Manuela da Silveira creció frente a las cámaras y sobre el escenario. Con miles de ojos siguiendo cada uno de sus pasos buscó su propio camino, su propia manera de hacer las cosas. Dio un paso al costado de la sombra de su padre, probó diferentes roles en la pantalla y desarrolló no sólo su perfil como comediante –haciendo reír con personajes y monólogos-, sino también como carismática y popular comunicadora -su cuenta en Instagram es seguida por más de 51 mil personas. También sumó al currículum lanzamientos editoriales: escribió su autobiografía y una aproximación a la cocina desde la alegría, en colaboración con su amiga y chef Ximena Torres.
Pero también necesitó momentos donde escapó del ámbito público. Tras el final de su programa “Parentela” (Canal 4), Manuela vivió un año en Buenos Aires donde se dedicó a la autosuperación: asistió a talleres varios (desde actuación a clown), a una enorme cantidad de obras teatrales y a clases de yoga y meditación. A su regreso creó Panyaro, un emprendimiento familiar, y sanó sus fracasos en una popular charla TED. Al poco tiempo volvió a la televisión y asumió otro desafío: actuar en su primera obra de teatro, la exitosa “Le Prénom”, junto a un elenco de primer nivel conformado por Franklin Rodríguez, Jorge Esmoris, Gabriela Iribarren e Ignacio Cardozo.
Manuela da Silveira es una mujer que continúa creciendo en el ojo público. Cambia y prueba caminos diferentes. Por eso, este 2019 dio lugar a otro inicio, de nuevo fuera de la televisión estrenó el jueves 24 su nuevo monólogo de humor: Crecer o Reventar. Entre observaciones y juegos de palabras, Manuela incorpora sus experiencias y aprendizajes en un espectáculo dirigido por Victoria Césperes, reconocida actriz que durante siete años hizo carrera en Buenos Aires y debuta ahora como directora. En el medio de un ensayo en Undermovie, Manuela conversó con NOTICIAS sobre los permanentes cambios, su pasaje por el teatro, y sus planes para este 2019.
Noticias: Desde tu partida de “Sonríe, te estamos grabando”, en 2014, tu carrera ha tomado muy diversos rumbos en apenas cinco años. ¿Sos de las personas que padecen o disfrutan de los cambios?
Manuela Da Silveira: De todo. Encuentro oportunidades creativas re lindas en los revientes. Por lo general, la intensidad me lleva a darme de lleno, o a reventar por temas de salud que me llevan a replantearme mis hábitos. Por ejemplo, la diabetes fue una maestra para aprender. Un conflicto de ansiedad escénica lo vi como una oportunidad para pararme en escena con otras herramientas. También, a nivel laboral me expongo demasiado y es muy intenso, tengo que volver a pararme en otro lugar.
Noticias: ¿Te replegás?
Da Silveira: Sí. Es algo que aprendí, porque era muy intensa y aunque no parezca soy bastante retraída. Entonces, siento que tengo que regenerar cada tanto. Para compararlo con alguien cercano, mi padre lleva su notoriedad a todos lados con cero timidez. Está en la playa y habla con la gente. Y a mí me da vergüenza. Pero es contradictorio: tengo momentos en que me pongo en el foco y convoco, “mírenme, quiéranme”, y por momentos quiero pasar desapercibida. Fui integrando todo esto en estos cinco años y hubo de todo. Soy bastante curiosa e inquieta. Y en esos cambios también uno se conoce, porque te interpelás y te interpelan.
Noticias: Uno de los grandes desafíos que tomaste fue actuar por primera vez en teatro con “Le Prénom”, ¿cómo fue esa experiencia?
Da Silveira: ¡Sí! Claro, uno de los desafíos fue ese. Es tremenda obra y un elencazo. Mario (Morgan) es un director impresionante, fue re lindo confiar en sus manos y en su mirada. ¡Y fue otro viaje que nada que ver! Es completamente diferente encarnar un personaje, y también en grupo, yo venía de unipersonales.
Noticias: ¿Qué aprendiste de este período en el teatro?
Da Silveira: En los primeros ensayos me quedaba un poco achicada. Y Mario siempre me alentó a que confiara en la presencia y no me achicara. Cuando empecé a ensayar sudaba. Pasaba letra con esos cuatro bestias y mi voz era un hilito. Por eso me quedó esa enseñanza: confiar y no achicarme.
Noticias: ¿Y qué permeó de esa experiencia en este nuevo monólogo?
Da Silveira: A veces relaciono el “no achicarme” con tener más aplomo. Porque yo tengo velocidad, hablo muy rápido y esa también es una estrategia para estar menos en algo. A veces Mario me decía: “habitá la escena, quedate, disfrutalo. Estás mandando a tu marido a cagar, disfrutalo”. Entonces acá lo hago también. De un parlamento a otro vamos cambiando y disfrutándolo, tomándome el tiempo y el aplomo. Porque también es un lugar cómodo mi verborragia, sé que puede funcionarme.
Noticias: Hablemos entonces de este nuevo monólogo. Primero vino el título y luego el texto, ¿es así? ¿Qué significa “Crecer o reventar” para vos?
Da Silveira: En 2018 estaba embarcada en un año que no me imaginaba. Ya sabía que iba a estar en cartel con “Le Prénom” y no quise ponerme ningún otro desafío o convocar a la gente a más nada. Y vine a Undermovie a ver a (la comediante argentina) Connie Ballarini, llegué a mi casa y me despertó la comedia. Siempre digo que hay un momento en el que empezás a escribir un monólogo y te das cuenta de que tenés alguna cosita que decir. Hasta que eso no se despierta no empiezo. Ese día volví y me di cuenta de que mi metabolismo es así: pensé en crecer o reventar. Voy por ahí creciendo y reventando. Anoté eso, empecé a escribir un montón de apuntes, y para mitad de año la carpeta ya estaba más suculenta. A Vicky (Césperes) la conocía desde el año pasado y ella ya estaba planificando venirse a vivir acá. Me acuerdo que le comenté lo que tenía escrito, se mató de la risa y me alimentó también. Muchos compañeros trabajan solos y lo admiro mucho, pero yo siempre trabajo con directores porque además de que te interpelan, te sacan del lugar cómodo o te ponen a ensayar cuando estás cansado, te motivan, porque en una risa del otro encontrás algo que puede valer. Y ella le dio cierto sentido al título, a cosas medio punk que venía pensando sobre emprender. Cuando le sugerí ser la directora y me dio el sí, al otro día empezamos a ensayar diariamente y obsesivamente.
Noticias: ¿Es un monólogo que hace reflexiones sobre tu vida, la gente, la edad, aprendizajes propios? ¿Cómo lo definirías?
Da Silveira: Se va a hablar de miedos, de muchos miedos. De frases que usamos y repetimos por repetir y que hay que empezar a cuestionarse como “me caigo y me levanto”, o “contar con los dedos de la mano los amigos”, o “a decir verdad”, como si todo el resto fuera mentira. Hablamos de que soy millennial de la tercera edad, de cómo cambió a través de la globalización el poder de compra. Nosotros éramos una generación que luchábamos por el champión trucho del Chuy y ahora nacen con el champión con cámara de aire. Y dentro de las cosas que también cuestiono es la idea de emprender o el emprendedurismo, los tips para tener éxito. A veces uno se descansa con los manuales y después cuando lo hacés la vida te pasa por arriba. Yo tuve un emprendimiento que fue una experiencia divina porque fue en familia, pero sumamente duro burocrática y económicamente. Creí que era un buen momento para sanar desde ese trasfondo punk. Así que al final vamos a repasar primero que nada una parodia al emprendedor y después una canción bastante rockerita de lo que creo que sería una charla “TEDio” sobre emprender.
Noticias: Dentro de este gran abanico de ideas, el título ya implica que de todo esto se sale habiendo crecido un poco más.
Da Silveira: ¡Sí! Siempre hay un crecimiento posterior. Es como “creer o reventar”, uno siempre elige creer. Reventás y crecés a partir de ese reviente, sin dudas. Hasta la muerte, que sería el final, si seguimos acá es porque estamos creciendo. Sin dudas, siempre es positivo. Pero también hay que darle lugar al reviente.
Noticias: ¿Cuáles son tus planes para el resto del año?
Da Silveira: ¡Saltar al abismo! Estoy trabajando con Pablito Aguirrezábal y un equipo divino para generar un proyecto de humor comunicacional sobre sustentabilidad. Tenemos ganas de meternos ahí, de empezar a hacer un humor sostenible. Estamos en pañales pero encaminadísimos.
Noticias: Así que es otro año de cambios y desafíos.
Da Silveira: Sí,tenemos ganas de disfrutar el monólogo y llevarlo por ahí de repente al interior, y después también con calma ir viendo. También practicar mucha yoga, y descansar. Este ya es un desafío re grande y el proyecto con Pablo también nos va a requerir creación, entonces no quiero ponerme más presiones.
Noticias: ¿Es otro periodo de repliegue entonces?
Da Silveira: De recogimiento. Como dicen en yoga.
por Kristel Latecki
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