**** Aunque los protocolos para conciertos en vivo se aprobaron en Buenos Aires hace ya un par de meses, la oferta de espectáculos de música clásica surgida en este tiempo ha sido muy escasa. Por eso, la propuesta de “Lírica en el patio” en el Konex resultó mucho más que un soplo de aire fresco en el verano porteño. Fue una oportunidad invaluable para que algunos de los cantantes líricos más importantes del país, que llevan un año sin poder trabajar, volvieran a encontrarse con el público.
En el patio del Konex todo se ajustó a los protocolos sanitarios vigentes, con capacidad reducida y asientos distribuidos en pequeñas islas. Ante esa audiencia con barbijo, ansiosa por escuchar voces en vivo, los cantantes Jaquelina Livieri, Daniela Tabernig, Marina Silva, Fabiola Masino, Oriana Favaro, Alejandra Malvino, Darío Schmunck, Duilio Smiriglia, Hernán Iturralde y Leonardo Estévez, junto al pianista Matías Chapiro, desplegaron expresividad, compromiso y musicalidad, con una propuesta que se alejó de los esquemas más tradicionales. El programa, centrado en arias y escenas de conjunto de diversas óperas, incluyó un segmento “a la carta”, con fragmentos musicales que los asistentes eligieron en una votación online. Esa clase de interacción entre artistas y público, tan poco habitual en el mundo de la música clásica, es más que saludable y debería estar llegando para quedarse.
Hacia el final hubo una grata sorpresa: cuando los artistas regresaron al escenario con copas en sus manos, eligieron comenzar su despedida entonando el brindis de la opereta “El murciélago” de Strauss, en lugar del trillado brindis de “La traviata”, en un cierre festivo, con una buena y necesaria dosis de optimismo.
Comentarios