Thursday 28 de March, 2024

CIENCIA | 07-09-2019 22:09

Últimos hallazgos en HIV: por una mayor calidad de vida

Menos cantidad de drogas, más efectivas, para mejorar la adherencia al tratamiento.

Este 2019 comenzó siendo un año muy movido en cuanto a novedades sobre HIV se refiere, cuando en marzo se dio a conocer un nuevo caso (el segundo, en once años), de remisión en un paciente libre del virus tras un trasplante de células madre. Luego, se continuó con la publicación de resultados logrados en animales a partir de técnicas de edición genética y de manejo de dosificación controlada de antirretrovirales.

En general, y más allá de la búsqueda del camino que lleve a una “cura” de la infección del HIV, lo que más cerca están son los avances vinculados a la facilitación de los tratamientos que ya están disponibles, algo de lo que se habló y mucho durante la 10ª IAS Conference on HIV Science llevada a cabo en México, en el mes de julio.

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“Lo que vemos es que la eficacia de los tratamientos en los estudios clínicos supera el 90%, algo que nunca antes habíamos logrado –explica a NOTICIAS Pedro Cahn, director científico de la Fundación Huésped, que acaba de organizar el XVI Simposio Científico -. Cuando nace la terapia combinada, los rangos de eficacia se ubicaban en torno al 60% o 65%, con lo cual un fármaco que ahora alcanzara una efectividad inferior al 90% no tendría chances.”

¿Qué es lo que está cambiando ahora en lo que a tratamiento del HIV se refiere? La forma de administrar el tratamiento antirretroviral, lo que buscan los expertos es hacerlo más confortable, más adaptado a la vida cotidiana de las personas infectadas.

“En ese sentido, estamos viendo regímenes de tableta única, o de toma de un solo comprimido diario. También está avanzado el desarrollo de medicación inyectable a razón de una dosis por mes o dos cada dos meses, que reemplazaría a las pastillas diarias”, explica Cahn, presidente de la Sociedad Internacional de Sida entre los años 2006 y 2008, y actual Consultor y Jefe de la División Infectología del Hospital Juan A. Fernández. Agrega: “Una tercer estrategia es la terapia con dos drogas en lugar de tres. En este caso, hemos probado estas estrategias en estudios generados por nosotros mismos”.

A esto se suma la investigación sobre drogas de larga vida media, que podrían llegar a aprobarse con indicación de una toma semanal, y hasta mensual. “Hay inclusive trabajos con implantes, como los que se aplican a algunas mujeres como método anticonceptivo. En este caso, los implantes serían cambiables cada seis meses o ser biodegradables. De esta forma se solucionaría la dificultad a la adherencia a los tratamientos, porque la medicación estaría siendo liberada de manera controlada”, describe Cahn.

La mira está puesta, entonces, más que en hallar nuevos fármacos, en lograr que quienes estén infectados con el virus tengan una vida más confortable. Y algunas de estas opciones no estarían demasiado lejos en el horizonte temporal: “A la terapia de dos fármacos ya estamos en condiciones de administrarla, de hecho ya tenemos pacientes. En cuanto a la medicación inyectable, basada en dos drogas, se estima que estarán siendo aprobadas en el primer trimestre de 2020, con lo cual estarían llegando a a nuestro papis seis meses más tarde”, puntualiza el también Profesor Titular del Departamento de Medicina, Orientación Infectología, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Claro, todo va a depender del costo y de cómo evolucione la convulsionada situación económica por la que atraviesa el país.

Un año movido. Corría el mes de marzo y un consorcio internacional de científicos informó en la prestigiosa revista Nature que un hombre llevaba 18 meses sin HIV detectable y sin tomar antirretrovirales. Aunque se trata de un caso que no se puede tomar como norma porque sus resultados no son escalables y no es factible ni justificable realizar un trasplante de médula para curar el HIV, los resultados son importantes porque permiten avanzar en la investigación de mecanismos de remisión del virus.

Por la misma época, en el marco de la 26 Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas reunida en Seattle, Estados Unidos, se presentaron resultados prometedores tras el uso de una técnica de edición genética en monos, encaminada a eliminar de las células infectadas que cobijan en su núcleo al virus de la inmunodeficiencia símica (VIS, análogo al HIV humano). Algo similar pero en ratones, fue comunicado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nebraska (Estados Unidos): haber podido eliminar completamente el HIV de los reservorios de ratones humanizados (aquellos a los que se les había reemplazado el sistema inmunitario por uno humano) e infectados con el HIV.

Este tipo de ensayos son los que los expertos consideran como “pruebas de concepto” para la combinación de dos técnicas que, separadas cada una por su lado, no dan resultados tan buenos resultados. Se trata del sistema de edición genética CRISPR-Cas9 y la estrategia antirretroviral LASER ART (Terapia Antirretroviral de Liberación Lenta Efectiva y Acción Prolongada). La una permite detectar y cortar determinadas secuencias de ADN en el núcleo de la célula. La otra, es una técnica que funciona a partir de modificar la estructura de antirretrovirales para integrarlos en nanocristales que quedan ubicados en las células para liberar los fármacos poco a poco y de manera controlada (en estos casos, dolutegravir, lamivudina, abacavir y rilpivirina). Los nanocristales tienen la capacidad de alcanzar de manera efectiva a los reservorios (o lugares de la célula donde se esconde) del HIV.

Durante la 10ª Conferencia Mundial sobre VIH/SIDA que se realizó a fines de julio en la Ciudad de México se anunció el desarrollo de nuevas drogas con nuevos mecanismos de acción que mejoran la tolerabilidad y reducen los costos y la cantidad de las pastillas a tomar como parte de los tratamientos. Básicamente, se dieron a conocer los buenos resultados obtenidos a partir de la toma de los regímenes basados en dos y no en tres fármacos. Son los estudios GEMINI y TANGO a los que Cahn hace referencia, entre otros.

Algo que también es una buena noticia fue que, por primera vez, expertos en sida de diversos organismos mostraron cómo en seis lugares muy distintos, como Thailandia, Malawi, Uganda, Australia, Londres y San Francisco se lograron reducir los niveles de HIV de forma drástica. Todo esto, logrado a partir de campañas que impulsan el testeo de HIV, el acceso libre y sencillo al tratamiento cuando el HIV ya está diagnosticado, el énfasis en la prevención y los esfuerzos concertados entre diversos sectores para proveer soporte social teniendo presente la lucha contra el estigma y la discriminación.

Argentina en riesgo. En el país se presentó una situación delicada cuando dos de los medicamentos utilizados para el tratamiento del HIV estuvieron en falta, hace un par de meses, mientras que un tercero tuvo que ser fraccionado porque las farmacias carecían de suficiente stock.

“Esto está en proceso de resolución –señala Pedro Cahn-, pero es inadmisible que en una enfermedad previsible suceda esto, porque ya sabemos la cantidad de pacientes que hay y los nuevos que se agregan. No estamos hablando de un brote sorpresivo de fiebre amarilla”. La otra situación preocupante, agrega Cahn, es que una técnica de monitoreo de la carga viral que permite saber si el tratamiento está siendo efectivo comienza a escasear. Se han atrasado las compras de carga viral y se ha informado que debe racionalizarse al máximo.

En la Argentina hay entre 5.500 y 6.000 nuevos casos de HIV. "Eso significa que no estamos llegando con el diagnóstico oportuno, con el testeo, a todas las personas que deberíamos llegar. Que estemos estables no es bueno en este caso. Por eso les pedimos a los médicos clínicos que no dejen de solicitarle el test de HIV a todos sus pacientes, aunque no tengan factor de riesgo. El 99,9 de las personas somos negativos, pero es fundamental detectar a ese 0,1% que es positivo porque con seis meses de tratamiento esas personas ya no son contagiosas".

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