Jorge Rial, lidera el rating en cable con su ciclo "Argenzuela". Volvió a ser un intruso, pero de la política. (Cedoc)

Jorge Rial: el rey del periodismo político de demolición

El conductor pasó de exponer a figuras del espectáculo a enfrentar a Milei. Su regreso mediático trae rating, influencia y viejos fantasmas.

Luego de varios intentos fallidos por recuperar su trono de intruso, Jorge Rial volvió a ser uno de los periodistas más temidos y decisivos de Argentina. Ya no se pelea con Vicky Xipolitakis ni con Carmen Barbieri, sino con el poder político.  

Su poder de fuego se concentra en el streaming Carnaval, que lo tiene como cara visible, en Radio 10 y en su ciclo "Argenzuela" por C5N, donde se difundieron ampliamente los audios del "Coimagate" que pusieron al Gobierno contra la cuerdas e influyeron en su derrota electoral.

Pero lo paradójico de este periodista, nacido al calor de los chimentos, es que hoy se erige como el paladín contra la corrupción oficial, pero ayer tuvo un pasado dudoso, vinculado a prácticas extorsivas y poco transparentes.

Lo contó su ex mujer y socia Silvia D'Auro en un reportaje que dio a NOTICIAS en enero del 2013 bajo el título de tapa "Confesiones de una socia arrepentida". Ella aseguró que su entonces esposo, con quien compartían la productora Ideas+Ideas, guardaba información sensible para utilizarla en momentos de debilidad ajena y también "cobraba" dinero en negro de dirigentes a cambio de protección mediática. D'Auro hablaba con conocimiento de causa ya que por sus manos pasaba el manejo comercial de la empresa. Uno de los textuales más fuertes de aquella entrevista:

NOTICIAS: ¿Dice que políticos enviaban literalmente motos para entregarle dinero?
D'Auro: Es una expresión que usaba mucho él. Cuando veía cierto canal de cable que se vendió recientemente, decía: "che... parece que a este no le llegó la moto.. .cómo lo están apretando".
NOTICIAS: ¿Quiénes le pagaban? Es una acusación demasiado fuerte.
D'Auro: (Sonríe). Fijate en los auspiciantes, fijate en los PNT del programa, la clave está ahí. Fijate a dónde concurre, qué eventos conduce...  

Parece que el paso del tiempo todo lo blanquea. Lo cierto es que desde que Javier Milei es presidente, su ciclo “Argenzuela”, se transformó en un fenómeno inesperado de rating que supera incluso a señales de aire como América, la TV Pública y Canal 9. Su promedio sostenido de 5 puntos duplica y hasta triplica al resto de los programas de noticias por cable, a excepción de TN que en ciertas ocasiones roza los 4 puntos. Muestra de ello fue el lunes posterior a las elecciones provinciales, cuando alcanzó los 6,2 puntos, cerca del récord histórico de 7 obtenidos el 10 de junio de 2025, cuando se confirmó la condena a prisión de Cristina Kirchner.

Escuderos. Secundado por los periodistas Paulo Kablan, Mauro Federico, Mauro Fulco y Diego Brancatelli, Rial conserva los mismos códigos de su época de “Intrusos”. Su monólogo al iniciar su programa, su icónica cortina, “You’re the First, the Last, My Everything” de Barry White, aunque ahora ya sin bailecito, pero destilando misterio y secretos a medio revelar. Su fórmula intacta, dirigida a otro público. Si antes les descubría amantes a los protagonistas de la televisión, ahora les devela los audios de procedencia no muy claras a los políticos.

Desde la gerencia de C5N brindan con champagne. Una productora de la señal confiesa a NOTICIAS: “Aunque no lo diga abiertamente, Rial está feliz con este Presidente. Porque está convencido de que encontró en Milei a un enemigo a su altura.

Pidiendo que se respete su anonimato, profundiza en su análisis: “No es Macri que tenía todo el aparato de Boca detrás, mucho menos Cristina. Milei le permite a Rial ser él en su máxima expresión y el rating lo envalentona. Está en su salsa”. Y agrega: “En la gerencia del canal están contentos por los números que mide, que son la envidia de todas las señales de cable. Esta resistencia ideológica nos está beneficiando, porque fidelizamos con nuestra audiencia, incluso mucho más que con Cristina en el poder. Además tenemos repercusión en redes y en la calle como nunca antes”.

Algoritmo estratégico. Si de repetir fórmulas se trata, Rial lo hace tal cual décadas atrás. Por ello es la cara visible de su spin off mediático como el canal de streaming Carnaval, la señal que acaba de lanzar el ciclo “Cónclave” junto a Viviana Canosa, Fabián Doman y Alejandro Fantino.

Fantasmas al acecho. En este renacer mediático, Rial convive con varias sombras que lo acechan. La misteriosa fuga del país de su ex pareja, Mariana Antoniale, que se instaló en EE.UU después de la separación de Rial y nunca quiso hablar de lo que había pasado en la pareja; su hija Morena Rial, vinculada a la marginalidad con una causa por robo, y el mismísimo Luis Ventura, que pasó de ser amigo a enemigo feroz.

“Jorge Rial es una de las personas más odiadas del medio. América respiró aliviado cuando se lo sacó de encima”, dice una ex productora de “Intrusos” que trabajó con él en el momento de la separación de la dupla más mentada. “Rial era exigente hasta con el café saborizado que había que llevarle de Starbucks con su barrita de cereal porque se estaba cuidando. Generaba terror en sus productores y nadie decía nada. La única que se atrevía a frenarlo en sus modos era Marcela Tauro”.

Tras algunas crisis personales cuando dejó su histórico programa de chimentos, Rial está de vuelta, con su viejo rol de intruso, pero ahora en la política. Sus métodos eficaces -aunque no muy transparentes- volvieron a marcar la agenda de los medios.

Todos halagan a este nuevo Rial favorecido por el rating, pero pocos recuerdan que su pasado también lo condena.

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