★★★1/2 Mucho mejor que las últimas películas del universo DC Comics (“Batman Vs. Superman” y “Escuadrón Suicida”), esta aparición de la “Mujer Maravilla” en el cine tiene una historia mucho más interesante que el filme en sí mismo (fue un proyecto de años de Joss Whedon, lo desactivaron porque “nadie vería a una superheroína”, Whedon hizo Los Vengadores –de la competencia– con una superheroína, DC reactivó la iniciativa). Lo que no implique que sea malo: durante gran parte de su duración la película va al punto, es poco derivativa y tiene belleza gráfica (las secuencias de las Amazonas son, por lejos, lo más bello de la película, así como las intervenciones de acción del personaje central). Hay momentos de humor, hay momentos donde la realizadora Patty Jenkins inyecta comentarios sociales y políticamente correctos, y hay una resolución si no narrativamente, sí al menos moralmente confusa, que no ambigua. Ahora bien: hay mucho –casi demasiado– en las resoluciones del guión que se parecen a otro filme sobre superhéroe perdido en una guerra del pasado, la bellísima “Capitán América-El primer vengador”. Y si se sale a flote de ese déjà-vu, es porque Gal Gadot crea al personaje. Lo hace bello, inocente, fuerte, triste (jamás perverso, jamás cínico) cuando debe ser cada una de esas cosas.
Y Chris Pine es un extraordinario partenaire en el juego. Un film de corte clásico y lindo de ver aún cuando no termina de ser memorable.
por Leonardo D’Espósito
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