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ECONOMíA | 03-01-2020 12:52

El bueno, el malo y el feo: tres escenarios para la economía 2020

La mayoría de los economistas pronostica otro año de crisis aun con una renegociación exitosa de la deuda. Optimistas y catastrofistas.

Ahora que sabemos cuáles son las primeras medidas económicas del gobierno de Alberto Fernández, economistas de bancos, consultoras y universidades comienzan a predecir cómo será 2020. He aquí los tres escenarios previstos que podríamos denominar como aquel icónico western de Sergio Leone con la música de Ennio Morricone que después usó la marca de cigarrillos Camel: “El bueno, el malo y el feo”. El bueno: hipótesis a la que pocos apuestan y que prevé recuperación económica de entre 0% y 1%. El malo: el que predice la mayoría y que ocurriría incluso en caso de una renegociación exitosa de la deuda, factor clave para el devenir de la actividad, que igual se contraería entre 1,5% y 2,5%. Y el feo: el que todos temen en caso de un fracaso en la reestructruración y que implicaría un derrape de al menos 3%. 

Estabilización económica. El director del Instituto de Investgaciones de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad del Salvador, Juan Miguel Massot, prevé dos escenarios altenativos. En el mejor de los casos, si se reestructura con éxito la deuda en el primer semestre de 2020, la economía se estabilizaría y se mantendría en el mismo nivel que en el crítico 2019. Claro que, dado el arrastre negativo de este año, un crecimiento cero en 2020 significaría una recuperación, aunque tímida. El desempleo, que en promedio rondó el 10,7% en 2019 (según estimaciones de bancos y consultoras relevadas por la firma FocusEconomics), bajaría al 9,8%, según Massot. La inflación, que cerraría 2019 en un 54%, descendería al 30% y el dólar oficial a fines de 2020 llegaría a 80 pesos. El economista del Salvador también dibuja un escenario pesimista con caída del 3% del PBI.

“Es un acto de osadía predecir la economía 2020, pero creo que el más probable escenario es el del crecimiento cero”, explica Massot. “No se puede descartar que surjan problemas. Fijáte el fallo de Thomas Griesa y la respuesta de Axel Kicillof en 2014. No es el mismo caso, pero los temas jurídicos financieros son complejos. Además, hay que ver cuánto se tarda en reestructurar la deuda y cómo lo toman los agentes económicos. Hay muchas variables en juego y la realidad puede ser bastante distinta. Por ejemplo, puede ser mejor o algo intermedio entre mi escenario optimista y el pesimista. No debería descartarse que el PBI crezca 0,5 o 1%, con desempleo del 9,5%, pero es menos probable que mi hipótesis optimista", evalúa Massot.

Dólar

Contracción del PBI pese a la reestructuración. Andrea Osorio, economista de la Fundación Capital, que dirige Martín Redrado, predice que la economía se contraerá por tercer año consecutivo, esta vez 1,8%, pese a una renegociación exitosa de la deuda externa. La inflación llegaría al 42% y el dólar, a 88 pesos en diciembre de 2020. “Prevemos un rebote hacia fin de año, de cerrarse el frente externo. Sin embargo, aún en este escenario, 2020 cerraría negativo. La inflación se moderaría en el segundo semestre, pero aún manteniéndose en el promedio del último quinquenio (39%). En este sentido, será clave monitorear el acuerdo de precios y salarios, y la política de ingresos. Habrá que ver tanto cómo se resuelven el tema de la movilidad de las prestaciones sociales como el número final de las paritarias. La apuesta parecería ser a moderar aumentos a cambio de sumas fijas no remunerativas. Con la ley de solidaridad, el Gobierno compró algo de tiempo en varios aspectos, pero resta conocerse la estrategia productiva en cuanto al impulso de la inversión y las exportaciones, que generen capacidad de pago de la deuda hacia adelante”, analiza Osorio.

En cuanto al tipo de cambio, la analista de la Fundación Capital anticipa que se moverá “en línea con la inflación de 2020, con las restricciones cambiarias que ya operan”. De todos modos, advierte que “habrá que estar atentos a la brecha cambiaria”, entre el dólar oficial y los paralelos. Esa diferencia constituirá “el verdadero termómetro de la economía”.

Santiago Gambaro, economista de Analytica Consultora, pronostica que, pese a una exitosa reestructuración, la economía caería 2,5%. La inflación sería del 43,6%, con los salarios corriendo otra vez por detrás, al 39,9%. ¿El dólar? A 83 pesos a fin de año.

“Nosotros partimos de un escenario de paritarias, jubilaciones y crédito que signan la actividad económica porque el consumo explica el 70% de la actividad”, explica Gambaro. “Además, el paquete de medidas nos lleva a un mejor escenario de actividad que el que originalmente teníamos planteado porque se modifica la meta fiscal y se reorientan recursos a sectores con mayor propensión al consumo. Con relación a la inflación, el tipo de cambio es el principal factor que la determina, producto de que, en este contexto, no hay margen para una apreciación real (ajustada al índice de precios al consumidor, IPC), sin financiamiento externo”, completa el economista de Analytica, consultora que conduce Rodrigo Álvarez. El déficit fiscal primario (antes del pago de la deuda) se mantendría en el 0,5% del PBI de 2019 por el ajuste que implican las disposiciones del ministro de Economía, Martín Guzmán.

En la consultora que dirige Javier Alvaredo, ACM, el analista Juan Pablo Di Iorio advierte: “Tenemos dos escenarios muy binarios que dependen de la reestructuración y a los cuales no les podemos asignar probabilidades. Se nos hace difícil hacer alguna proyección para finales del próximo año”. Luego se explaya por el caso de una renegociación exitosa: “Se podría ver cierto repunte de la demanda de dinero, lo cual permitiría que el financiamiento al Tesoro no tenga tanto impacto inflacionario. Para ese caso, tenemos una inflación estimada del 41% y cierta apreciación cambiaria”.

El dólar finalizaría diciembre de 2020 a 78 pesos. La economía, no obstante, se contraería 1,5%. “Tendrías un primer trimestre negativo cercano a neutro con cierto repunte del consumo masivo y textil, principalmente, pero de muy corto plazo. El segundo trimestre sería negativo por comparación con la buena cosecha de 2019 y recién para el segundo semestre se podría ver el efecto de  un cambio de expectativas”, describe Di Iorio.

El director de FyE Consult, Hernán Hirsch, también habla de caída del 1,5% del PBI pese a un acuerdo con los bonistas. Una inflación del 45%, un dólar a 81 pesos y un desempleo persistente del 10,6%. “El supuesto es básico asumiendo que el Gobierno hará algo para que no se desborde la economía”, sostiene Hirsch.

El coordinador del Centro de Investigación y Medición Económica de la Universidad de San Martín, Enrique Dentice, visualiza una merma de la economía del 2,3% aun cuando se reestructuren el capital y los intereses de la deuda. La inflación ascendería al 43%, el dólar a 78 pesos y la desocupación al 10,9%. Dentice recuerda lo que Fernández hereda de Mauricio Macri: “La administración actual recibe un sector público endeudado y desfinanciado, con racionamiento del crédito, dificultades para la obtención de divisas, altas tasas de interés, elevada inflación; sintéticamente una economía en recesión con pocas evidencias  de potencial recuperación del nivel de actividad y una persistente precarización laboral”.

Dentice advierte sobre las dudas que el Presidente y Guzmán deberán despejar: “Lo que se va a priorizar es el crecimiento para luego pagar la deuda. En un escenario adverso para colocar nueva deuda, es casi imposible crecer. A pesar de decir que no se hará por desestabilizante, habrá emisión monetaria, aunque sea transitoria. La pregunta es cuánto resultaría la emisión monetaria y la inflación resultante. El consumo estará en modo avión y requerirá de definiciones sobre desdolarización de tarifas y acuerdos salariales. El resultado de las negociaciones de deuda será la piedra de toque para realizar un esquema más acabado de programa macroeconómico y será el factor para lograr un presupuesto más realista y un programa monetario más sensible a la realidad. Por ahora, el corto plazo se muestra muy complejo y difuso”.

El banco norteamericano JP Morgan anticipa que la economía se contraerá 1,5% y la inflación ascenderá al 40%. Es un pronóstico basado en el supuesto de que Fernández aplique un programa de estabilización “exitoso”, que incluye ajuste fiscal y renegociación de la deuda. Así, los economistas de JP Morgan Diego Pereira y Lucila Barbeito creen que “el país evitará un escenario prototípico de hiperinflación, aunque la economía seguirá preparada para otra contracción”.

En otro banco extranjero prevén decrecimiento del 2%, inflación del 43%, desempleo del 11%, pero con un dólar a 93 pesos. Fausto Spotorno, director de Orlando J. Ferreres & Asociados, vislumbra caída del 1,4%, pero con una inflación persistente del 55%.

Profundización de la crisis sin acuerdo por la deuda. Massot, de la Universidad del Salvador, considera que si falla la reestructuración, la economía se contraerá un 3%. La inflación se dispararía al 70%, el desempleo al 11% y el dólar a 100 pesos. “Tampoco descarto un escenario de hiperinflación, pero es menos probable”, aclara.

En caso de una renegociación fallida con los bonistas, Di Iorio, de ACM, alerta que “el escenario malo no es dimensionable”. Claro que sería mucho peor que su hipótesis relativamente positiva de caída del 1,5% del PBI.

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Alejandro Rebossio

Alejandro Rebossio

Editor de Economía y columnista económico de Radio Perfil.

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