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CULTURA | 15-05-2017 17:46

Javier Cercas: "Hoy vivimos en una dictadura del presente"

El escritor español estuvo en Buenos Aires y Marcelo Larraquy lo entrevistó para NOTICIAS. La guerra como obsesión.

De paso por Argentina, como escala previa a una gira mundial que lo llevará por Italia, Alemania y México, Javier Cercas presentó en la Feria del libro “El monarca de las sombras” (Random House), en el que pone a la vista su pasado familiar en el bando franquista durante la Guerra Civil española. “Es un libro sobre la herencia de violencia con la que cargamos todos”, dice.

Noticias: ¿Cómo toma la decisión para trabajar un tema en una novela?

Javier Cercas: Los temas lo eligen a uno. Sé que hay cosas que me obsesionan, y escribo para saber por qué. Todos mis libros funcionan así. Mi trabajo es obedecer a mis obsesiones, ser fiel, porque ahí hay algo importante para mí. En este libro, “El monarca de las sombras”, es una historia familiar que demoré mucho en escribir porque no me sentía preparado.

Noticias: Después del suceso de “Soldados de Salamina” se habrá preguntado cómo seguir, para dónde ir.

Cercas: El escritor sigue siendo el mismo, pero hubo varios cambios respecto de libros anteriores. Uno es que aparece el pasado como dimensión del presente. En mis primeros libros no estaba. Hoy vivimos en una dictadura del presente creada en parte por los medios de comunicación, que son los que mandan. No sólo reflejan la realidad, la crean. “El móvil” o “El inquilino” eran libros muy intelectuales, de un tipo posmoderno diría. Ese es mi origen. Quería hacer literatura muy pura. Y de golpe descubrí el periodismo, empecé a escribir crónicas en “El País” y me di cuenta de que había un mundo afuera. Fue un deslumbramiento. La escritura en un periódico, para mí, que venía de una literatura muy cerebral, me enseñó a contar cosas complejas a mucha velocidad. Eso hizo que mi idea de la novela absorbiera todos los géneros: historia, investigación periodística, ensayo… la novela como género que lo devora todo, como un animal omnívoro.

Noticias: ¿Cómo se prepara para iniciar el proceso de escritura?

Cercas: En esto, periodismo e historia no se parecen en nada a la novela. En la novela las reglas las pone el autor. Es la libertad total. Para mí, escribir una novela es formular una pregunta compleja. Y como cada novela formula una pregunta distinta, la manera de formularla tiene que ser también distinta. No hay dos libros en los que haya trabajado de la misma manera. No existe el “método Cercas”. El método es imponer las propias reglas en cada libro. En el caso de “El monarca de las sombras”, tenía material desde hacía 30 años. Pero en un momento empecé trabajarlos porque se estaban muriendo los testigos. El pasado se estaba desvaneciendo, que es quizá el tema verdadero del libro. Mi idea era cómo rescatar algo de la vida de un chaval completamente anónimo, de un pueblo anónimo, que murió a los 19 años en una masacre y del cual se había perdido todo, porque mi familia lo había quemado todo, para no sufrir más. Quedaba una fotografía. Y de repente encuentro un papel que hace un retrato político y moral del personaje. Es como magia. De repente, en la memoria arruinada de un hombre de 90 años, aparece un recuerdo extraordinario. Como un flash. Sin ese flash no habría libro.

 Noticias: En “Soldados de Salamina” trabajó en ficción sobre Miralles, republicano, y ahora con Mena, su tío abuelo falangista. ¿Cuál de las dos obsesiones le resultaron más cómodas?

Cercas: Miralles es un héroe, el único héroe puro que he creado y probablemente que voy a crear. Mena es mucho más complejo, indudablemente valiente, es un niño, pero estaba en el lado equivocado.

 Noticias: Mena fue a la guerra, tenía su ideología y creía en ella. ¿Por qué estaba equivocado?

Cercas: Yo respeto su ideología, y no juzgo a Mena. Trato de entender. Pero desde mi punto de vista, y desde el punto de vista del presente español, este chico estaba equivocado. Una cosa es la razón política y otra la moral. Desde el punto de vista político, Mena no tenía razón. La República era una democracia, frágil, pobre, y fue derribada por un golpe de Estado militar. Esto no significa que todos los republicanos hayan sido maravillosas personas y todos los franquistas hijos de puta. Hubo más de 7.000 curas y monjas asesinados por republicanos. Los tipos que hicieron eso no tenían la razón moral. A la inversa, hubo franquistas como Manuel Mena que lucharon en el bando equivocado pero de buena fe, creyendo que era la solución adecuada para ese momento. Mena se jugó la vida por una causa en la que creía. Es un problema universal: con las mejores intenciones, a base de idealismos y de valentía, se pueden crear infiernos. Pero este libro no es sobre Mena, es sobre la herencia de violencia con la que cargamos todos. Y tenemos el derecho de saber en qué consistió para entenderla.

Noticias: ¿Por qué en España no existe un consenso sobre el franquismo?

Cercas: Porque Franco ganó la guerra y durante 40 años impuso su relato, que todavía es el relato preponderante de una parte de España. La derecha española no es franquista, pero no ha condenado al franquismo de manera taxativa. No han dicho: “esto fue un error total”, como lo hicieron los alemanes con los nazis y los italianos con los fascistas. El franquismo es la tradición de intolerancia que todavía existe, como existe el peso desmesurado de la Iglesia.

Noticias: ¿Cómo es el proceso de edición de las novelas?

Cercas: Yo no tengo esquemas previos. Voy averiguando lo que quiero decir a medida que lo digo. Las reglas las voy configurando cuando escribo. Parto de la nada, escribo y cuando llego al final, vuelvo a escribir. A menudo sólo sé lo que quería decir cuando llego al final. Y entonces tengo que volver al principio para adaptarlo a ese final. Y así voy del final al principio, y luego otra vez al final, ¿hasta cuándo? Hasta cuando no pueda tocar una puta coma. Ahí lo dejo. Le doy más valor a la reescritura que a la escritura. La literatura es forma.

Noticias: Otro mito es la crítica de “Soldados de Salamina” de Vargas Llosa, que hace despegar al libro. ¿Podría reconstruir ese proceso?

Cercas: Claro. “Soldados de Salamina” se publica en España en febrero de 2001. Es bien acogido, se lee bien, es un éxito entre los conocidos, como dirían los franceses. Pero pasa el verano, llegan otras novedades, y el libro va al anaquel de las librerías.

Noticias: Es decir, muere.

Cercas: Sí, totalmente muerto. Los libros tienen dos meses de vida. Y en septiembre, Vargas Llosa, al que obviamente no conocía, escribe un artículo desmesuradamente entusiasta sobre “Soldados de Salamina”. Me acuerdo que era un domingo a la tarde, estaba en mi despacho trabajando y me llamó por teléfono el escritor Vila-Matas para avisarme. Yo pensé que se había equivocado de libro. Y a partir de entonces en España el libro no fue un éxito sino un fenómeno, un acontecimiento. Había una necesidad de recuperar el pasado republicano, y se arma un movimiento de “recuperación de memoria histórica”, y el libro espolea ese movimiento. Luego se publica en 36 lenguas. Que recuerde era la primera vez que Vargas Llosa escribía sobre un escritor joven.

Noticias: ¿Cómo le llegó el libro a Vargas Llosa? ¿Lo supo?

Cercas: A través de un escritor peruano que ahora es amigo mío, Fernando Iwasaki. Él le dio el libro.

Noticias: ¿Cree que ese detalle azaroso cambió su carrera como escritor?

Cercas: No tengo la menor duda. El azar no se lo inventó Paul Auster. La vida es a puro azar.

Noticias: ¿Por qué “Javier Cercas” está tan presente en sus libros?

Cercas: Porque lo necesito. Ese “yo” que me he inventado es un instrumento narrativo que tengo a disposición. Montaigne decía que hablaba de sí mismo para hablar de todos. Rembrandt tiene montones de autorretratos. ¿Por qué lo hace? No lo hace porque esté encantado de sí mismo, sino para hablar de todos. El Javier Cercas que aparece en mis libros es siempre distinto. Es como el yo del poeta, un yo inventado, una máscara, que nos oculta, pero también nos revela.

por Marcelo Larraquy

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