Thursday 28 de March, 2024

PERSONAJES | 05-07-2019 13:41

Mona Gallosi: “Jamás soñé con ser bartender”

Referente de la coctelería vernácula, impone su marca registrada en multiespacio propio. Machismo tras las barras y colegas desatadas.

Mona Gallosi tiene la belleza misteriosa de su tocaya del lienzo famoso, matizada con aires arrabaleros. Su historial asegura que siempre fue una mujer de contrastes. Patagónica pero con alas porteñas, autodidacta en los etílicos, es “la” bartender con sello propio, salida de una casa con padres abstemios, que rompió con los convencionalismos. Llegó al gusto a través del oído creando tragos por la radio, quebró con la lógica edulcorada en la copa femenina y hasta armó una carta de cócteles con jugos en sobrecitos.

Arrasadora, quizás viviendo a cuenta de la época en la que estuvo postrada, se convirtió en embajadora de marcas de prestigio y armadora de barras y de lugares que se vuelven moda. La maternidad le hizo pisar el freno: “Delfo es el responsable de muchos cambios, me hizo buscar un lugar donde echar raíces”. Así nació Puente G, su megaespacio con firma de autor erigido en una antigua fábrica de Chacharita, donde busca concentrar las experiencias y goces.

Noticias: Nacida y criada en Cipoletti, hija de padres abstemios y sin pasar por ninguna academia de coctelería. ¿Cómo llegó a ser una de las bartenders más reconocidas?

Mona Gallosi: Soy un bicho raro. Madre ama de casa, padre carnicero, después metido en el petróleo, dos hermanos más grandes y la única que quería huir del valle de la Patagonia era yo. Para mí, respirar el smog de Buenos Aires era respirar hogar. Una demente. Mis padres me dejaron venir con la condición de que estudiara en La Plata. A los 20 me rebelé, dejé la facultad, cambié Periodismo por Diseño de Indumentaria y vine a la Ciudad. Fue durísimo. Vivía con un amigo médico, estudiaba y trabajaba en lo que podía. Empecé en un barcito de la calle Tres Sargentos, Lotus Downtown, limpiando mesas y a los dos meses, era la cajera. Cuando cambió de nombre a Empire Thai, pasé a la barra y fui la manager. Como diseñadora no tenía muchas posibilidades, pero en eventos y barras me iba muy bien. El curso de mi vida ya estaba marcado.

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Noticias: ¿Nunca había soñado con ser bartender?

Gallosi: Jamás. En casa cero cultura alcohólica, papá brindaba con gaseosa. Lo que más me gustaba era la cocina. ¡Soy una cocinera increíble! A mi marido lo conquisté con mi cocina, no con mis tragos.

Noticias: ¿Cómo aprendió?

Gallosi: Fui autodidacta. Leía libros, preguntaba. Al principio los clientes me decían: “¿El barman?”. El director del teatro de La Plata, un tipo viajado al que le encantaban los Martini, vino al Empire y me preguntó si le iba a preparar uno bueno. “Te voy a preparar el mejor Martini del mundo y si no está bien, el segundo te lo regalo”. Viajaba una vez por semana a Buenos Aires a tomarse mi Martini.

Noticias: ¿Qué dijo su padre abstemio cuando le anunció que quería ser bartender?

Gallosi: No le cerró. Yo había pasado un momento de salud complicado y no me iba a echar atrás. Después no pudo estar más contento. En la casa de mis viejos hay un cuadro con mi primera nota en la Rolling Stone y del diario de Cipolleti, cuando me nombraron ciudadana ilustre.

Noticias: ¿Qué problema tuvo?

Gallosi: A los 23 quedé postrada por tres meses. Cargar heladeras complicó un problema de columna de mi nacimiento con fórceps. Perdí la movilidad del brazo y la pierna y tuvieron que operarme de una hernia que casi me compromete la médula. Mi papá se hizo cargo de mi prótesis, de mi alquiler y volvió a hablarme después de dos años. Volví a nacer y el miedo me hizo aprender a tener más control sobre mi cuerpo.

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Noticias: Me intriga: ¿Mona es un nombre real o de fantasía?

Gallosi: Me llamo María Cecilia. El sobrenombre me lo puso mi hermano. Decía que era tan fea como un mono tití. Hasta que le dijeron que como era una chica sería una mona y me taladró tanto que cuando me preguntaban cómo me llamaba, decía “Mona Gallosi”.

Noticias: Origen cero glamoroso...

Gallosi: Explicaba que de chica me colgaba por las ramas. Nunca dije que era porque creían que era fea.

Noticias: ¿Cómo les cae el avance de las mujeres a los bartenders hombres?

Gallosi: Muchos de la nueva generación todavía son machistas. Nunca lo sufrí, pero mis colegas sí. Tengo un costado masculino muy desarrollado y me manejo fácil entre los hombres. Cuando empecé a ser conocida, hubo gente que se molestó. Pero me conocieron y se dieron cuenta de que no me vino de arriba, soy una hormiguita trabajadora.

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Noticias: ¿Y entre las mujeres? ¿Hay celos?

Gallosi: Hay camaradería. Antes éramos pocas. De la misma generación somos Inés (De los Santos) y yo. Les abrimos el juego a las nuevas generaciones. Pero hay algunas que son polémicas.

Noticias: ¿Cómo es ser una bartender polémica?

Gallosi: Que te subas a la barra a hacer un shot una vez, puede ser divertido, pero cuando te pasaste la noche trepada a la barra es una falta de respeto. No piso el lugar donde te sirvo. Soy divertida, pero tengo decoro y cuidado. En las redes hay bartenders que están mostrando el culo. En vez de mostrar el trabajo, se muestran en pelotas.

Noticias: Se casó hace poco, ¿cómo fue meter un matrimonio en su agenda?

Gallosi: Hace un año y medio. Juan Pedro Zambón es productor de eventos gigantes, como el Dakar o el G20. Nos conocimos en Paraguay. Me conocía por la radio y me llevó a hacer un evento. Los dos estábamos en pareja, pero hubo como un brillito. Cinco años después nos volvimos a ver en el Salón del Automóvil. Estábamos solteros, pero es tímido y pasaron tres meses hasta que le pedí que me invitara a salir. Fueron dos años de idas y vueltas y un día lo encaré: “Mira que corro rápido y quiero todo esto para mi vida, será con vos o con otro”. Acá estamos.

Noticias: ¿Su hijo la cambió?

Gallosi: Era muy nómade y cuando llegó Delfo, sentí la necesidad de echar raíces. ¡Somos padres grandes y primerizos! Tuvimos que aplazar agendas, cambiar hábitos, ¡hasta cambiar la decoración de la casa! La idea de un espacio propio vino para estar más tiempo con Delfo. El año pasado me hice la súper poderosa y armé todo yo. Terminé firmando un contrato en un lugar no habilitado y me estafaron bonito. Ahora busqué un inversor “in house”, Juan es mi marido-socio. ¡Le hice vender su departamento de soltero!

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Noticias: Puente G es un nombre que juega con el erotismo...

Gallosi: ¡Obvio! A todos se les escapa el fallido ¡y dicen Punto G! Es un espacio nacido del placer femenino. Es un espacio académico, cultural, social y gastronómico. La idea es conocimiento a través del disfrute: arte, catas, libros, talleres... hasta yoga.

Noticias: ¿Trago favorito?

Gallosi: Está mal que lo diga, pero amo el vino. Me gustan los blends, tengo mi cava y colecciono vinos. Pero un trago que me identifica es el old fashion: es rústico, fuerte, soberbio, pero al final es dulce.

Noticias: ¿Soberbia?

Gallosi: Los que no me conocen dicen que miro de arriba, ¡es porque tengo el cuello duro!

Noticias: ¿Alguna vez se emborrachó?

Gallosi: Las cuento con los dedos de la mano. Nadie me vio en pedo, salvo mi marido (risas). Muchas mujeres estaban acostumbradas a los tragos dulces. Pero dulce no significa más rico ni que te emborracha menos. La fermentación del azúcar hace que el alcohol te pegue más rápido.

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Noticias: ¿Enseñó a hacer tragos con sobres de jugo dietético?

Gallosi: Sí ¡y me mataron! Con Tato (Giovannoni) nos reíamos porque uno de los tragos más vendidos de Florería Atlántico era uno con sal de pomelo, ¡y era pomelo de sobrecito! Hice esa experiencia porque me movilizó el tema del alcohol y los chicos. Un sobrino quedó noqueado en la previa de su graduación. Decía que había tomado vodka con jugo de naranja. ¡Pero la proporción fue un sobre de jugo por botella! Quise enseñarles.

Noticias: ¿Qué está de moda?

Gallosi: Lo último es el cognac. Una bebida noble en cócteles, como el ron o el whisky. No conviene tomarlas solas. También está el revival del gin tonic. No estamos lejos de lo que sucede en el mundo, pero nos falta que cada bar tenga su identidad.

Noticias: ¿Qué la emociona?

Gallosi: La pasión que alguien le pone a algo o ver crecer a la gente que trabajaba conmigo. Soy súper sensible, por eso no miro noticieros. Parece que vivo en una burbuja.

Noticias: ¿Adónde se ve dentro de diez años?

Gallosi: Con varios “Puentes” en el planeta y con más tiempo para disfrutar. Quiero recorrer Latinoamérica, conocer Asia y una asignatura pendiente: estudiar dirección de arte gastronómico.

Noticias: ¿Se viene el libro?

Gallosi: Ya planté el árbol, tuve un hijo y en breve se viene el libro, cartón lleno.

Por Gabriela Picasso

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