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PERSONAJES | 18-06-2019 13:05

Facundo Calvo: “Sé que mi papá quiere vivir”

Creció rodeado de actores, en un set de TV y detrás de un escenario. Las huellas de su papá “Carlín” y su delicado estado de salud.

Apenas dio sus primeros pasos en la actuación el año pasado, como parte del elenco de la exitosa tira “100 días para enamorarse”, que emitió Telefe. Entonces confirmó que quería seguir el mismo camino de su famoso papá, Carlín Calvo (66). “Siempre estuve cerca y siempre me gustó, pero tuve dudas, hasta que empecé a estudiar teatro, a los 15 años. Este verano, cuando terminé la tira, me surgió la posibilidad de hacer la obra “Convivencia obligada”, que estuvo en cartel en el teatro Regina hasta hace un par de meses. Cada cosa que hacía me confirmaba que estoy en el camino correcto. Me siento cómodo, me gusta este oficio de actor”, relata el joven, mientras toma un café caliente. Tiene la misma mirada y la sonrisa seductora de su papá. Durante la charla, que transcurre en un banco de los bosques de Palermo, Facundo habla varias veces de Carlín, y lo hace con mucha emoción.

Noticias: ¿Cómo se dio esa primera oportunidad de trabajo?

Facundo Calvo: Por casting. Fui el nerd del grupo de los chicos de “100 días para enamorarse” y agradezco esta oportunidad de arrancar bien arriba en televisión. Me hice amigos y todavía seguimos viéndonos con ese grupito. Disfruté mucho de la experiencia. Ahora sé que quiero hacer esto. En la escuela me iba bien y en los cinco años sólo me llevé literatura y lengua de 5º. Cuando terminé, me anoté en Psicología y tuve un paso express por la facultad, duré dos meses. Mi mamá (Carina Galucci) quería que estudiara algo y ella, aunque no ejerce, es psicóloga. Así que está claro que lo mío era seguir los pasos de mamá o papá. Hice el intento, pero la psicología no era mi camino. Ese año seguí estudiando Teatro con Norma Angeleri. Fue un año intenso.

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Noticias: ¿Se abren puertas por ser el hijo de Carlín?

Calvo: Si, se abren más puertas por ser “el hijo de”, pero me tengo que ganar el lugar. Esa es la contradicción. Por otra parte, no está tan bueno ser “el hijo de” pero no puedo hacer nada y no me voy a pelear con eso. Es verdad que tengo más chances y lo agradezco, pero depende de mí si logro quedarme en el medio y avanzar. Trato de ser yo, de ir haciendo mi camino y que mi viejo esté orgulloso de mí.

Noticias: ¿Le molestan las comparaciones?

Calvo: Sé que van a haber comparaciones porque a todos los “hijos de” les pasa lo mismo y no me molesta, para nada. Físicamente nunca me vi parecido a mi papá, pero cuando miré algunos capítulos de “Amigos son los amigos”, me di cuenta de que tengo muchos gestos suyos. Además, el director de la obra “Convivencia obligada” fue Ernesto Medela, que también dirigió a mi papá en varias oportunidades y ya en el primer ensayo me dijo que le hacía acordar a mi papá. Es un halago porque, de alguna manera, siento que estoy haciendo las cosas bien. Mientras, también trabajo como administrativo en la productora de Javier Faroni. Fue mi papá el que hizo entrar a Javier al medio. Siempre me cuenta que cuando él tenía 12 años, encontró a mi papá en la playa y se acercó a saludarlo porque lo admiraba. Entonces mi papá lo invitó al teatro; en ese momento estaba haciendo temporada en Mar del Plata. Ahí arrancó Faroni, de chiquito, y nunca más salió del teatro. Quizás, dándome trabajo retribuye ese gesto que mi papá tuvo con él. Ahora hay proyectos para hacer teatro. Estamos ensayando la comedia “Amoricia”, con dirección de Ernesto Medela, que vamos a estrenar a mediados de año en el teatro El Porteño. Quiero seguir formándome, aprendiendo. Me da un poco de ansiedad pensar en lo que viene pero creo que es lo normal. Recuerdo que mi primera vez en el escenario estaba muy nervioso, pensando que no iba a poder hacerlo y, sin embargo, ahora cada vez me siento más cómodo. Es miedo y falta de experiencia. De a poco, estoy más seguro y sé que puedo.

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Noticias: Hay mucha gente del medio que quiere mucho a su papá y eso también juega a su favor.

Calvo: Es verdad, me crié rodeado de actores, directores, autores, y siento que es un espacio natural para mí. Con Pablo Rago compartimos algunos capítulos de “100 días para enamorarse” y fue muy lindo porque me conoce desde chiquito y tenemos buena onda. Recuerdo que hicimos una escena que fue un guiño para mi viejo, porque en un momento, en la ficción, le llevaba un disco del Flaco Spinetta y le decía: “Se lo saqué a mi viejo”. Y él me contestaba: “Qué grande tu viejo”. Algo así. Estuvo bueno, muy lindo. Y me dijo que le gustaría trabajar conmigo alguna otra vez, para llamarme “péndex”, que es como le decía mi papá a él en “Amigos son los amigos”. Las vueltas de la vida, ¿no? Agradezco poder compartir con actores que trabajaron tantas veces con mi papá. Muchos me quieren a mí porque adoran a mi papá. Lo sé. Era muy lindo ir a grabar. Siempre buena energía.

Noticias: ¿Su mamá está de acuerdo o insiste en que siga una carrera universitaria?

Calvo: Es verdad que mi mamá quería que estudiara, pero me apoya en mi elección. Me banca siempre y es mi fan número uno. Fue a varias funciones de teatro y, desde el escenario, yo escuchaba que festejaba cada uno de mis gags. ¡Su risa sobresalía por sobre la del público! Vivimos los tres juntos, con mi hermana Abril (12). Y mi papá vive cerca, con las enfermeras. Con mi hermana tenemos nuestras peleítas, pero nos llevamos bien. Abril quiere ser bailarina.

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Noticias: ¿Cómo está su papá?

Calvo: Bien, dentro de todo. Está estable. La pelea todos los días. Le quedaron secuelas del último ACV, que tuvo en 2010. El año pasado tuvo una infección urinaria y quedó internado unos días. Fue complicado porque retrocedió un montón, perdió un poco más la movilidad y cada vez es más difícil la recuperación. Pero ahí va. Dentro de todo está bien y sé que no sufre. Es lo más importante. Sé que mi papá quiere vivir, acepta lo que le pasa y nosotros también aprendimos a aceptar. Al principio decís: “Qué cagada que pasó esto”. Pero es lo que hay. Ya está. Tiene días mejores y otros no tanto. Cuando lo visito, me escucha y se ríe. Pero no es que se ríe de cualquier cosa, por eso sé que me entiende. De vez en cuando lo visitan sus amigos y le encanta: Marcelo De Bellis, Matías Santoiani, Diego Pérez, Fabio Cuggini, Javier Faroni. Uno de los que más lo hace reír es Carlitos Olivieri, que fue su director en varias oportunidades. Y mi tío Andrés, que es su hermano, también. Los muchachos lo siguen bancando. Una de las cosas que más disfruto con mi papá es ver los partidos de Boca. Porque soy de Boca, como mi papá, pero no tan fana. De todas maneras, nos sentamos frente a la tele cuando juega y compartimos ese momento. Quizás, si estuviera yo solo, no vería los partidos. Es algo que nos une.

Noticias: ¿Qué le dijo cuando le contó que quiere ser actor?

Calvo: Se puso contento. Sé que mi papá está orgulloso de mí. Cuando supe que iba a hacer la obra, fui corriendo a contárselo, me sentí un nene. Ese día me dijo: “Excelente, extraordinario hijo”. Con eso me bastó. No pudo ir a verme al teatro porque tiene su rutina y se acuesta temprano. Y era todo un lío. Le grabé la obra y vamos a verla juntos uno de estos días. Mi papá tuvo el primer ACV en el ’99, cuando yo estaba en la panza de mi mamá. Ese no le afectó tanto y se recuperó rápido. Y cuando tuvo el segundo, en 2010, yo estaba en el teatro, esperando que él saliera a escena. Ese día se suspendió la obra, “Taxi 2”, y no volví a verlo hasta dos meses después. Tenía diez años. Recuerdo que esa noche no entendí lo que pasaba hasta que, al día siguiente, mi mamá viajó a Mar del Plata. Me la dibujaron porque era chico.

Noticias: ¿Fue duro crecer con un papá tan delicado de salud?

Calvo: Creo que sí. Pero lo pude llevar bastante bien. Durante un tiempo tuve bloqueado lo sucedido, o negaba la gravedad de lo que pasaba. Con dos ACV, y a pesar de todo, estoy agradecido de seguir teniendo a mi papá, poder visitarlo todas las semanas, contarle mis cosas. Quizás haya días que no me entienda tanto pero muchas otras veces conectamos bien. Y sigo teniéndolo conmigo. Hay momentos en los que me pongo mal y entonces trato de pensar que al menos está acá. Si puedo hacer que se ría un rato, ya está. Somos una familia unida; mi mamá se encarga de todo y cuando mi papá la ve, le brillan los ojos. Ella siempre lo cuidó y está pendiente de él. Sé que se quieren mucho. Mi hermana tiene pocos recuerdos con mi papá porque tenía tres años cuando pasó. Y conectan menos. A veces me pongo a pensar y duele. Pero podría haber sido peor. Me quedo con lo mucho que quiere la gente a mi papá. Si alguien me reconoce o sabe quién soy, me dice: “Vos fumá (ríe)”.

Noticias: ¿En estos años tuvieron problemas económicos?

Calvo: Hubo momentos más complicados pero nada grave. Siempre nos la pudimos arreglar. Tenemos rentas. No podemos quejarnos.

Noticias: Cambiando de tema, ¿cómo vive un joven el empoderamiento femenino?

Calvo: Lo acompaño. Hay muchas cosas que antes se normalizaban y están mal. Hablamos con mis amigas del tema, las escucho y saben que pueden contar conmigo. También estoy a favor de la legalización del aborto. ¿Quién soy yo para decir qué tiene que hacer el otro? Mi hermana también es feminista y la tiene más clara que yo.

Noticias: ¿Y tiene novia?

Calvo: No. Tengo una amiga. Nada oficial.

 

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Liliana Podestá

Liliana Podestá

Periodista.

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