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SOCIEDAD | 11-07-2018 14:10

Interpol sobre la supuesta madre de Luis Miguel: "Está descartado que sea"

La mujer que vive en la calle, en San Telmo, es señalada como la progenitora desaparecida del cantante. Sus familiares reclaman que se haga una prueba de ADN.

El parecido físico entre una mendiga de San Telmo y la madre desaparecida de Luis Miguel, hace 32 años, activó una extensa cadena de alertas. Medios de toda América latina reprodujeron las imágenes de la mujer, intervinieron organismos de asistencia social de la Ciudad de Buenos Aires, la Justicia argentina y la española y, también, Interpol, que se encargó de enviar conjuntos de fichas dactilares a las autoridades nacionales para cotejar la identidad de la misteriosa señora que, desde hace años, duerme y pasa sus días en la Avenida Independencia.

La sospecha de que esta mujer podría ser Marcela Basteri, la mamá del cantante mexicano, comenzó a circular casi en paralelo con el lanzamiento en abril de la serie biográfica de Luis Miguel, que se emite por Netflix. Desde entonces, la expectativa por conocer cada detalle de la vida íntima del cantante y las circunstancias en las que su madre desapareció, crecieron a escala internacional.

La señora de Avenida Independencia fue entrevistada por medios argentinos y mexicanos y, aunque negó rotundamente ser quien se decía que era, su imagen (y la serie) sirvió para revivir el drama de Luis Miguel, uno de los artistas más importantes de habla hispana que, en más de treinta años de carrera, se posicionó en la cumbre de la música con más de 100 millones de discos vendidos.

Luis Miguel siempre intentó preservar su vida privada. Sobre todo en los últimos años, atravesados por problemas judiciales, económicos y de salud, su intimidad fue un misterio. Ni siquiera su pequeño entorno conocía la versión del cantante sobre su propia historia y el paradero de su madre era, sin dudas, uno de los aspectos más controversiales de su biografía. Apenas se sabía que había desaparecido en 1986 sin dejar rastros y, desde ese momento, las hipótesis sobre lo que le habría sucedido fueron acumulándose.

"Durante décadas, muchas personas han hablado de mi vida. Pero ha llegado el momento de que la verdad salga a la luz. Versiones hay muchas. Verdad solo hay una. Esta es mi historia". La voz de Luis Miguel se escuchaba mientras se lo veía con un traje negro y caminando solo por una casa enorme y lujosa en un video que salió el mismo día que se difundió el trailer de la serie sobre su vida. Aunque podría haber sido interpretado sólo como una estrategia promocional de Netflix, el mensaje de apenas 40 segundos significaba mucho más. Por primera vez, Luis Miguel estaba dispuesto a romper con su hermetismo y daba a entender que la historia que se iba a contar a lo largo de 13 capítulos tenía su absoluta autorización.

Con el poder del streaming a su favor, que hizo de la serie uno de los éxitos del año, Luis Miguel volvió a posicionarse como uno de los artistas más convocantes. Cada semana, cuando se estrena un nuevo capítulo, su nombre es tendencia en las redes sociales y este éxito también se ve reflejado en su carrera: en Spotify, el catálogo musical del “Rey sol” aumentó casi en un 200 por ciento y su tema “Culpable o no” se mantuvo durante días como la canción más escuchada del momento. Su gira, que tiene programados 76 conciertos en México, Estados Unidos y España, rompe récords en ventas.

Atrás parece haber quedado el período de oscuridad que vivió el artista en los últimos años, en los que sólo era noticia por cancelar shows y giras, por problemas judiciales o por su mal estado de salud. El éxito de la serie le permitió relanzar su carrera y, sobre todo, volver a poner en la escena mediática el tema que lo desvela: su madre. Es que, según cuentan periodistas mexicanos cercanos al cantante, uno de los objetivos que persiguió el “Rey Sol” cuando decidió respaldar la producción de Netflix, fue lograr conocer la verdad de lo que le sucedió a su madre.

Falsa madre. La posibilidad de que la madre de Luis Miguel estuviera en Argentina no era descabellada. Marcela Basteri había nacido en Italia pero su padre la trajo a vivir al país cuando tenía diez años. Es aquí donde pasó toda su adolescencia y fue también aquí donde conoció a su esposo, un cantante español con una carrera frustrada, Luis Rey.

La pareja, que en Argentina tenía serios problemas económicos, se trasladó primero a Puerto Rico, donde nació Luis Miguel, y después a México, donde nacieron sus otros dos hijos menores. Pero el matrimonio pronto comenzó a tener problemas: el consumo de cocaína de Luis Rey era un tema de discusión permanente así como la incipiente carrera del cantante. Al parecer, Basteri entendía que Luis Rey explotaba a su hijo y estaba absolutamente en contra de que se lo expusiera a un mundo de adultos lleno de excesos, mujeres y drogas.

En la serie de Netflix, Marcela es retratada como una mujer sumisa y desgraciada, sometida a la voluntad de su marido y víctima de todo tipo de violencia.

El último registro público de Marcela Basteri fue, también, en Argentina. Durante un concierto de Luis Miguel en el Luna Park, el 16 de marzo de 1985, el cantante la invitó a subir al escenario y le cantó el tema que le había escrito su padre a su madre y que se llama, justamente, “Marcela”. Desde ese día, nunca más hubo una pista del paradero de la mujer. Por eso, cuando se conoció la imagen de la señora que vivía en la calle en el barrio porteño de San Telmo, se encendieron todas las alertas. La mujer, que fue entrevistada por los medios, tenía signos de padecer problemas mentales y vivía a la intemperie.

Por este motivo, la Defensoría Pública de Menores e Incapaces N° 2, a cargo del doctor Atilio Álvarez, presentó el caso en la Justicia, que recayó en el Juzgado N° 10 de la Ciudad de Buenos Aires. También tomaron intervención en el asunto el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat y el Ministerio de Salud de la Ciudad. En conjunto, se definió que esta mujer debía ser trasladada al neuropsiquiátrico Moyano, donde todavía permanece.

Sin embargo, el asunto tomó relevancia internacional. Cuando se viralizaron los videos de la mendiga, una familia de España la reconoció y se contactó con las autoridades argentinas. Según ellos, la mujer sería Honorina Montes, una española que desapareció en 1990 y que había sido dada por muerta.

Frente a todas estas hipótesis tomó intervención Interpol. Según el organismo, basado en las pruebas dactilares, la señora de San Telmo no es Marcela Basteri pero todavía tampoco se pudo determinar si es, efectivamente, la española desaparecida. “Desde Interpol Madrid se envió a la Argentina un juego de fichas dactilares. El primero no era bueno y no se pudo cotejar. En estos días van a mandar otro para confirmar o descartar si se trata de Honorina Montes”, aseguró a NOTICIAS una fuente de la Policía Federal. “Lo que sí quedó absolutamente descartado es que sea la madre del cantante”, agregó.

A pesar de la negativa, la sospecha continúa entre los parientes lejanos de Luis Miguel. En la última edición del programa “Secretos verdaderos”, de Luis Ventura, tres mujeres aseguraron que, para ellas, la señora internada en el Moyano es la madre del cantante. Se trata de Ada, Flavia e Ivana Molina Basteri, las primas argentinas de Marcela Basteri, que estuvieron invitadas al ciclo de América.

Según ellas, cuando conocieron la noticia de la mujer que vivía en la calle decidieron ir a visitarla al hospital: “Cuando la veo de frente, se me puso la piel de gallina y me pareció verle los ojos a mi papá”, dijo una de ellas y agregó: “Cuando le pregunté si necesitaba algo me dijo: ‘Necesito que me devuelvan mi ropa, mi plata y todo lo que me robaron’. Y me descolocó cuando me dijo: ‘A mí los Basteri me suicidaron’”.

Aunque las mujeres no tienen herramientas legales para intervenir en la investigación, aseguraron que desean que se le realice una prueba de ADN a la mujer en cuestión. Ellas no tienen dudas de que se trata de Marcela.

Eterna búsqueda. Hasta el estreno de la serie, poco se sabía sobre qué pensaba Luis Miguel acerca de lo que había sucedido con su madre. Pero, a medida que avanzan los capítulos, la historia comienza a ser más clara.

Si bien se sabía que el cantante había gastado fortunas en buscarla, se confirmó que se cargó la búsqueda sobre sus hombros y hasta se supo que contactó al Mossad, la agencia de inteligencia israelí, para dar con su paradero.

En todas estas décadas, las hipótesis fueron incontables. Se dijo que se había ido por sus propios medios como consecuencia del maltrato permanente al que la sometía su marido; que se fue con un amante; que tenía problemas psiquiátricos desencadenados por el abuso de drogas; que fue mandada a matar por el propio Luis Rey y hasta que podría haber muerto en un tiroteo durante una fiesta en la que participaban miembros de un cartel de narcotraficantes.

La desaparición de Marcela Basteri es, sin dudas, uno de los misterios más atractivos del programa de Netflix y el mayor trauma del cantante. Su búsqueda personal se convirtió, gracias a la serie, en uno de los temas del momento.

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