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NOTICIAS URUGUAY | 15-12-2018 16:08

Cocina nativa

Arazá busca acercar la cocina nativa al vecindario. Fieles a los principios del “Slow Food Movement”, los ritmos en este restaurante son otros. Si tiene prisa, elija otro lugar.

La chef Catherine Rivero eligió con tiento la sede de su nuevo proyecto gastronómico. Arazá -en su segunda versión- se ubica desde finales de setiembre en el Paseo del Hotel, única posada de posta de diligencias que se conserva en Montevideo y que los arquitectos Majic y Bergara recuperaron meticulosamente.

El local gastronómico, integrado en el histórico y emblemático edificio del Prado, operó como mercería, ferretería y botica durante el siglo pasado. Catherine y su marido, Daniel Díaz, pusieron todo su empeño, trabajo y esfuerzo para darle vida a este rinconcito haciendo malabares con el escueto espacio disponible. La cocina expuesta invita al diálogo entre comensal y cocineros. Las paredes originales de ladrillo visto conviven con aparadores de época, apliques contemporáneos y mobiliario de inspiración retro. La cocina de Arazá no es una cocina al uso, tampoco el formato de su propuesta gastronómica.

Fieles a los principios del “Slow Food Movement”, los ritmos en este restaurante son otros. Si tiene prisa, elija otro lugar y reserve su visita a Arazá para un día en el que cuente con más tiempo. El intercambio de saberes forma parte de la propuesta y Catherine es una fuente de conocimiento. Los platos, confeccionados con productos nativos y aderezados con alma, son sabrosos y confortables. Entre semana el menú de mediodía tiene dos platos a elección, uno con y otro sin proteína animal. El menú que probó NOTICIAS incluía pan artesanal y alioli con remolacha, “strogonoff” de ternera –o verduras- con papa ahuecada y ensalada, Chajá de membrillo y agua de quinotos o arazá -servida en una jarra con un gran palo de canela como removedor-. Todo ello por $ 330. La idea de Rivero es acercar la cocina nativa al vecindario con un menú tan económico como sabroso. Los fines de semana la propuesta muta hacia otros horizontes gastronómicos.

Una vez al mes un cocinero extranjero elabora un menú degustación para integrantes de su comunidad de origen. Gabriel Jordán, cocinero de Arazá, abrió el ciclo homenajeando a su país, Ecuador. Los viernes de noche se lleva a cabo un paseo guiado de reconocimiento de frutos nativos por los jardines del Prado. La actividad culmina en el restaurante con un menú degustación de cinco pasos diseñado con los productos estudiados en la salida. Los domingos a mediodía es día de pastas.

NOTICIAS repitió visita y probó una deliciosa lactonesa con eucalipto, maíz cancha inflado, guacamole y pan artesanal como aperitivo. La elección recayó sobre la lasaña de carne y verduras con tuco y los tallarines caseros con vegetales salteadas y un sutil toque de vainilla. Los postres fueron la gran sorpresa. Un excepcional helado de marcela con bizcocho de gofio y una tapioca con gajos de membrillo y crema con pétalos de guayabo. El almuerzo, acompañado por un Pisano Tannat Merlot tuvo un costo total de $1.760 para dos personas. Dadas las actividades llevadas a cabo por el restaurante, la permanente creatividad de los propietarios y la limitada capacidad del local, se recomienda llamar para confirmar horarios de apertura y reservar.

Arazá Bistró. Av Agraciada 3787 bis. Tel: 099 003 265. De martes a domingos de 12:00 a 20:00 horas. Viernes y sábados abierto para cenas. Precio menú diario $ 330. Precio medio fin de semana $ 800.

por Alva Sueiras

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