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EN LA MIRA DE NOTICIAS | 16-12-2019 11:33

Kirchnerismo Netflix

Cómo enfrenta Alberto Fernández los riesgos -y algunas ventajas- de parecer la versión mejorada de un "más de lo mismo".

Pulseada por las retenciones al agro, cepo reforzado con impuesto a las compras en el exterior, doble indemnización laboral, recarga impositiva a los bienes personales, La Cámpora recuperando Aerolíneas Argentinas… todo vuelve. Las primeras imágenes del nuevo gobierno parecen de una película ya vista. O tal vez, como en las series de Netflix, solo se trate de escenas de las temporadas anteriores del kirchnerismo.

Alberto Fernández enfrenta, en términos políticos, un dilema parecido al de los directores de las series “on demand”, cuando hay que lanzar una nueva temporada, con la esperanza de que no sea la última. Por un lado, es difícil no volver a los viejos tópicos que en su momento marcaron la identidad del relato original. Pero a la vez, toda nueva temporada requiere la renovación de personajes, de conflictos y de temas a desarrollar.

Entre lo viejo y lo nuevo, se juega el éxito de los regresos con gloria. Y todo se resuelve, en buena medida, en la primera secuencia, casi en los títulos, porque la paciencia de las nuevas audiencias es cada vez más corta. Por eso, cuando reaparecen en catarata las viejas antinomias de la “década ganada”, como la “democratización” de la Justicia y la queja cotidiana contra los “medios hegemónicos”, Alberto Fernández corre el riesgo de oler a viejo desde el principio.

Para esquivar el efecto “déjà vu” en el tema Justicia y medios, el Presidente intentó una estrategia que combina abrir y cerrar el foco a la vez: bajo el paraguas genérico del eslogan “Nunca Más al Lawfare”, el Ejecutivo lanza sus dardos no contra las corporaciones –como en las anteriores temporadas del relato K-, sino contra los individuos, sean periodistas, jueces o fiscales, sospechosos de estar confabulados en operaciones contra políticos kirchneristas. Ese es el “twist” narrativo que propone Alberto para refrescar la vieja pelea.

Otro truco refrescante que se nota en el nuevo Gabinete es la apuesta a jóvenes académicos sin experiencia callejera, notablemente en áreas sensibles de la gestión: el ministro de Economía y la de Seguridad son dos casos emblemáticos de esta lógica. Y precisamente en el tema Seguridad aparecen los primeros costos de esta política.

El episodio del turista inglés fusilado por motochorros en Puerto Madero obligó al Presidente a hacer declaraciones que coquetean con vocabulario superficial de “mano dura”, mientras su ministra de Seguridad elabora mediáticamente argumentos académicos contra la llamada “doctrina Chocobar”. En esa brecha de discursos oficiales entre garantismo progre y populismo peronista se coló, en épocas de Néstor Kirchner, el cisne negrísimo del caso Blumberg, que le costó al kirchnerismo una de las primeras manifestaciones callejeras masivas que hicieron temblar la gobernabilidad K.

Protagonista de la cuarta temporada del show más largo en la era democrática argentina, Alberto Fernández empieza haciendo equilibrio entre los trucos narrativos de probada eficacia y el desgaste de un estilo clásico que, si pierde su capacidad de sorpresa, puede desembocar en una forzada “temporada final”.

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Silvio Santamarina

Silvio Santamarina

Columnista de Noticias y Radio Perfil.

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