★★★★ Acabado ejemplo del estilo neoclásico en la danza, ‘Sylvia’ de Sir Frederick Ashton tuvo su reposición como inicio de la temporada del Ballet Estable. El cofundador del Royal Ballet de Londres modeló esta obra sobre la figura de la estrella Margot Fonteyn, en 1952. Divinidades y humanos confluyen en la mitológica historia de la cazadora raptada por Orion, que se une a su amado el pastor Aminta, por obra y gracia de Eros y Diana. Gran cantidad de personajes secundarios –lo que permite incluir a alumnos de la escuela del Teatro–, una intrincada coreografía y una deslumbrante puesta en escena hicieron de ‘Sylvia’ un espectáculo digno de verse.
Nuevamente, la mano de la repositora Susan Jones ajustó los detalles y transmitió a los nuevos integrantes del cuerpo estable la disciplina de Ashton. El elenco se vio parejo, sobre todo en las filas femeninas del primer acto, y la producción escénica realizada en el Teatro Colón fue estupenda.
Isabella Boylston, principal del American Ballet Theatre, asumió el protagónico en la función que se comenta. Luego de alguno que otro traspié inicial, la bailarina estadounidense ofreció una interpretación notable. Federico Fernández fue un excelente partenaire y lució gran seguridad y técnica. Alejandro Parente fue un Orión de gran garra dramática, y en los comprimarios brillaron Martín Vedia y Emiliano Falcone como los esclavos del acto II y Emilia Peredo y Jiva Velázquez como las simpáticas cabritas del último.
por Patricia Casañas
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