Cerveza Gilbert: Cerveza artesanal de montaña

Dentro de San Carlos de Bariloche, en el kilómetro 24 de la ruta 77 de Circuito Chico, la marca Gilbert se dedica al sabor y al profesionalismo en fabricación de cervezas.

Abrieron sus puertas en noviembre del 2004 con un restaurant estilo colonial imperdible, rústico y cálido, donde Alejandro Gilbert comenzó con una amplia oferta de platos locales, combinado con el catálogo de cervezas.

Junto a su hijo, trabajan día a día para alcanzar una mejor calidad en sus productos y administrar el bar que es un establo de 1930. El hijo del fundador, Tomás Gilbert, conversó con Noticias para el Especial de San Patricio.

¿Cómo fueron los inicios de Gilbert?

Tomás: La cervecería comenzó su historia, oficialmente, en 2004. Ya cuatro años antes, Alejandro Gilbert, mi padre, había empezado a fabricar cerveza como un hobby cervecero, como muchos de nosotros, y terminó abriendo las puertas del restaurant que es un establo de 1930, propiedad de los primeros pobladores que llegaron a la zona de Colonia Suiza.

Él es chef profesional, por eso decidió mezclar la fabricación de cerveza con las mejores comidas. A partir de que abrimos el bar, yo me dediqué pura y exclusivamente a la cerveza. Siempre tratando de seguir el profesionalismo que caracteriza la calidad de nuestro producto.

También, seguir apostando a la formación: estudiar y estudiar para que esto siga funcionando y mejorando. Después de catorce años, estamos super orgullosos de todo lo que hicimos, creamos, cambiamos y crecimos junto a otros colegas de cervecerías en Bariloche. Fue un boom y esto que empezó como un hobby siguió creciendo. Empezamos con 50 litros y hoy estamos fabricando 600 litros por día manteniendo la calidad del producto.

¿Por qué los eligen los clientes?

Tomás: Nos visitan montones de personas para disfrutar del espacio. El lugar es muy especial, un viejo establo de 1930, perteneciente a la familia Goye, de los primeros pobladores que llegaron a esta zona. Tiene un estilo muy rústico y hogareño. Los clientes nos eligen por la calidez del lugar, estamos en el medio de bosque, rodeados de lagos y montañas, un lugar increíble para tomar cerveza y combinarlo con buena y típica comida de la zona.

Además, construimos un ambiente familiar, donde también sumamos los especiales de la casa que tienen mucho éxito y, por supuesto, las mejores y refrescantes cervezas. La experiencia de mi padre como cheff es muy importante, y desde que empezó con este emprendimiento como un hobby, comenzamos a trabajar cada vez más y, de a poco, fuimos aprendiendo a alcanzar una mejor calidad. Así fue que en marzo del 2004 se reconstruyó un espacio que teníamos y en noviembre del mismo año pudimos inaugurar el local.

¿Cómo fue la inserción en el mercado?

Tomás: La competencia nos llevó a crecer y a trabajar siempre por mejorar la calidad de la cerveza. En el 2005, atareado de hacer cerveza y dedicarle tanto a la cocina del restaurante, fue cuando mi padre me pidió ayuda. Entré como maestro cervecero de la fábrica y, entre los dos, pudimos crear un estilo propio, combinando las características del espacio, con la comida y la cerveza.

El mercado al principio era muy acotado, la gente no conocía de cerveza artesanal y era difícil meterse en la industria. Pero por suerte, todo llevó a todo y fuimos creciendo.

¿Cuál es la característica que distingue a su marca?

Tomás: Todas las cervezas que hacemos son en seguimiento de la Ley de pureza, creada en 1516 en Alemania: agua, cebada, malteada, lùpulo y levadura. Nuestros seis estilos de cerveza se pueden combinar con los plato del estilo patagónico que acompañan perfectamente al placer de beber cerveza.

En la fábrica, producimos English Pale Ale, que es una cerveza rubia, Stout, que es negra, Indian Pale Ale (IPA), ámbar, American Pale Ale (APA), de un rubio dorado, Scotish Ale, bien roja y Kolsh que, en cambio, es de un rubio pálido. Para contarte un poco de algunas, la Scotish es una cerveza rodeada de maltas acarameladas y chocolate dándole un sabor a frutas finas, algo dulce y chocolatosa. Su espuma cremosa demuestran un buen trabajo en su maceración.

Otra, por ejemplo, es la Amarerican Pale Ale es una cerveza con notas a frutas tropicales un bajo amargor pero mucho sabor lupulado. Su color dorado y su cremosidad hacen de esta cerveza una reina para los bebedores cerveceros. La IPA es El Caballito de batalla.

¿Cómo fueron los eventos en los que participaron?

Tratamos de participar en todos los eventos que nos inviten y podamos. Está muy bueno porque conoces gente y brinda mucha información. Nosotros somos pioneros en la cerveza artesanal barilochense, dentro del polo cervecero mundial. A futuro, esto es una nueva moda. Y hay que cuidarse. Actualmente, al haber tanta competencia, nosotros no queremos fabricar demasiada cantidad de litros sino enfocarnos en la calidad, que es lo más importante.