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MUNDO | 07-07-2019 15:28

Italia xenófoba: Capitana vs. Salvini

Carola Rackete se convirtió en ícono de la defensa de los derechos humanos en Europa tras atracar la Sea Watch 3 sin permiso.

Carola pasó 14 días a bordo del barco Sea Watch 3, a pocas millas del puerto italiano, esperando una orden que nunca llegó. Con 43 personas rescatadas del mar, entre los que se contaban niños pequeños, enfermos y mujeres embarazadas, y el peor sol del verano pegando de lleno en una nave de no más de 50 metros, la joven capitana decidió que las cuestiones de humanidad están por encima de la ley, y de ella misma.

Rescate. El 13 de junio la nave de la ONG holandesa asistió a 53 naufragos de las costas líbicas, rehusandose a portarlos a Trípoli, la ciudad donde se tortura a los refugiados en centros clandestinos de detención y que hace unos días fue fuertemente bombardeada.

Sea Watch no obedece, y pide ayuda a Italia, a Malta y a Holanda. El vicepremier y ministro del Interior, Matteo Salvini, haciendo uso del Decreto de Seguridad Bis recientemente aprobado, bloqueó el desembarco de los refugiados a Lampedusa, el puerto más cercano. Sea Watch se dirigió entonces a la Corte Europea de los Derechos Humanos pero su propuesta también fue rechazada.

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El 26 de junio, la comandante decide un desembarco forzado, aludiendo un estado de “necesidad”, chocando en la maniobra a un barco oficial italiano que intentaba impedir el arribo al puerto. Inmediatamente a la llegada a Lampedusa, Carola es arrestada y acusada de “resistencia y violencia contra una nave de guerra” así como de “favorecimiento a la inmigración clandestina”.

Las imágenes de Carola al momento de su arresto mostraron lo peor de los discursos xenófobos y misóginos con los que ciertos sectores afines a Matteo Salvini defienden estas políticas de puertos cerrados. El propio ministro del Interior, utilizó sus redes sociales para alimentar estas reacciones: delincuente, criminal, niña rica fuera de la ley, fueron sus expresiones al tiempo que pidió la cárcel -o la expulsión del país- para la joven alemana, quien se arriesga a recibir una condena de 15 años de prisión, además de una gran multa y la sustracción de su barco.

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Bio. La Comandante Carola, con sus 31 años, navega los mares del mundo desde los 23. Desde sus prácticas profesionales incluyen un rompehielos en el Ártico para el Instituto Alfred Wegener; ser segunda oficial del Ocean Diamond y del Silver Explorer; como ecologista para Greenpeace; como comandante del Antarctic Survey británico; y desde el 2016 como voluntaria de Sea Watch, de bandera holandesa.

Del Polo Norte a Lampedusa, la capitana alemana volvió a dejar al descubierto la insensatez humana, la xenofobia y la falta de respeto por la vida de las personas, que gobiernos como el italiano están llevando adelante. “Se estima que 2.275 personas murieron o desaparecieron durante el cruce del Mediterráneo en 2018, a pesar de una caída considerable en el número de personas que llegaron a las costas europeas. En total, 139.300 refugiados y migrantes llegaron a Europa, el número más bajo en los últimos cinco años”, reza el último informe publicado por ACNUR, la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas.

Esperé el acuerdo político pero no llegó, y cuando me trajeron un informe médico que decía que la situación a bordo era insoportable, decidí entrar al puerto”, expresó la joven comandante quien temía por posibles suicidios o acciones irresponsables por parte de los refugiados, quienes vivían una situación traumática luego de semanas a la deriva. Esperar, era una crueldad inútil.

Seguramente la imprudencia de Carola derivará en un acción penal por parte de la justicia italiana, pero las razones humanitarias a las que alega no pueden pasarse por alto. "Presentaremos una queja formal contra Salvini porque él puso a la comandante del Sea Watch en la posición de no tener otra opción", expresó Leoluca Orlando, el alcalde de Palermo durante una conferencia de prensa. “Estamos en presencia de un ataque de seguridad organizado por el ministro del Interior, Matteo Salvini, que no tiene en cuenta la seguridad de los seres humanos. La ley del mar requiere que un comandante salve a los que están en peligro, sin distinción entre los migrantes y los pasajeros de cruceros: esta misma ley también requiere decidir dónde se encuentra el puerto seguro para la transferencia de náufragos”, agregó Orlando.

División. Desde Alemania, los principales referentes políticos apoyaron la decisión de la comandante y se manifestaron en contra de la criminalización del rescate de los refugiados por parte de las ONG’s, instando a Italia a encontrar una “solución europea” a la problemática. Sin embargo, Carola ha sido la primera a desafiar las nuevas leyes anti-inmigración de Salvini y con este caso se está metiendo en juego la vida y la muerte de los próximos refugiados que intenten cruzar el Mediterráneo Central.

“No pienso que en esta fase Carola sea expulsada del país”, sentenció ante la prensa el abogado de la Sea Watch Alessandro Gamberini, desde Agrigento, luego del interrogatorio de la comandante ante la justicia italiana. “Nuestro ministro deberá contener un poco más su ira”, agregó.

Con las relaciones tensas entre los diferentes países europeos ante la elección del nuevo Presidente del Parlamento comunitario, las posibilidades de encontrar un acuerdo coherente para afrontar la crisis de refugiados más grande que está viviendo la humanidad luego de la Segunda Guerra Mundial, parecen ser nulas. Luego de los acuerdos vergonzosos entablados con Turquía y Libia, la criminalización de la ayuda humanitaria y la nula intervención de los gobiernos, es imposible saber cómo es la situación real de los refugiados en el Mediterráneo. Otra vez llegó el verano a Europa, y sus playas se llenan de turistas, mientras las playas del norte de África destilan muerte y tortura. Carola se expuso con su propia vida para combatir las leyes inmorales de una Europa ciega, con la idea clara de que, como dijo Oscar Camps, director de la ONG Proactiva Open Arms, “de la cárcel se sale, del fondo del mar no”.

"Salvini no está solo, también en España multan a quienes salvan vidas humanas, y mucho más que en Italia", se suma Òscar Camps, director de la ONG Proactiva Open Arms (que rescató a 40 migrantes, entre ellos cuatro bebés y tres embarazadas de una barca procedente de Libia), en un mensaje publicado en su perfil de Twitter con el hashtag '#AntesPresosqueComplices'. Según Camps, la "amenaza italiana" va desde los 10.000 euros a los 50.000; mientras que la española oscila entre los 200.000 hasta los 901.000.

Cómplice de Libia. En un encuentro secreto realizado en Milán, el xenófobo vicepremier Salvini recibió al Presidente libio Fayez al Sarraj, quien solicitó una ayuda más incisiva de Italia para contener la situación y “evitar la llegada a las costas europeas, no de decenas, sino de legiones enteras de fugitivos”.

Salvini, prometió entregar más patrullas navales a la guardia costera de Libia así como adiestramiento para sus fuerzas de combate, y una promesa aún más radical: lograr una toma de posición por parte de la UE de la situación de ese país, quien ya cuenta con el apoyo de Rusia y Francia. Libia se encuentra en una guerra civil entre las tropas nacionalistas de Jalifa Hafter y el Gobierno de Unión Nacional (GNA), dirigido por Fayez Al Sarraj.

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por Carla Oller

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