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MUNDO | 27-03-2018 16:09

La increíble historia del espía israelí que escapó de Hezbolá

El rabino Avraham Sinai, alguna vez fue Ibrahim Yassin, libanés, musulmán y chiita, y parte de las fuerzas del grupo terrorista Hezbolá, para el que trabajó como informante.

Doble agente, Avraham Sinai por casi dos décadas espió  para el Mosad, el servicio secreto israelí, para vengar la muerte de uno de sus hijos a manos del lider de la milicia, Imad Mughniyeh, señalado autor intelectual de los antentados antisemitas en Argentina.

Entrevistado por NOTICIAS en Israel, en un encuentro organizado por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), el ex espía contó como fueron esos años, y como obtuvo finalmente su revancha.

NOTICIAS: ¿Cuándo se produjo su acercamiento con la inteligencia israelí?

Avraham Sinai: El primer contacto con el Ejército de Israel que tuvimos todos en el Líbano fue en 1982. Yo tenía 16 años cuando conquistaron el Líbano, y sentí que fue algo a favor de los civiles locales, nos ayudaron mucho. Algunos dicen que nuestra vida era un infierno y pasó a ser un paraíso, comparado con lo que había vivido antes. Se abrió la frontera, nos dejaron pasar a trabajar, abrieron caminos, hospitales. Había gente en la aldea que no tenían nada, que necesitaban ayuda. Y los israelíes estaban interesados en seducirnos. Nuestro gobierno anterior alternaba entre la apatía y el terror.

NOTICIAS: ¿Y qué pasó después?

Sinai: En 1984 nace lo que es hoy el grupo terrorista Hezbolá. Toma la causa de los palestinos como excusa para el camino del terror. Y ahí arrancan los atentados contra los soldados israelíes, y también contra civiles. Dicen que ellos no luchaban contra los israelíes, pero hicieron atentados contra israelíes y civiles, yo estaba ahí.

NOTICIAS: ¿De qué fue testigo?

Sinai: De muchas cosas que hoy ustedes ven en las acciones de Estado Islámico. Que degollaban personas. Yo he visto cosas como esas y peores también. Ví cosas terribles, como que le abrieron el estómago a personas con cuchillos. No sé si lo vas a poder escribir lo que voy a decir ahora, pero vi cortar niños, y que los cocinaron y se los comieron.

NOTICIAS: ¿Usted trabajaba para Hezbollah?

Sinai: En 1985, cuando Israel se retira y se va de el Líbano, en la zona donde yo vivía, en Sidón, el valle en Bekaa, un territorio cerca del río Litani, quedamos afuera del territorio donde Hezbolá tenía mayor influencia. Pero con el tiempo vinieron a reclutarnos.

NOTICIAS: ¿Y cómo fue?

Sinai: Muy duro. Al principio mi padre, mi hermano y yo nos negamos. Les decíamos que los israelíes nos ayudaron, que porqué íbamos a luchar si nos estaban ayudando, que no teníamos nada contra ellos. Muchos otros en la aldea pensaban igual. Y nos empezaron a castigar. Nos entraron varias veces a nuestras casas, y mi hermano menor fue asesinado.

NOTICIAS: ¿A usted lo secuestraron?

Sinai: Me secuestraron, a mis padres también que eran personas grandes, de 70 años, y a dos hermanos. Hezbolá nos sacó de nuestras casas y nos pusieron en un bunker bajo tierra, en un sótano. Y nos empezaron a interrogar insistiendo en por qué no luchamos contra los israelíes.

NOTICIAS: ¿Lo torturaban?

Sinai: Nos castigaron muy fuerte. Nos colgaban en el aire de los brazos, horas enteras, nos torturaban con cortes, la carne de la espalda con un cuchillo. Hicieron tantas cosas para que hable, para que cante. Pero yo les decía “no tengo nada que decir”. Lo peor fue que trajeron a mi bebé de 8 meses, lo rociaron con kerosén y lo quemaron frente. El interrogador que hizo ese acto salvaje era Imad Mughniyeh, el jefe de Hezbolá.

NOTICIAS: ¿Porqué era usted tan importante para ellos?

Sinai: Yo había hablado bien de los israelías en la aldea, Tenía un amigo en el ejército israelí que me que ayudó cuando mi mujer tenía que dar a luz. Fue el 1 de marzo de 1983. El parto se había complicado y ese solado amigo puso en peligro su vida y trajo un helicóptero, y la llevaron a un hospital israelí, y la salvaron a ella y al bebé. Eso les molestó. Y murió ocho meses después quemado.

NOTICIAS: ¿Porqué no lo asesinaron? ¿Porqué lo liberaron?

Sinai: Yo tenía dos primos que eran parte activa de Hezbolá en el sur. Uno hoy sigue siendo unos de sus capitanes. Tiene a su cargo los misiles que disparan ellos. Son los shekins, los dirigentes de las familias de los poblados, las personas más importantes del grupo.. Cuando se enteraron de la relación entendieron que si nos mataban se ponían en contra a toda la familia, que iba a haber una guerra de hermanos. Son clanes muy grandes, grupos familiares muy grandes. Y nos liberaron.

NOTICIAS: ¿Cuánto tiempo estuvo en ese bunker?

Sinai: Once meses y dos semanas nos liberaron. Yo no sabía hasta entonces, aunque lo suponía, que era Hezbolá el que nos secuestró. Entonces nos liberaron con la condición de que les sirviéramos. Cuando salí de ese sótano, de ese bunker, viví en una zona que está toda bajo el control del grupo. Pero ya había jurado que nunca iba perdonar lo que pasó. Y cuando me enteré que iba a haber un atentado muy grande en una base del ejército israelí, les fui a avisar.

NOTICIAS: ¿Cómo lo hizo?

Sinai: Busqué a ese soldado israelí que me había ayudado. Salí de noche y caminé cuarenta o cincuenta kilómetros por la montaña. Cuando llegué al sur del Líbano, a la frontera, pedí encontrarme con él, y me llevó con la inteligencia israelí. Les conté lo que sabía, que habían llegado oficiales iraníes a entrenar y adiestrar soldados de Hezbolá. La información que les dí los ayudó y así se estableció una relación que duró 17 años. Les pasaba información a la agencia israelí de inteligencia más o menos una vez al mes. Siempre de la misma manera. Me escapaba de noche y caminaba por los cerros, por un camino despoblado. Daba la información y volvía antes del amanecer.

NOTICIAS: ¿Y Hezbollah no lo tenía en la mira?

Sinai: Con el tiempo fui ganando confianza. Como te dije, mi otra familia estaba en puestos altos. Y yo fingía espiar para ellos y aportaba muy buena información que en realidad me daba la inteligencia israelí.

NOTICIAS: ¿Nunca sospecharon?

Sinai: Cuando empezaron a sospechar el ejército israelí me sacó. Llegaron, nos subieron a todos y nos reubicaron.

NOTICIAS: ¿No temía por su familia, por su mujer y sus otros hijos?

Sinai: Tuve suerte que mi mujer me apoyó. Mis padres y mis hermanos estaban muertos. Y mis hijos querían ir a vivir a Israel. Mi hijo Amos, hoy sirve para el ejército israelí en una brigada en Golan.

NOTICIAS: ¿Y usted sigue trabajando?

Sinai: No, ya estoy retirado. Pero el ejército me sigue pasando una pensión.

NOTICIAS: ¿Usted tuvo que ver con la operación de inteligencia israelí que terminó con el asesinato de Mughniyeh en Damasco?

Sinai: (Sonríe) No.

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