Está la vaca que todos conocemos, esa que pasta mansa al costado de la ruta, y la que se convierte en res una vez que está en la carnicería y a la que luego llamamos carne, asado, colita, bife…
Cortes que han ido cambiando en la preferencia de los consumidores pero que siempre exigen ser recategorizados, como lo hacen en Piaf, una carnicería premium ubicada en el límite entre Colegiales y Palermo.
“Ayer, se elegía con preferencia el bife ancho, la palomita, la aguja, la marucha, la cima, el chingolito, la chiquizuela y el brazuelo, según se la quisiera guisar, asar, hornear o saltear. Hoy, son estrellas la picaña, el ojo de bife, el tomahawk, la entraña, el chuletón, el asado martillo o la pestaña de ojo”, repasa Hernán Mendez, titular de Piaf. Dorrego 1605, esquina Niceto.
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