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PERSONAJES | 26-06-2017 18:07

Almudena Grandes: “Macri y Rajoy son almas gemelas”

La escritora estuvo en la Feria del Libro en un homenaje a España. Crisis argentina, marido casi político y autores mediáticos.

Su voz cascada, que delata años de fumadora, incluso le aporta gracia al relato. Con propósito y sin vicios ni recovecos vacíos, Almudena Grandes habla como escribe. Con total foco y también un poco de poesía. Sin tomar nada a la ligera y adentrándose con opiniones certeras en todo tema. Aunque se ilumina especialmente cuando habla de literatura, la que escribe y la que lee, la que la trajo a la Feria del Libro invitada por la Embajada de España a revindicar la lectura como “un acto heroico y de resistencia”. A la que se dedica desde hace 28 años, cuando publicó el éxito rotundo “Las edades de Lulú”, y que desde entonces transita abriéndose paso novela a novela, pateando estereotipos y forjando un estilo tan propio como inclasificable.

Noticias: La intención es que todo el mundo lea, ¿pero no siente también que hoy cualquiera publica un libro?

Almudena Grandes: Por supuesto, en España uno de los rasgos editoriales de este momento es que todos los presentadores de noticias escriben una novela. Creo que la industria editorial busca competir con el mundo audiovisual y una de sus maneras de defenderse es buscar autores mediáticos, pero para mí eso hace más daño que bien. Probablemente a las cuentas anuales les hace bien, pero a la literatura le hace mal. Es como infiltrar al enemigo. Hay una oferta indiscriminada de libros que pretenden pasar por gran literatura y no lo son.

Noticias: ¿Cómo lleva el proceso de escritura? ¿Le cuesta, es un trabajo diario?

Grandes: Creo que la escritura es una cosa necesaria. Es como la sed, puede ser una fuente de placer cuando tienes sed y bebes, y puede ser una fuente de infelicidad cuando tienes sed y no puedes hacerlo. Pero a la sed lo que la define es su necesidad. Y la escritura es lo mismo, yo escribo porque siento una necesidad insuperable de escribir, y en ese proceso hay veces en las que disfruto mucho y otras en las que lo paso mal. Hay dos formas de escribir. Una es tirar del libro, y eso es que el trabajo no te está saliendo demasiado bien, y luego hay un momento maravilloso en el que el libro tira de ti. Y tú vas detrás con la lengua afuera, intentando llegar, y parece que no controlas nada pero es cuando más controlas. Esos son los libros que salen bien. Hay que intentar llegar siempre a ese punto, pero ese proceso comporta muchos titubeos y errores.

Noticias: ¿Qué tan autocrítica es?

Grandes: Procuro leer lo mío como si fuera de otro. Me pasa una cosa muy curiosa: cuando termino un libro, la primera vez que lo leo entero, soy consciente de que lo escribí yo, y ahí casi no corrijo. Luego lo doy a leer a gente próxima y lo dejo tres meses sin tocar. Y con las críticas de los demás y el tiempo, lo leo como si fuera de otro y cambio de todo, hasta capítulos de sitio.

Noticias: De hecho 15 años después de publicado “Las edades de Lulú”, lo corrigió…

Grandes: Sí. Es la única vez que lo he hecho, porque estaba muy mal escrito. Cuando escribí esa novela trabajaba de escritora de encargo, y ahí desarrollé una pasión razonable por los adverbios de modo terminados en mente, porque cobraba por folios (ríe). Esa novela estaba llena de esos adverbios, y me ponía enferma. Sólo le saqué eso y lágrimas, porque Lulú lloraba demasiado.

Noticias: ¿Tiene libros que atesore mucho pero que no hayan tenido tanto éxito?

Grandes: Todo lo que he publicado es lo que no he roto. No tengo libros en los cajones, porque si los tienes, los usas, y si no es bueno, ¿para qué guardarlo? De mis libros publicados es muy difícil elegir. Porque son años de mi vida, podría contarla en libros. Hay algunos a los que les tengo más cariño porque han tenido mucha influencia sobre mi carrera literaria. Con Lulú tengo una relación profundísima, porque me regaló la vida que quería vivir. Y luego el peligro que podía tener “Las edades de Lulú” de convertirme en una novelista erótica se lo cargó “Malena es un nombre de tango”, donde cambié de dirección. Ahí empezaron a decir que era una escritora feminista, y que ese era mi camino. Y entonces publiqué “Los aires difíciles” y los tiré para otro lado.

Noticias: O sea que lo suyo es romper estereotipos.

Grandes: Eso me encanta. Y les tengo un cariño especial a los libros que me han ayudado a cambiar de etiqueta.

Noticias: ¿Y qué opina de la literatura erótica de hoy, con el boom de “50 sombras de Grey”?

Grandes: “50 sombras de Grey” es una operación de marketing perfecta. La literatura erótica se convirtió en un subgénero sospechoso que estaba fuera del canon por razones extraliterarias, porque la materia de la literatura erótica es el deseo, no el sexo. Es uno de los grandes ingredientes del ser humano y un tema inagotable, pero la literatura erótica se convirtió en un género masculino, escrito por y para hombres. En los años ‘30 empezaba a haber textos de mujeres que escribían novela erótica, pero lo hacían asumiendo el papel de objeto de deseo masculino. Cuando yo escribí “Las edades de Lulú”, las mujeres escribíamos desde el sujeto del propio deseo. Ese libro estaba cargado de ideología, y lo que reivindicaba era que nosotras no sólo teníamos derecho a disponer de nuestro cuerpo, sino incluso a crear nuestras propias perversiones. Después de eso, en los ‘90 la literatura erótica se murió de éxito. Ya no hacía falta escribir un libro erótico, porque cualquiera podía hacer sexo explícito en una novela que no fuera del tema. Pero en algún departamento de marketing de una gran editorial pensaron que si ya a nadie le daba vergüenza ir leyéndola en el metro y si la mayoría de las lectoras de ficción son mujeres, ¿por qué no hacer una literatura erótica para ellas que funcione como producto de masas? El resultado fue “50 sombras de Grey”.

Noticias: ¿Es la gran prueba para los autores poder escribir bien literatura erótica?

Grandes: No. Mucha gente dice eso, ¿pero meterse en la piel de un asesino no es más fuerte? Cuando escribí “Las edades de Lulú”, todo el mundo decía que debía ser autobiográfico, y me acordé de Patricia Highsmith, que decía que había gente que no creía que ella no hubiera matado a nadie, con lo bien que describía los crímenes.

Noticias: ¿Cómo divide el tiempo con su rol de columnista?

Grandes: Cuando estoy escribiendo novelas, las columnas son una maldición. Y cuando no, son una fiesta, porque es como la ocasión de escribir. Ahora en España vivimos una época muy mala para ser ciudadana y una muy buena para ser columnista, porque sobran temas, los escándalos se multiplican. Tengo una columna en un programa de radio con más de 3 millones de oyentes y otra en la contraportada de El País, con mucha repercusión pero que no llega a tanta gente. Entonces cuando tengo algo que me interesa mucho mucho, prefiero decirlo en la radio, porque sé que va a llegar a más gente.

Noticias: La escritura es una profesión solitaria, pero esta veta más periodística aporta ese contacto con el mundo. ¿Cómo lo lleva?

Grandes: Siento la responsabilidad. Aunque cuando sabes que tienes lectores y que hay gente esperando, igual eres responsable. No es que esté convencida de que lo que escriba va a tener muchas consecuencias en la práctica, pero sí siento el compromiso de no defraudar a mis lectores.

Noticias: Es muy crítica de la realidad española. ¿Cómo ve nuestro país?

Grandes: Bastante parecido. Creo que Macri y Rajoy son almas gemelas, dos personajes que se reconocen entre sí porque aplican las mismas políticas y tienen la misma visión del mundo, lo cual me lleva a compadecer profundamente a los argentinos y a esperar que no sufran los mismos destrozos que en España. Son países parecidos, porque han tenido experiencias muy difíciles, están muy polarizados, y tienen una conciencia política a lo mejor superior respecto de otros. Me puedo imaginar la realidad política argentina porque vivo en España y vi lo que pasó cuando Macri vino. He visto a Argentina de todas las maneras, en la calle Florida he visto carteles de “no se admiten patacones” y en la misma calle he pagado una cerveza más cara que en Zúrich. Tengo mucha fe en ustedes, porque creo que sabéis analizar la realidad muy bien por estas convulsiones, y lo que me preocupa es que escucho decir “se viene una crisis”. Solamente espero que se equivoquen.

Noticias: Su marido fue candidato de la Izquierda Unida para la Comunidad de Madrid y no ganó. A la distancia, ¿prefiere este escenario o que hubiera ganado?

Grandes: Es muy complicado, si mi marido hubiera llegado a la Comunidad de Madrid, la derecha no gobernaría, e Izquierda Unida, el partido donde militaba y que siempre hemos apoyado, no se habría desarticulado. Y sin embargo, tal y como está la política española, creo que ha sido una bendición que Luis no saliera, porque lo estaría pasando muy mal.

Noticias: ¿Es fácil la convivencia entre dos escritores?

Grandes: Para nosotros no es especialmente difícil, sobre todo porque Luis es poeta y yo novelista, es distinto el ritmo de escritura y recepción. Aunque los dos somos escritores, nuestra competencia no es directa. Vivir con un escritor tiene una ventaja, porque aunque somos gente bastante histérica y vulnerable, otro escritor sabe exactamente por lo que estás pasando. Y además tienes un lector de calidad cerca, con capacidad suficiente para ser crítico y destrozarte.

Noticias: ¿Qué valor les da a la crítica y al nivel de ventas?

Grandes: A la crítica, muy poco. Y a las ventas, más. Porque los lectores son la libertad de un escritor. Escribo lo que quiero porque ellos me sostienen, cuando ya no lo hagan, tendré que escribir los libros que los demás quieran que escriba. No se trata sólo de que me compren libros, sino de que no se sientan defraudados. 

Vicky Guazzone di Passalacqua

por Vicky Guazzone

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