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SOCIEDAD | 28-05-2018 17:58

Camperas de moda: claves para el uniforme del timbreo oficialista

Las Uniqlo se imponen en el PRO para las recorridas por los barrios y se suman al outfit oficial. El marketing de la informalidad.

Si no fuera porque la edad los delata, ese grupo de personas que caminan todas ataviadas con la misma campera podrían pasar como alumnos de secundaria vestidos iguales para ir a Bariloche. Pero no. Quienes recorren las calles son los funcionarios de Cambiemos en un nuevo timbreo y la campera Uniqlo que la mayoría lleva puesta no es un uniforme obligatorio, aunque sí, un sello distintivo del estilo del oficialismo.

Estas camperas de origen japonés son un fenómeno global, pero en nuestro país se volvieron parte indispensable del cuidado y pensado guardarropa del oficialismo. “Son abrigadas, livianas y no se arrugan”, se sinceró un funcionario que participó del último timbreo y que adhiere al marketing de la informalidad que Cambiemos adoptó como propia. Combinadas con un pantalón de gabardina o un jean “strech” y unas zapatillas urbanas, el outfit invernal del oficialismo está listo. El manual de estilo del Gobierno dicta que los trajes o ropa de etiqueta sólo están destinados para eventos puntuales. El resto del tiempo, los funcionarios se visten con ropa cómoda y similar a la que podría usar un votante. En este sentido, estas populares camperas (y los chalecos también) cumplen un rol preponderante.

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Impermeables, prácticas, livianas y abrigadas, estas camperas desplazaron a otros modelos como las oxford o incluso a los tradicionales y más formales pilotos. Ideal para las largas recorridas políticas, una de las primeras integrantes de Cambiemos en lucirla fue María Eugenia Vidal, cuando aún era candidata en el 2015. Visitando una zona inundada, sus botas de lluvia negras iban a tono con una campera impermeable del mismo color.

Las hay de muchas marcas, pero las originales y de mayor calidad son las Uniqlo, marca japonesa que impuso a nivel mundial el diseño. Es tal el fanatismo de los funcionarios de Cambiemos que durante el viaje oficial de Mauricio Macri a Japón en mayo del 2017 muchos integrantes de la comitiva arreglaron sus agendas para poder hacer shopping y el punto señalado fue el edificio de diez pisos que la marca tiene en el barrio de Ginza. La delegación argentina pasó el día en ese centro comercial, aprovechando para comprar a un precio mucho más bajo y adquiriendo modelos que aún no están en Argentina. El funcionario que acaba de abandonar el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), Miguel de Godoy, se atribuye haber marcado tendencia.

Elegante sport. Durante esa gira asiática, que concluyó con frenesí consumista en Japón, también hubo tiempo para la otra prenda fetiche. Antes de ir al país del sol naciente, la comitiva argentina pasó por China y en el mercado de la seda las compras también fueron al por mayor. Las camisas celestes llenaron las valijas que salieron vacías de Ezeiza.

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Es que peleando mano a mano con los globos amarillos, las camisas lisas celestes se convirtieron en sinónimo de Cambiemos. Desde Macri hasta un concejal del interior, es indispensable. Quien la impuso fue el propio presidente cuando decidió dejar de lado su look (y bigote) de los noventa y buscó una impronta distinta. En 2011, en plena campaña para su reelección como jefe de Gobierno, Macri hizo uso y abuso de esta prenda. En ese entonces, las camisas de la marca “Banana Republic” color “New baby blue” (celeste, fuera del mundo de la moda) lo acompañaban en todos los actos. Hoy la tendencia sigue aunque incorporó otras marcas a su placard, como Rochas o Ralph Lauren.

La corbata desapareció y la combinación de camisa y saco sport se volvió el atuendo de cabecera. Lejos de las formalidades, el estilo Cambiemos privilegia la comodidad. Tanto, que si el calor apremia no dudan en quedarse en camisa y arremangarla. Política descontracturada se llama.

Industria nacional. Para completar el atuendo cómodo que combine con una campera impermeable, un jean o pantalón pinzado azul o beige y una camisa urbana hay un elemento vital: el calzado. Los náuticos sin medias suelen verse en verano, pero sin duda la preferencia son las zapatillas. Macri usaba la marca italiana Superga. Pero ahora todos los fashionistas del Gobierno están fanatizados con la marca Posco. La empresa nacional, propiedad del chaqueño Gastón Greco, se ganó la simpatía de los funcionarios luego de que Macri comenzara a usarlas. Hoy, Posco se volvió una empresa líder en su rubro. Entre 2015 y 2016, su valor creció un 400% y en gran parte se debió a la vidriera de Cambiemos. Hasta Juliana Awada las sumó a su look “casual chic”. Este “zapato zapatilla”, tal como Greco la define, puede ser combinada con traje o con looks más de entrecasa, por lo cual se adapta a las necesidades del outfit oficial.

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Pero mientras el atuendo de Cambiemos se vuelve un sello distintivo, hay algunos que pugnan por salirse de esta homogeneidad. Tal es el caso de Horacio Rodríguez Larreta. Por lo bajo, algunos integrantes de Cambiemos explican que el jefe de Gobierno no se viste igual que sus compañeros de gestión por propia voluntad. Larreta busca posicionarse como una alternativa fuerte para algo más que la Ciudad en las próximas elecciones. En el último timbreo, fue uno de los pocos que evitó la Uniqlo y desde el oficialismo aseguran que, hace ya varios meses, no se viste con el tradicional atuendo Cambiemos.

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