Thursday 28 de March, 2024

DEPORTES | 08-02-2013 14:17

Muy lejos de ser un equipo

Internas en el seleccionado, cantitos contra Del Potro, cruces de egos y dinero en juego.

Y Delpo dónde está?, ¿y Delpo dónde está?”, fue uno de los gritos que se escucharon detrás de las paredes del vestuario en el Parque Roca. Algunos se animaron a ir más allá: “Es para Delpo que lo mira por TV”. La situación le tomó la temperatura al ánimo del equipo argentino de Copa Davis, marcado por grandes diferencias internas.

En plena conferencia de prensa, el doblista Horacio Ceballos ninguneó a Del Potro, ante la sorpresa de Nalbandián. Luego, se disculpó en las redes sociales. “En el vestuario no cantamos nada contra Juan Martín. Me parece una estupidez que los medios se hagan eco de eso que nunca ocurrió”, agregó un furioso Juan Mónaco. Lejos del Parque Roca, Del Potro, a través de su cuenta de la red social Twitter, envió un mensaje formal y correcto: “Felicitaciones a los jugadores, capitanes y cuerpo técnico por la victoria ante Alemania”.

Más allá de que Pico Mónaco increpara dialécticamente al grupo de periodistas que lo consultó sobre este hecho, es innegable que la herida que produjo la derrota en la final ante España, en Mar del Plata, sigue estando abierta. El cisma entre David Nalbandian y Juan Martín Del Potro, los líderes indiscutidos, comenzó a abrirse justo en esa final de 2008. El tenis, deporte individualista por excelencia, encuentra en esta especie de Mundial un momento donde el jugador juega por su país y no para sí.

El categórico triunfo ante Alemania por 5-0 aseguró una vez más la permanencia en el Grupo Mundial. Además, alivió al capitán Martín Jaite, en el ojo de la tormenta por su cercanía con Nalbandian. Jaite sabe que el as de espada es Del Potro y no el cordobés. La baja del tandilense, que se confirmó el 28 de diciembre pasado cuando hizo pública su decisión de no participar de la competencia durante 2013 para priorizar su calendario personal. Su renuncia a la Davis desnudó la interna, que se reaviva cada vez que se acerca una nueva Copa Davis. En este último encuentro ante Alemania pudo verse al grupo unido dentro y fuera de la cancha, exponiendo un compromiso conjunto para llegar al objetivo. El ambiente fue distendido, todo lo contrario de lo que sucedió en la caída por semifinales del año pasado contra la República Checa, cuando el quiebre entre las dos máximas figuras argentinas volvió a salir a la luz.

Más información en la edición impresa de la revista.

por Damián Cáceres

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