La decisión de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos de elevar la tasa de interés de referencia este 15 de diciembre constituye una mala noticia para los mercados emergentes, como la Argentina. Desde el comienzo de la globalización financiera en los 70, suelen relacionarse los períodos de altas tasas norteamericanas con bajos precios de las materias primas, fortalecimiento del dólar y devaluaciones de las monedas de países en vías de desarrollo.
Sólo unas pocas naciones latinoamericanas lograron algunas veces un crecimiento relativamente alto y sostenido en tiempos de dólar caro. En los 80 ocurrió con Colombia, Chile, Costa Rica y Paraguay. En los 90 sólo Guatemala y Nicaragua. Entre 2004 y 2007, la propia Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Panamá, Perú, Paraguay y Venezuela.
Economistas como el uruguayo Ernesto Talvi, de Brookings Global-CERES, y Jorge Mariscal, de UBS, concluyen que estos tiempos usualmente duros para Latinoamérica se enfrentan mejor si los países están menos endeudados, diversifican sus exportaciones en cuanto a productos (bienes industriales y servicios) y destinos y fortalecen su mercado interno. Por ahora el Gobierno de Mauricio Macri elevó la aún baja deuda y apostó a la exportación de agro y servicios.
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