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PERSONAJES | 15-06-2019 13:41

Bernardita Siutti: “Quisiera usar los canjes para ayudar”

Se declara antiinfluencer, pero en Instagram, desde su cuenta @mami.albanil, inspira a miles a hacer sus propios arreglos de albañilería. Libro y prejuicios.

Una de las primeras preguntas que surgen al cruzarse con la cuenta de Bernardita Siutti, alias @mami.albanil, es cómo llega una mujer a ser referente en albañilería. Bastan unos minutos de conocerla en vivo, sin embargo, para dar por tierra con las dudas. Intrépida, mandada, un poco caradura: es puro chiste y simpatía, entonces queda claro que el rol de autodidacta le queda perfecto. Porque sí, es imposible imaginársela esperando sentada los tiempos eternos de cualquier plomero, albañil o pintor, y sí, en cambio, es lógico verla fratacho en mano y emprendiendo la tarea por su cuenta.

Para ella, no fue tan natural. Mamá de tres mujeres (Elena, Amelia e Inés), hubo un tiempo en que su vida no consistía en filmar tutoriales con ellas revoloteando alrededor. Antes supo estudiar cocina y trabajar en gastronomía e indumentaria. También estudiar Publicidad y trabajar en producción, así como tener una empresa de locaciones con la que alquilaba espacios para filmaciones. “Como trabajaba en casa y tenía bastante tiempo libre, me dedicaba a arreglarla, porque era vieja y estaba hecha pelota”, recuerda. Para cuando la crisis llegó a su rubro, ya llevaba varios proyectos caseros a cuestas, y en un asado selló su suerte. “Todos se reían de que me hiciera la albañil y medio chicaneándolos les dije que me iba a abrir una cuenta en Instagram y la iba a romper”, sonríe. Lo que sobrevino fue un malón de seguidores (ya supera los 250.000), cientos de tutoriales y “Mami Albañil, guía práctica para enchularlo todo”, libro que acaba de salir del horno.

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Noticias: ¿Se encontró con prejuicios al inicio?

Bernadita Siutti: Al principio la gente no entendía nada. ¡Una rubia con fratacho! Y había mucho halago, del estilo “Qué bien te quedó”. Pero después hubo un quiebre y se empezaron a animar. Quizás subía un tutorial de cómo reparar una humedad y a los dos días me decían que lo habían hecho. Se generó una red de mujeres que se animaban a hacer arreglos en sus casas.

Noticias: ¿Qué le generó eso?

Siutti: Felicidad. Siempre digo que más que influencer, esta es una cuenta que inspira. Influyo en la gente a comprar ciertos productos, pero más inspiro a que se pongan las pilas y arreglen esa pared que tienen rota hace años. También que vean que lo pueden disfrutar. Mi claro ejemplo es el borde de la pileta: fue súper difícil y estuve a punto de llamar a un albañil porque las baldosas pesaban mucho y había que nivelar muy bien. Pero lo logré y cada vez que me meto, sigo sin poder creerlo.

Noticias: Así como hay prejuicios, en las redes hay haters, ¿cómo los maneja?

Siutti: Me cuestan mucho porque le pongo todo a la cuenta. Como soy en la cuenta, soy en mi vida, y fue virando para lo solidario. Entonces soy inocente y pienso: “¿Cómo pueden criticar si estoy haciendo cosas para el bien de otros?”. Me cuesta mucho no engancharme. Trato, pero hay comentarios que no puedo creer y tengo que responder. Más que costarme, me duele. Hay gente con mucho odio y sobre todo son mujeres. Siempre digo que la sororidad está de moda, pero no la veo tan en práctica.

Noticias: ¿Cuánto hay de catarsis en la albañilería?

Siutti: Es una terapia. Agarro una espátula y estoy en mi salsa, me siento como la gente que sale a correr. No pienso en otra cosa y puedo estar horas. Además, empezás a cebarte. Pegaste un zócalo y terminás pintando toda tu casa. Te motivás porque esto sólo es maña e Internet.

Noticias: ¿Su casa es un proyecto permanente?

Siutti: Sí, y un caos permanente porque estoy siempre en obra. Debería hacer una cuenta paralela del lado B porque a veces pinto una pared, no llego a terminarla y digo: “Pinto hasta la foto y mañana sigo”. Por hacer eso, tardé seis meses en terminar el baño… Ahora que la cuenta creció mucho, trato de hacer espacios más chicos.

Noticias: ¿Qué descubrió de sí en este proceso?

Siutti: El costado solidario y lo mucho que uno puede hacer con las redes. Me llamaron de fundaciones y escuelas y aprendí que si uno se implica, podés ayudar. No me quedé sólo en compartir la historia de alguien que necesitaba que donen sangre. Estoy en un proyecto que se llama “Todos por Mili” y le conseguí una casa a una chiquita con parálisis cerebral. Le habían armado una cuenta para pedir ayuda, un día mostraron cómo vivía y mis seguidoras me arrobaron pidiendo que la ayude. Fui a Pergamino a verla y encontré una casa sin cimientos, donde tiraron cemento y levantaron paredes, por lo que no se puede arreglar porque no lo resiste. Viviendas Roca donó una casa y en mayo la empezamos a hacer. Fue increíble, me largué a llorar cuando me lo dijeron. Tengo un hashtag que es #usemoslasredesparasumar, y si bien un montón de canjes me los quedo, con otros ayudo. Mi idea es que mi casa deje de ser un cocoliche, no vivir más en obra y usar esos canjes para ayudar.

Noticias: ¿Cómo maneja el tema de exponer a sus hijas?

Siutti: A la que más muestro es a la chiquita porque está más conmigo. ¿Viste que todos los chicos quieren ser youtubers y miran videos de cómo abren juguetes y dicen: “Hola amiguitos, bienvenidos a mi canal?”. Ella, cuando era más chica, decía “Amigos canal” y generó un código que mis seguidoras aman. La más grande ya no quiere que la muestre tanto porque me siguen muchas mamás del colegio. Pero están en la tapa del libro y están súper orgullosas. De hecho, dejamos uno firmado en la biblioteca del colegio.

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Noticias: ¿Las dja meterse en los proyectos?

Siutti: Se meten a hacer quilombo. Y eso es lo que más le gusta a la gente de mi cuenta. Hago videos con marcas y lo filman de un modo súper profesional y no funciona tan bien. A mis seguidores les gusta que esté pintando la pared y pase una de mis hijas en pijama o me muevan la cámara. Se identifican con lo real.

Noticias: ¿Siente que su cuenta pegó porque cayó en un momento fuerte del feminismo?

Siutti: Sí y porque es de nicho y no había nada así. Más en Instagram, donde es todo muy estético. Antes sólo estaba el “Do it yourself” de cómo hacer una lámpara, muy de la mujer que sólo podía hacer una tarta y patinar una cómoda. Sin desmerecer, pero es otro contenido y un pensamiento anterior. Además la gente compró mucho el personaje. Es un rubro que es un embole, entonces me disfrazo, pongo música y tiene onda porque tres minutos mirando cómo se arregla una humedad no es divertido.

Noticias: ¿La cambió también?

Siutti: Mucho. Cambié mi manera de pensar, conocí realidades muy distintas. No era una tarada, pero vivía tranquila en mi tupper y con esto conocí otros mundos.

Noticias: ¿Esta suerte de liberación tuvo que ver con su separación?

Siutti: Sí. Sentí que necesitaba volar un poco, que no me alcanzaba. No es nada contra él, no era la persona. Fue un crecimiento interno.

Noticias: ¿Se anotó en algún curso o sigue siendo autodidacta?

Siutti: No, súper autodidacta y mucho aprendizaje en Internet. También de albañiles que han venido, además de volver loco a mi primo, arquitecto. Una vez me quise hacer la “Boba la demoledora”, le entendí mal una explicación y casi se me cae un techo encima. Pero salvo aquella vez, hago cosas con responsabilidad. No me meto con el gas y no tanto con electricidad, sólo cuestiones muy básicas. Me gusta más la masa, la mezcla, la obra de polvo, el caos.

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Noticias: ¿Qué desafíos le quedan?

Siutti: Me gustaría armarme una casa de cero para mí. También crear una fundación en donde enseñar a mujeres estos oficios para que tengan una salida laboral. La primera “Enchulada solidaria” fue en Fundación Oficios, que hace eso para mujeres y hombres. Me gustaría armar un lugar en el que las mujeres puedan venir a aprender, que tenga incluso una guardería donde dejen a sus hijos si los tienen y puedan salir adelante.

Noticias: ¿Por qué se declara antiinfluencer?

Siutti: Porque mi cuenta es cero estética, no respeta horarios de subida, mis fotos son muy malas. A veces tengo que hacer un chivo y después me doy cuenta de que hice cuatro historias con la bragueta baja. Me pasan esas cosas… No sigo las reglas del algoritmo.

Noticias: ¿Siente el compromiso de no vender humo?

Siutti: Sí. Cuando hago chivos lo cuento y jamás digo la palabra “comprar”. No me gusta cuando en otras cuentas muestran marcas y dicen que lo compraron, tomando a la gente de tarada. Trato de no mostrar cosas que no me gustan, que no pondría en mi casa. Y digo cuando algo es fácil o complejo.

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Noticias: ¿Cómo le llegó la propuesta del libro?

Siutti: Siempre digo que Mami Albañil es el divague del año porque ni yo le tenía fe. Un día me llamaron del programa de Mariana Fabbiani y despegó la cuenta. Estaba en 10.000 seguidores y subieron de a mil en el programa. Volví a casa y tenía muchísimos mensajes filtrados y uno era de Planeta. Me hablaron de sacar un libro y pensé que iba a tener una sección en uno de influencers. Cuando me dijeron que era sólo mío, me empecé a reír. Pero así surgió. Después me acordé de que una vez una amiga me quiso regalar para una Navidad un libro de albañilería y no había, así que me terminó comprando uno sobre reciclar muebles, que además era importado. ¡Ahora hay!

 

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Vicky Guazzone di Passalacqua

Vicky Guazzone di Passalacqua

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