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SOCIEDAD | 28-02-2019 11:26

Federica Pais: un paso por el infierno

Los problemas judiciales de sus hijos. Linchamiento mediático, crisis y reclusión. Cuando la intimidad queda expuesta.

Federica Pais llora en televisión y en radio. Desde que el domingo 17 se conoció la noticia de que uno de sus hijos, Dante Casermeiro, había sido detenido luego de un supuesto intento de robo, la conductora se convirtió en el nuevo blanco del linchamiento mediático. Que si crió a un motochorro, que si no le puso límites o que si no lo controlaba fueron las frases del debate semanal de panelistas y tuiteros. Y, a medida que avanzaba la investigación judicial, salió a la luz la historia de otro de sus hijos, diagnosticado con Síndrome de Asperger, a quien en 2017 la Justicia le impuso una orden de restricción perimetral luego de la denuncia por violencia de una ex novia. Desbordada, Federica se recluyó en su casa y se dedicó de lleno a responder las consultas de los periodistas mientras su ex pareja y padre del joven detenido se enfocaba en los temas legales.

Está convencida de que ella y los suyos están siendo víctimas de un hostigamiento injusto que pretende desviar la atención del público ya que, junto a Dante, también fue detenido Octavio Laje, hijo de un importante diplomático y sobrino segundo de Martín Lousteau. Por las razones que fuera, lo cierto es que toda la familia terminó envuelta en un escándalo con ribetes policiales que sacó a relucir todas sus intimidades.

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Hasta ahora, poco y nada se sabía sobre la vida privada de Federica. Uno de los pocos aspectos de su historia que se conocía era el de su padre, José Miguel Pais, detenido y desaparecido en 1976. De hecho, ella y su hermana, Ernestina, siempre fueron asociadas a los espacios que reivindicaban la memoria sobre la última dictadura militar. Sin embargo, desde hace una semana, todo eso cambió. La foto de su hijo esposado con la cara contra el asfalto y el video donde se lo veía a él y a su amigo haciendo gestos burlones desde el patrullero, se viralizaron.

Con la explosión del tema, además, aparecieron las confusiones. En las últimas horas trascendió que Dante podría tener trastornos mentales y un importante periodista de espectáculos dio por cierto que el joven detenido tiene Asperger. La hipótesis surgió luego de que Federica pidiera “piedad” en la cobertura del tema y deslizara que en su familia había gente con problemas psiquiátricos. Sin embargo, la conductora se refería a su otro hijo, al que NOTICIAS decidió preservar su intimidad debido a su condición médica, y a lo que significaba el estallido de esta bomba dentro de su entorno.

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Federica atraviesa estos días con una mezcla de angustia y furia. Está enojada con los medios por bautizar a su hijo como “motochorro” e insiste en que, hasta el momento, el avance judicial comienza a desvincularlo de los robos investigados y también por tratar con liviandad y falta de responsabilidad el asunto del Asperger. La estrategia mediática para mejorar la imagen familiar recae casi de forma exclusiva en ella: su abogado no quiere exponerse ni tampoco que trascienda su nombre, su actual pareja no es famosa y el padre de sus hijos prefiere no hablar con los medios. La única que, por el momento, salió a hablar sobre el tema fue Ernestina, a través de su cuenta de Twitter, pero sus mensajes fueron un tanto ambiguos: “Dije en 'Intratables' que el problema de los pibes es la droga, y no es mi hijo, es el de mi hermana”, le respondió a un usuario.

Las causas. La historia de Dante y Octavio podría haber pasado desapercibida como las tantas tentativas de robos que se suceden día a día. Sin embargo, el reconocimiento público de sus padres hizo que su detención cobrara notoriedad. Todo comenzó el domingo 17 por la tarde en Olivos, cuando los jóvenes, a bordo de una moto Suzuki AX 100 sin patente, según fuentes policiales, interceptaron a una chica de 27 años, le habrían apuntado en el pecho con un arma (luego se supo que era falsa) y exigido que entregara sus pertenencias. El robo se frustró cuando intervino otro motoquero para ayudar a la joven y los jóvenes se dieron a la fuga. Sin embargo, lograron ser detenidos a las 10 cuadras.

Ni bien los vieron en los medios, otras dos personas se comunicaron con las autoridades para denunciar que esos mismos jóvenes les habían robado días atrás. El dueño de una casa de camping declaró que Dante y Octavio fueron a su negocio el sábado 16, que compraron algunos productos y se fueron pero que, a los pocos minutos, regresó uno de ellos y le robó. El hombre aportó las cámaras de seguridad de un negocio de enfrente donde se ven los ingresos. Desde la UFI de Vicente López Este dijeron a NOTICIAS que “en esta causa está más complicado Laje, ya que fue él quién robó. Casermeiro quedó imputado como ‘coautor’ porque se considera que hubo una división de roles y que ambos hicieron inteligencia previa”.

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Mientras los investigadores buscan determinar si los chicos participaron de otros hechos delictivos, la UFI de Martínez los llevó a una rueda de reconocimiento por otro asalto. Sin embargo, en esta causa Dante ya quedó totalmente desvinculado: “Cuando la damnificada vio a Laje enseguida lo reconoció. En este robo sólo participó una persona”, contaron a NOTICIAS desde la dependencia. Además, contaron que la actitud de los jóvenes había cambiado respecto de la tarde de la detención: “Estaban absortos. Se mostraban tranquilos, como si estuvieran haciendo un trámite y no un procedimiento policial pero no hacían bromas ni se reían. Estaban ‘como en otra’. Laje, con su actitud, se reconocía culpable. Se lo veía rendido, entregado”.

Mala junta. Dante y Octavio se conocen desde la escuela primaria. Sin embargo, Federica insiste en que ella nunca avaló esa amistad debido a los recurrentes problemas de conducta de Laje. “Es un pibe al que yo no quería en mi casa”, cuenta la conductora. De todas formas, los chicos se movían juntos desde siempre y su buena relación se observa en sus interacciones en redes sociales.

Desde el primer momento, Dante les aseguró a sus padres y a su abogado que era inocente y que no había robado nada. Desde que quedó detenido, es su padre, Damián Casermeiro, el encargado de sus asuntos legales y de atender las condiciones en las que se encuentra.

Para la familia, cuando el joven fue detenido no tenía conciencia de lo que se venía: “Él sabía que no había hecho nada y por eso se reía en el patrullero. Pensó que era una confusión o algo así”, tratan de justificar. Es que quizás fueron esas imágenes, en donde Laje y Casermeiro muestran a las cámaras las esposas como si estuvieran orgullosos, lo que generó la mayor indignación.

Para la defensa de Casermeiro, “las cosas están rumbo a aclararse”. Ya se presentó la solicitud de excarcelación y aguardan a que el juez autorice al joven a continuar el proceso en libertad. Desde las fiscalías que intervienen, sin embargo, no los ven como un par de chicos inocentes. Los investigadores no tienen dudas de que Octavio ha sido el protagonista de diversos hechos delictivos en la zona  y mantienen mucha reserva a la hora de hablar de Dante, al que consideran un “cómplice” de su amigo.

A pesar de que Federica cree en cada una de las palabras de su hijo, insiste en que, si se llega a probar algo en su contra, quiere que pague lo que corresponda. “Que la Justicia investigue. Me parece muy bien. Pero mezclaron todo. Hay un ensañamiento contra Dante y hasta ahora viene siendo desvinculado de todo”, insiste.

En una especie de raid mediático, la conductora trató de explicar los detalles legales de la detención de su hijo pero también intentó describir su costado humano. La pregunta que giraba alrededor de cada salida suya al aire de algún programa era cómo podía ser que un joven con todas las oportunidades y con buena educación terminara detenido por la policía con un arsenal de armas falsas, un blíster de psicofármacos, teléfonos celulares, un martillo casero y el DNI de la mujer asaltada el día anterior.

“Todos los que somos padres sabemos los valores que les inculcamos a nuestros hijos. Sabemos que a veces se mandan macanas o nos dan vergüenza. Soy una mujer de bien y a mis hijos los eduqué con valores. Voy del trabajo a casa y tengo que ocuparme mucho de algunas cosas”, aseguró la conductora.

Con el padre de Dante y de su hijo mayor están separados desde hace 19 años, pero siempre mantuvieron una buena relación. De hecho, según pudo saber NOTICIAS en el último tiempo estaban conversando sobre la posibilidad de iniciar una terapia con el joven detenido y hasta habían consultado a un profesional por su perfil rebelde y, a veces, un tanto difícil de manejar. A pesar de los obstáculos que tenían para relacionarse con el adolescente, al que describen como “desafiante”, nunca se imaginaron que sus problemas los iban a llevar a esta situación.

En redes sociales, Dante reivindicaba este costado suyo: sus fotos lo muestran como un chico extravagante. En su cuenta tiene publicadas fotos suyas de cuando tenía 11 años jugando con armas falsas. Al contrario de lo que se especuló en los últimos días, la crianza de Federica con sus hijos es descrita, según un allegado a la familia, como “súper estricta”. “Es una mina con muy buenos valores. Pasa que cuando hay crianzas tan estrictas se forman chicos rebeldes”, agrega.

El otro drama. En medio de este escándalo, esta semana apareció también la historia del otro hijo de Federica, G., que en 2017 tuvo que cumplir una orden perimetral durante 30 días luego de que una ex novia suya, Camila Radici, lo denunciara por violencia de género. A pesar de que el asunto no es nuevo, con la aparición del apellido familiar en los medios, la historia resurgió y puso en evidencia la complejidad de algunas situaciones.

G. fue diagnosticado con Asperger a los 14 años y hoy tiene 22. Si bien su síndrome es leve, le ha generado grandes dificultades en su vida, sobre todo a la hora de relacionarse con amigos o con chicas.

En 2016 se había inscripto en el Centro Universitario de Vicente López para cursar la Tecnicatura Superior en realización de Cine, Televisión y Video. Ahí conoció a Radici y al poco tiempo comenzaron una relación de noviazgo. “Yo tenía 18 y el 19. Empezamos a salir y al poco tiempo empezó a manifestar conductas violentas físicas y psicológicas. En enero de 2017 empecé terapia y al mes decidí cortar la relación. Ahí empezó el hostigamiento y yo digo que ahí lo conocí de verdad: me mandaba audios diciéndome que me iba a violar. Lo bloqueé en las redes y se armaba cuentas truchas para seguir. A una cuenta le puso ‘Jorge Mangeri’. Tuve mucho miedo y por eso terminé por poner un abogado y el Tribunal me otorgó una perimetral”, cuenta a NOTICIAS la joven.

Su relato es dramático y Radici cuenta que, hasta el día de hoy, continúa en tratamiento por lo que vivió con G. Sin embargo, en esta historia había un factor clave que, en parte, podría explicar lo que sucedía: el joven no había querido que ella, ni que ninguno de sus compañeros, supiera que él tenía Asperger. El bullying permanente en el colegio secundario y el temor a ser discriminado lo llevaron a convencer a su familia de mantener oculta esta condición.

Según Andrea Abadi, psiquiatra infanto juvenil de la Fundación INECO, muchas veces esta dificultad para hacerlo público tiene que ver con que “hay un tabú en lo que respecta a trastornos psicológicos y psiquiátricos. No es lo mismo que con otras patologías. Si un chico tiene diabetes o celiaquía, los padres lo comentan, lo dicen. Pero en estos no. Desde depresión hasta trastornos del espectro autista, hay un prejuicio en comunicarlos”.

En este sentido, Federica reconoce hoy como un error no haber hablado con la joven durante el noviazgo. En el afán por acompañar a su hijo en el ingreso al mundo adulto, dejó que tomara esta decisión. Su dedicación a G. fue absoluta y asegura que, en alguna medida, haberse corrido de los medios tuvo que ver con eso.

El problema de G. con Radici escaló y, además de la orden perimetral, el instituto donde estudiaban decidió expulsarlo. Había otras chicas que manifestaban haber sido maltratadas. En la institución, los alumnos se organizaron y exigieron que el joven no pueda volver a ingresar.

“El tema del Asperger no cambia ni justifica lo que tuvo que atravesar Camila, que realmente la pasó muy mal y al día de hoy quedan las secuelas”, insiste el abogado de la joven, Alejandro Battaglia.

Para Abadi, “los episodios de violencia protagonizada por personas con Asperger pueden suceder, sí. Si suceden, pueden darse por los altos niveles de angustia que manejan al no poder integrarse de la manera que ellos anhelan. Frente al estrés social, reaccionan de esa manera”, insiste. Este es el mismo análisis que hace Federica sobre su hijo, que sufrió bullying durante la secundaria y que siempre intentó, de manera frustrada, establecer vínculos o grupos de amigos. Para ella, varios de los problemas a los que tuvo que enfrentarse su hijo se resumen en su búsqueda por conseguir ser reconocido o querido por sus entornos.

En la otra vereda está Radici, la víctima de G., que está convencida junto a sus compañeras de que su caso no logró resonancia mediática debido a la influencia de Federica en los medios de comunicación.

Federica nunca se imaginó que iba a tener que dedicarse a dar los detalles más íntimos de su vida y de la crianza de sus hijos. La detención de Dante desembocó en una crisis familiar que se trasladó a los medios de comunicación. Ella está convencida de que hay algo detrás de la cobertura mediática: por un lado, dice, quieren encubrir a Laje y, por el otro, se le reprocha su afinidad K. Hasta que no haya nada que lo compruebe, no duda sobre la inocencia de su hijo.

por Marcos Teijeiro, Giselle Leclercq

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