical no siempre tuvo mucha aceptación dentro de la cartelera porteña y menos aún uno de factura nacional, a excepción quizás del “Drácula” de Pepito Cibrián Campoy y Ángel Mahler. Pero este año, tres personas que era poco probable que se juntaran, lo hicieron: el empresario farmacéutico Alejandro Roemmers escribió un texto biográfico sobre San Francisco de Asís y lo transformó en musical. Flavio Mendoza, nuestro Cirque du Soleil vernáculo, armó una puesta en escena espectacular, digna de un show de Las Vegas (de hecho, acaba de ganar el premio ACE a la producción). Y Norma Aleandro, actriz consagrada si las hay, llegó para darle forma a la dirección de actores como Leticia Bredice, Ana María Picchio y el mismo Salles, en el papel protagónico de “Franciscus. Una razón para vivir”. En el Teatro Broadway, encarnó al fundador de la Orden Franciscana.

Su casa, un departamento moderno y luminoso que comparte con su gato Ástor en la zona de Chacarita, es un remanso cubierto de plantas suculentas y una decoración que combina lo vintage con lo avant garde, como platos antiguos heredados de una de sus abuelas colgados en las paredes o copas de cristal de otro siglo junto con una mesa ratona de cemento alisado. “Me gusta mucho la decoración. En realidad, viene de mis viejos que son arquitectos y mi mamá se especializa en Feng Shui”, explica Salles. Al verlo fuera de contexto, sólo su cabellera de rulos desquiciados y barba a lo mosquetero nos da la certeza de que este muchacho de cuerpo delgado es el mismo que canta, baila, ejecuta acrobacias como un gimnasta olímpico y actúa declamando un texto complejo durante las dos horas que dura el espectáculo donde despliega un talento que impacta.

Noticias: ¿Cómo se acercó al género musical?

Federico Salles: Yo soy de Rosario y allá mi abuelo, Hugo Gribodo, era administrador del teatro El Círculo. Ahí vi el primer musical de mi vida que fue “Drácula” y flasheé. Justo había una peste de murciélagos en el edificio que volaban en escena al lado de Drácula. Todo muy dramático. Y desde ahí no paré de cantar y de ver musicales, aunque allá no llegaban tanto. Al año siguiente justo abrieron una escuela de comedia musical en El Círculo y me becaron.

Noticias: ¿Cómo fue comenzar de tan chico?

Salles: Fue muy importante. Estaba en contacto permanente con el escenario y el público porque hacíamos obras todo el tiempo. Era maravilloso, salíamos a volantear, después hacíamos la obra y luego nos íbamos a comer. Era como una especie de club y mientras tanto me formaba. Pero cuando me cambió la voz, fue volver a empezar.

Noticias: ¿Qué significa ese momento para un hombre y para un cantante?

Salles: Y… Fue un poco desestabilizador porque todo aquello en lo que me apoyaba, sobre lo que me construía, se iba… Literalmente se iba porque estaba hablando y la voz se me escapaba, estaba fuera de mi control. Justo estaba haciendo mi primer trabajo pago, la comedia musical “Nine”. Vivía en Rosario y venía los fines de semana a Buenos Aires. Hacía la segunda función del sábado y la del domingo. Andaba re bien la verdad, pero pegué el estirón y cambié la voz. ¡¡¡Me re cagaron!!! Tenía que hacer de un nene de 9 años y tenía 14, y fue volver a empezar. En ese momento ya no sentí que fuera ni bailarín, ni cantante ni actor, y a la vez me di cuenta de que tenía otra exigencia así que busqué becas y mi abuelo me pagaba las clases de teatro. Después hice canto y coro con mi hermana Candela, algo que también nos pagaba mi abuelo.

Noticias: Su abuelo fue su mentor…

Salles: Sí.

Noticias: ¿Qué significó esa figura en su vida?

Salles: Primero que el teatro fuera como mi casa. Iba cuando no había nadie y jugaba en el hall, en las escaleras de mármol, cantaba en el escenario. Mi abuelo siempre nos apoyó, nos pagó clases de inglés porque decía que en el futuro quien no supiera inglés y computación se quedaba afuera y era así. Nos proporcionó esa educación extra que me abrió un montón de puertas. Después ya no pudo, ni yo quise, que siguiera haciéndose cargo. Así que conseguí becas como la Beca Julio Boca y el resto fue así, becas o trabajos de la misma beca.

Noticias: ¿En qué trabajaba?

Salles: Mis primeros trabajos pagos fueron “Nine” a los 14 años, luego “Rita, la salvaje” con Ricky Pashkus. ..

Noticias: ¿Nunca tuvo que trabajar de otra cosa? De mozo, telemarketer…

Salles: No, por suerte siempre pude evitar el tener que trabajar de otra cosa y así poder estudiar y dedicar mi tiempo a eso.

Noticias: ¿Cómo fue la mudanza de Rosario a Buenos Aires?

Salles: Al principio pensé que no me había afectado demasiado porque nos mudamos a San Isidro. Mucho verde y pajaritos. Pero eso también significó esperar el colectivo a la 0.30 cuando salía de las clases, muchos traslados, algo que en Rosario hacía a pie. No me di cuenta hasta dos años después cuánto me afectó y cuánto me costaba. Y era difícil tener a mi papá lejos porque él se había quedado allá.

Noticias: ¿A qué edad se separaron sus padres?

Salles: Cuando tenía 9. Un momento difícil pero creo que para cualquier chico debe ser difícil. Mudarnos de casa, a una edad en la que ya tenía otra conciencia: empezaba a desarrollarme, me cambió el pelo y me sentía fuera de lugar. El teatro me dio un canal de escape donde podía sentirme más yo. Donde me encontraba. En el colegio me sentía un bicho raro. Y me pasó toda la vida hasta 4°y 5° año del secundario en el que me hice un buen grupo de amigos entre los que estaba Felipe Colombo. Éramos vecinos y compañeros de curso. Me acoplé a su grupo de amigos que eran todos artistas y encontré un lugar de pertenencia. Muy loco eso. Porque ahora hay otro cuidado con el bullying, o por lo menos se habla de eso.

Noticias: ¿Sufrió mucho bullying?

Salles: No sé si llamarlo bullying. La llevaba como podía y también el problema era que yo no me sentía cómodo. Pero creo que fue una infancia normal donde mi interés estaba puesto en otro lado que no era ir a jugar al fútbol o ir al club. Cuando hice “Nine”, por ejemplo, les interesaba.

Noticias: ¿Quiénes lo traían a Buenos Aires?

Salles: Se turnaban entre mi papá y mi mamá, y cuando estuve ensayando un mes antes del estreno, me quedé en lo de mis tíos abuelos…

Noticias: Tuvo un gran apoyo de su familia...

Salles: Sí, y sin ninguna expectativa de su parte. La consigna siempre fue: “Si querés, dejás”. Vencieron todos los prejuicios y los miedos, porque los tenían. Me acuerdo cuando me tomaba un micro solo y veía la cara de pánico de mi papá mientras me saludaba. Ahora lo entiendo,

Noticias: Es increíble la producción que tuvo“Franciscus”, sólo con el gorro que usa el Papa en esa única escena en la que aparece, se podrían financiar cinco obras de teatro independiente…

Salles: Es impresionante. Hay que apoyar que alguien se tire a producir de esa manera porque hasta los musicales que se traen de afuera siempre sufren un recorte. Y acá han tirado toda la carne al asador. Permiten que alguien diga: “Sí, que vengan caballos por arriba de la platea”. Aunque sea por una escena nomás, y para lo que se tuvo que reformar el teatro.

Noticias: ¿Lo conoció a Alejandro Roemmers?

Salles: Sí, es muy buena onda. Estaba mucho en los ensayos en el teatro. A veces daba algunas sugerencias o cambiaba textos. Según lo que estábamos montando hizo modificaciones.

Noticias: ¿Cómo le llegó el protagónico?

Salles: Me llamaron y después me enteré de que estaban pensando en Florencia (Otero) para Clara, con quien hicimos juntos “Despertar de primavera”, una obra de Broadway producida por Cris Morena. Ahí me cerró todo.

Noticias: ¿Tenía alguna relación con la figura de San Francisco de Asís?

Salles: Mis padres no nos criaron bajo ninguna religión, pero siempre estuve conectado con una parte espiritual. Cuando me puse a investigar sobre San Francisco de Asís, me enamoré. Me parece que es muy coherente con su mensaje. Él imita a Jesús, sigue ese camino y decide vivir como pobre para los pobres, incluidos los animales y las plantas. Cuando se hace ese desfase de creer que alguien es superior a otro, ya sea por raza, sexo o especie, es cuando todo se va al demonio. Yo soy vegetariano y siempre me sonó raro eso de decidir cómo viven los animales. ¿Quiénes somos nosotros para alterar genéticamente una gallina al punto de que no pueden mantenerse en pie por su propio peso? O matar a un animal para sacarle la piel y que no importe si el animal está vivo, si está sufriendo. Creo que lo que más rescato es la decisión que tomó de vivir de esa manera y al servicio de los demás. 

Constanza Guariglia

@congua

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