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PERSONAJES | 11-01-2019 14:45

Inés Bertón: “Vivo en estado esponja”

Especialista en té de renombre internacional, participó en el G20. Clientes top, lujos accesibles y vivir inspirada.

"Todos buscamos nuestro latido en la vida”, dice Inés Bertón (46) mientras toma su English Breakfast, un blend de cosechas premium provenientes de India, Ceylon y China, que lleva su sello.

Ella encontró su latido en Nueva York, cuando se inició en los secretos del té. Hoy es una perfumista especializada en té reconocida a nivel internacional. Una mujer que habla bajo y casi siempre sonríe.

A los 18 viajó a Nueva York por una semana y se quedó ocho años. Trabajaba en el Museo Guggenheim e iba a la casa de té del edificio: “Tenían sólo tés puros. Yo pedía mezclas, la gente que hacía fila quería lo mismo y volvían pidiendo el ‘té de la chica’. La dueña me ofreció trabajo y dejé el museo”.

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Mientras estaba de viaje en Buenos Aires, se le incendió su departamento en el West Village. “Se lo había prestado al amigo de un amigo y se quedó dormido con una vela prendida. Destrucción total. Fue durísimo. Estaba en la cresta de la ola, diseñando para las mejores marcas del mundo, y pasé a estar debajo de la ola. Pero no está en mi ADN victimizarme”.

De regreso en Nueva York, llegó la debacle argentina de 2001. Y en aquel viaje porteño, ya había conocido a quien sería su marido durante doce años, el chef Rodrigo Toso. “Encima, un día salgo a caminar con un discman y escucho ‘Vuelvo al Sur como se vuelve siempre a un amor’. Ahí decidí volver a Buenos Aires”.

Empezó Tealosophy en 2001 con 132 dólares. Los primeros tés los vendía en bolsitas de garrapiñadas que rellenaba con la ayuda de su hermana y amigos. Hoy tiene dos tiendas en Buenos Aires y crea blends para hoteles y restaurantes de alta gama del país y clientes internacionales. Además, es bróker y blender de Inti Zen y socia en Chamana.

Ha creado tés para el Dalai Lama, los Reyes de España, José Saramago y Chris Martin. También para Chanel, Mercedes-Benz, HSBC y American Express. Y recientemente creó el blend para los presidentes del G20.

Noticias: ¿Qué significa tener olfato absoluto?

Inés Bertón: Es la capacidad de distinguir, sentir y recrear más aromas que el común de la gente. La mayoría dice perfume a rosas, pero ¿cuál? ¿La Charles Aznavour, la Lady Middleton, la Blue Parfum? El azahar de un pomelo y el de una naranja son dos mundos distintos. Y si raspás una lima, un limón, una bergamota, una clementina y una naranja sanguínea, tenés toda una paleta.

Noticias: ¿Cuándo se dio cuenta de que tenía esta particularidad?

Bertón: De chica tenía migrañas y me molestaba la luz. Me hicieron estudios y no salía nada. A los 18, de viaje en París, con nuevos estudios, descubrieron que tenía el olfato demasiado desarrollado y que el detonante eran los productos de limpieza, especialmente, los amoníacos y las lavandinas.

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Noticias: Dice que la inspiración es su principal capital. ¿Cómo le llega?

Bertón: Me inspiro para poder inspirar a otros. Veo el té como un lenguaje, no como un producto. La inspiración es un modo de vivir y está en todos lados. Vivo en estado esponja. Me encanta regalar. Cada vez que veo algo que me hace acordar a un amigo, lo compro. Tengo un ropero lleno de regalos. Eso también es inspiración. En Tealosophy, el cliente puede crear el blend para alguien que quiere. Intento que la vida sea menos despachar y más pensar en el otro.

Noticias: ¿Cómo sabe de antemano que un blend puede quedar bien?

Bertón: Cada vez que sigo mi intuición, sale perfecto. Entiendo dónde va el mercado, que se toma más té verde por sus propiedades, que las infusiones tienen un lugar importante, que los blend de mates pueden exportarse. Pero trabajo con la intuición más salvaje. Ahora estoy creando un blend inspirado en un instinto. De chica, cuando caminaba por el campo, me encantaba comer la parte blanca de los yuyos. Ese gustito es la clorofila, la hemoglobina verde. Ahí hay instinto y conocimiento.

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Uno de sus tés preferidos es Marie Antoinette. Flores de crisantemo envueltas en té blanco. “Se pone una por tetera y florecen en el agua. Es arte imperial”. Otros de sus preferidos son: Coco Cannelle (base de té negro semifermentado y tostado con pedacitos de Butter Toffee), creado para Chanel y My Patagonia (té negro, frutos rojos y dulce de leche), creado para el Llao Llao. Las materias primas las encuentra en India, China y el sudeste asiático hasta la Provenza, Toscana y la Patagonia.

Noticias: Se formó en Nueva York durante ocho años con la maestra Fumiko Takahashi, quinta generación de maestros de té. ¿Qué enseñanzas fundamentales le transmitió?

Bertón: Una mirada, una disciplina, el té como un lenguaje. Me hacía leer a Simone de Beauvoir y discutirlo. Meditar 24 minutos por día, uno por cada hora. Empecé a ver con ella la arquería, el arco y flecha, sus tres principios –no mente, no miedo, no ego– y aprendí a trabajar el foco. El foco es fundamental para trabajar y crear. En occidente valoran el multitask. Yo soy monotask, no me pidas más de una cosa a la vez.

Noticias: ¿Cómo se crea un buen té?

Bertón: Un té honesto tiene que tener ingredientes honestos. Parto de entender cada ingrediente que usamos. Después, tiene que tener cuerpo, aroma y equilibrio. Si a un blend le ponés más pétalos de rosas, parece jabón en boca.

Noticias: Una de sus frases de cabecera es: “La visión sin acción es alucinación”. ¿Qué significa?

Bertón: En mi equipo hay soñadores y hacedores. Quiero gente que sepa volar, que se anime a ser totalmente disruptiva. Hoy tenemos una compañía 360. Creamos viajes con una agencia de afuera a los mejores mercaditos de especias del sudeste asiático o un camino de té en Misiones. Jabones de té verde envueltos en kimonos antiguos para una cadena de hoteles o almíbares para tragos con té. Tenemos dos semanas llamadas “Come fly with me” (Vení a volar conmigo), donde los empleados pueden decir lo que quieran. Lloramos de risa, pero muchas veces esos terminan siendo nuestros mejores proyectos. Muchas ideas surgen en lo cotidiano. Probando mezclas en mi bañadera surgió una línea de infusiones para bañaderas, que terminó siendo el “amenity” de una las cadenas de hoteles más importantes del mundo. Soy amante de los lujos accesibles.

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Noticias: ¿Cuáles son esos lujos en su caso?

Bertón: Tirar romero y palo santo en la chimenea y hacer un fuego perfumado. Tomar vino en una copa Riedel y cerveza en un vaso enfriado previamente en el freezer. Tomarme los viernes y hacer lo que quiera. La sofisticación de lo simple. Me encanta la lectura, la literatura de viajes, sentarme a escuchar música –soy fanática del jazz–, ver ballet, levantarme temprano y regar. Meditar y practicar arquería. Me fascina invitar a amigos a casa, hago picnics en verano en el jardín, con manteles y candelabros, y noches de fondues alrededor de la chimenea en invierno. Creo en las amistades profundas. Soy un poco antigua. Y soy una afortunada y una agradecida de la vida que llevo.

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Noticias: También viaja mucho.

Bertón: Sí, los viajes son inspiradores. Una vez por año viajo a recorrer jardines. Este año estuve en Marruecos, Tailandia, Laos y Camboya. En febrero probablemente vaya a Austria y Hamburgo. Por lo general, voy a buscar nuevos perfumes.

Noticias: ¿Está en pareja?

Bertón: Con Alejandro Mata. Es genial. Mi vida es intensa y él es generoso, siempre está para darme una mano. Soy muy segura, me costó volver a enamorarme y encontrar un hombre seguro y plantado.

Noticias: ¿Cómo ha sido su relación con los hombres a nivel laboral?

Bertón: Soy fuerte y nunca sentí que tenía que probarle nada a nadie. Siempre me sentí respetada y cuidada. Este año integré el B20 (el foro de negocios del G20) en representación de las pymes. Fui la única mujer y me gané mi lugar por mi trabajo. El resto fueron Eduardo Elsztain, Paolo Rocca, Marcos Galperin, Martín Migoya y Miguel Gutiérrez. Recorrí el país y estuve en la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) en París. Fue un gran crecimiento y aprendizaje. Me sacó de mi zona de confort.

Por Cecilia Escola

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