Friday 29 de March, 2024

ECONOMíA | 16-03-2017 00:00

El enojo de Avianca contra el Gobierno y FlyBondi

La demora en el ingreso enfureció a su dueño, que igual sigue mandando aviones. Un directivo denuncia un negociado de la competencia.

En el Gobierno se preguntan por qué Aerolíneas debía opinar sobre la política aerocomercial de la Argentina, pero en la audiencia pública precisamente estaban invitados a opinar todos los actores del sector, desde intendentes que pedían conectar a sus ciudades hasta empresas de ómnibus que temen la competencia o los sindicatos que defienden el statu quo. El ministro de Transporte,  Guillermo Dietrich, y uno de los vicejefes de Gabinete, Gustavo Lopetegui, aducen que los gremios deberían darles la bienvenida a las nuevas aerolíneas porque consideran que así conseguirán más afiliados. Lopetegui jura que no interviene en el mercado aéreo por su pasado como CEO local de Latam.

Dietrich niega que la entrada de Avianca vaya en detrimento de los intereses de Aerolíneas. Promete que en cuatro años aumentarán los pasajeros de cabotaje de la línea de bandera en 4 millones y los de sus competidoras, en 8 millones. Pero en su entorno ahora dicen que no saben si los decretos de conflictos de intereses, que estarían listos a fin de mes, permitirán autorizar o no a la compradora de Macri Airlines (Macair). Dietrich recibió un llamado enfurecido de Efromovich, dueño de la colombiana, cuando se enteró de que el ingreso se congelaba. “Tú sabes muy bien que esta compra (por la de Macair) no tiene nada de ilegal. No entiendo por qué me hacen esto”, se quejó el empresario nacido en Bolivia y criado en Chile y Brasil, desde donde maneja sus negocios. En enero pasado llegó el primer avión de Avianca procedente de Toulouse, modelo ATR 72-600, patente LV-GUG. Este 9 de marzo, pese a la postergación del Gobierno, despegó otra aeronave similar de la empresa, desde la misma ciudad francesa y con el mismo destino final, pero con patente LV-GUH. Hizo escala en Tenerife. Al parecer Efromovich confía en que tarde o temprano lo autorizarán.

Carrió

Quien defendió la demora del Ejecutivo en la aprobación a Avianca es la diputada Elisa Carrió. ”Doy fe de la decisión del Presidente de no involucrarse en nada. En ese marco la decisión de Dietrich, que es la del Presidente, es la correcta. Estoy muy contenta; esto no solo va a suceder en este caso, puede suceder en otros, pero la decisión del Presidente es apartarse totalmente. El Presidente tiene una familia y un padre que ha tenido negocios y tiene negocios. Por la cual va a haber conflicto de intereses, como puede haber en otros funcionarios”, le dijo a TN. Carrió también prometió que sus colaboradores elaborarán un informe sobre Carlos Colunga, el expresidente de Macair y actual vicepresidente de Avianca Argentina que había amenazado con renunciar por el escándalo: “No creo que (Carlos Colunga) permanezca después del informe. (Diego) Colunga hijo es el que llevó la plata del dinero K a Santa Cruz. Los Colunga están involucrados en la ruta del dinero K”. Leonardo Fariña era un habitué de los aviones de Macair. Pero en el entorno del vice de Avianca niegan tanto que fuera valijero K como que sea confidente del presidente Mauricio Macri. Incluso sueltan que lleva tres años sin hablar con el Presidente. “Macri me cagó”, repite por estos días.

Pero el escándalo se llevó puesto en su cargo este 9 de marzo al sobrino de Carlos Colunga que era director de Logistíca de la Presidencia de la Nación, Carlos Cobas. Un mes después de ingresar al Estado, en marzo de 2016, Cobas se había sumado también como empleado de Avianca Argentina. Cobas, siempre bien aconsejado por su tío, era el encargado de alquilar los aviones para los viajes de Macri y monitorear la selección de la futura aeronave presidencial.

El fiscal Jorge Di Lello también menciona otro episodio del caso Avianca en su dictamen de imputación contra Macri y otros cinco funcionarios por el caso Avianca. En febrero pasado, uno de esos imputados, el jefe de la  Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Juan Pedro Irigoin, desactivó por resolución un decreto que establecía controles de ese organismo para los vuelos no regulares de aviones de más de diez pasajeros y dispuso que sólo fuesen monitoreados aquellos de más de 19. Según el diputado Tailhade, la empresa compradora de Macair se benefició con esta medida.

Di Lello no menciona el otro supuesto conflicto de intereses que denuncia Tailhade, el de FlyBondi. “Mientras los distraen conmigo, dejan pasar el elefante que es FlyBondi”, dijo Carlos Colunga al portal Nuestras Voces. “Ese es el escándalo, el negociado”, agregó.

Uno de sus accionistas es el francés Richard Gluzman, que fue socio del vicejefe de Gabinete encargado de la política aérea, Mario Quintana. En abril de 2016 fue nombrado coordinador de la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) y dos meses después fundó FlyBondi. En diciembre, después de que Macri desplazara al rabino Sergio Bergman de la Acumar, Gluzman renunció a la función pública. En el Congreso, Dietrich afirmó que Gluzman era un socio muy minoritario de FlyBondi y defendió la empresa ante las acusaciones de que carecía de aviones y sólo valdría por las rutas que le iban a dar: “Nadie compra aviones hasta que le habilitan las rutas”. En el municipio de Morón, que conduce el ex marido de María Eugenia Vidal, Ramiro Tagliaferro, esperan con ansiedad la aprobación de FlyBondi porque, al igual que las low cost europeas, usará un aeropuerto no tradicional, El Palomar. Claro que para eso deberán reacondicionarlo con inversiones que saldrían en parte del bolsillo de la compañía y en parte, del Gobierno nacional. O al menos eso esperan en Morón.

por Rodis Recalt, Alejandro Rebossio

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