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ECONOMíA | 09-07-2019 11:43

Cómo les fue a los países latinoamericanos que liberalizaron el comercio con Europa

México exportó más a la UE, pero Chile, Colombia y Perú, menos. ¿La diferencia? Una industria exportadora, y no solo materias primas.

Cada acuerdo de libre comercio es distinto a otro. No es lo mismo el pacto que la Unión Europea puso en vigencia en 2000 con México, que ya venía de abrir su mercado a Estados Unidos seis años antes, que los más amplios -en cuanto a sectores económicas liberalizados- que entraron en vigor después con otros países latinoamericanos como Chile (2005), Colombia (2013) o Perú (2013). De hecho, el de México se equiparó con el resto en 2018.

No es el mismo convenio el que negociaba el Mercosur con la UE en 2010, cuando reclamaba el ingreso de 300.000 toneladas de carne vacuna y menos apertura industrial, que el que se terminó acordando ahora, con 99.000 toneladas y 90% de liberalización del mercado manufacturero. Tampoco es igual este nuevo acuerdo que el que firmaron otros países latinoamericanos, que cedieron más en términos de protección industrial y de patentes farmacéuticas.

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Sin embargo, puede resultar útil comparar cómo les fue a México, Chile, Colombia y Perú en su liberalización comercial con el Viejo Continente, de modo de tomar lecciones y prepararse para el futuro. Para empezar, recordemos que México inició su apertura a Europa cuando ya tenía desarrollada una oferta exportadora centrada en manufacturas, productos ensamblados, de las fábricas llamadas 'maquilas', pero bienes industriales al fin. En cambio, Chile, Colombia y Perú ofrecían, como hasta ahora, sobre todo materias primas, es decir, bienes de menor valor agregado. En esto no ha habido cambios significativos.

En los últimos diez años, entre 2008 y 2018, México aumentó 85% su exportación a la UE y 79% su importación desde ese club de 28 países (serán 27 cuando se marche Reino Unido). La balanza comercial bilateral, que era superavitaria para Europa en 2008, lo siguió siendo en 2018, con unos 13.333 millones de euros, 67% más que diez años atrás. Pero el 71% de las ventas mexicanas a la UE consisten en manufacturas, mientras que el 91% de las compras desde allí también lo son.

Por el contrario, a los países latinoamericanos sin el desarrollo de una industria exportadora como la mexicana no les fue tan bien en su intercambio comercial con Europa. Entre 2008 y 2018, cayó 25% la exportación de Chile a la UE, seguramente por el fin de los superprecios de las materias primas, como el cobre, producto que representa la mitad de los envíos del país vecino al exterior. En el mismo periodo, las exportaciones argentinas -sin libre comercio- al club de los 28 bajaron un poco menos, 21%, también afectadas por la desvalorización de la soja y otras commodities. A su vez, las importaciones de bienes europeos en Chile casi se duplicaron (97%), mientras que en la Argentina se expandieron 53%. La balanza comercial, que en 2008 era de 6.267 millones de euros a favor del país sudamericano, pasó a favorecer a Europa en 2018 en unos 1.514 millones. También se dio vuelta la relación para la Argentina: de un saldo favorable de 4.567 millones a un rojo de 933 millones.

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El 79% de los envíos chilenos a la UE son materias primas, pero el 89% de los europeos a Chile, manufacturas. La Argentina, con una industria más amplia que la chilena aunque con menos inserción internacional que la mexicana, exporta a Europa un 76% de recursos naturales e importa de allí un 86% de manufacturas.

En los casos de Colombia y Perú, vale la comparación entre 2012, año previo a la entrada en vigencia del pacto, y 2018. En ese lapso, las exportaciones colombianas a Europa cayeron 41%; las peruanas, el 1,6% y las argentinas, 15%. Se nota que Perú fue menos afectado por el abaratamiento de las commodities. No obstante, su canasta exportadora a Europa está compuesta por más materias primas que la argentina: 92%. Y la colombiana, 87%. En cambio, las importaciones son sobre todo industriales: 88% en el caso de Perú y 87% en el de Colombia.

Entre 2012 y 2018, las importaciones de bienes europeos en Colombia se incrementaron 8,5% y en Perú, 7%, un nivel similar al de la Argentina (8,9%). En los tres países, los saldos comerciales que eran favorables se revirtieron a favor de Europa. Colombia pasó de 3.100 millones de euros positivos a 918 millones negativos; Perú, de 2.428 millones a favor a 12 millones en contra y la Argentina, de 1.396 millones en azul a 933 millones en rojo. En fin, cifras y más cifras que demuestran que solo con desarrollo industrial podrá sacarse provecho del tratado de libre comercio con la UE. De lo contrario, serán mayores las pérdidas que las ganancias. Por lo menos eso muestra la experiencia.

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