La última revolución de internet es sexual y tiene un nombre difícil de olvidar: “Bang with friends” (traducido, significa algo así como: “transar con amigos”). Se trata de una aplicación de Facebook y es la novedad más convocante del mundo virtual. Sus objetivos son más que claros y van directo al grano: desplegada la lista de amigos que cualquier persona tiene en la red social, hay que marcar a aquellos con los cuales el usuario se iría a la cama. Hecho esto, solo resta esperar la aceptación del pretendido. Si A le hace click a B y B a A, se ha formado una pareja. Solo que a diferencia de las uniones que formaba Roberto Galán, en este caso, en principio, los interesados se eligen únicamente para tener sexo casual. El programa, entonces, les manda un email (“Es tiempo de 'banging'”) y aconseja entrar en contacto para ultimar los detalles.
El universo de acción de Bang es enorme (el billón de miembros de Facebook) y su crecimiento tiene un ritmo espectacular. Lanzado hace poco más de un mes, ya se acerca al millón de usuarios. En los primeros 14 días fue usado para arreglar encuentros entre 130.000 personas. No se sabe cuántos de ellos terminaron en la cama, pero por lo menos hicieron el intento.
El éxito de esta aplicación señala un cambio en la forma en que las personas encaran las relaciones amorosas, casuales o serias. ¿Podrá considerárselo también como un golpe mortal a la fantasía del amor romántico?
Romance. A mediados del siglo XVIII, el Romanticismo elevó a las alturas el acto de cortejar considerando al amor como una búsqueda del sentido de la vida que reafirmaba la identidad personal. “Bang with friends” le da una vuelta a esa búsqueda con el slogan que aparece en la página de inicio de la aplicación: “Salteá la charla. ¿Con cuál de tus amigos querrías tener un “bang”?”
Un estudio de los años '90 identificó 109 estrategias adoptadas por los hombres y las mujeres para llamar la atención del otro sexo en bares. Estas incluían acercarse en forma seductora, hacer chistes y hasta pagar la cuenta del desconocido. Con Bang nada de esto es necesario. Daniel Oliveira, un estudiante de arquitectura de 23 años, contactó en Bang a 800 chicas incluidas en su lista de 2.200 amigos. “Descubrí que tengo muchas conocidas con las que tendría una relación –cuenta Oliveira–. Solo me cuidé de no hacer contacto con las novias de mi amigos”. Él ya recibió 4 respuestas positivas. Su tasa de “retorno” fue de 0,5 por ciento, algo razonable para un abordaje masivo, tipo spam.
Una de las chicas que le dijo “sí” fue Juana Bino, de 20 años, estudiante de Diseño. Ella había sido más criteriosa: eligió a 7 varones entre sus 656 amigos y tuvo dos respuestas positivas. A pesar de que estudian en la misma universidad privada, Daniel y Juana no se conocían personalmente. Se encontraron en Facebook y después de elegirse en Bang, comenzaron una conversación virtual hasta que llegó el momento del encuentro. “Al principio Bang me pareció un tanto ridículo. Pero después pensé que era una buena opción para alguien tímido como yo”, cuenta Juana.
Autores. Los creadores de Bang son tres universitarios americanos, que viven en California y que prefieren permanecer anónimos. La precaución se debe a las reacciones que pudiera provocar la aplicación en los sectores más conservadores y a la posibilidad de futuras acciones judiciales. Uno de ellos, un joven de alrededor de 20 años, declaró: “La idea surgió de una conversación en la que decíamos que las mejores relaciones amorosas surgen entre personas que ya se conocen. Entonces, decidimos crear 'Bang', para ayudar a romper las barreras entre amigos interesados en tener otro tipo de relación”. Los tres venían de experiencias frustrantes en los sitios tradicionales de citas online. Estos portales intentan reunir a las personas a través de sus afinidades. “Este procedimiento no se adapta a las necesidades de la gente joven”, explican. “Nosotros intuíamos que muchos preferían no dar tantas vueltas e ir directo al sexo”.
Los alemanes son los que más rápido adhirieron a Bang y hoy representan el 19 por ciento de los usuarios, seguidos por los norteamericanos (18 por ciento). El consumidor típico, hasta ahora, en su mayoría, tiene entre 18 y 35 años. Son estudiantes universitarios o graduados recientes. Si continúa el ritmo de crecimiento que la aplicación tuvo hasta ahora, lo más probable es que la cifra de usuarios se multiplique rápidamente en el mundo entero.
La aplicación funciona como un sitio asociado a Facebook y hay planes para hacer una versión en smartphones y tablets. Una vez que se ingresa a “bangwithfriends”, se despliega la lista de amigos de Facebook, susceptibles de recibir un “Bang”. Los familiares están exceptuados de ese listado si están debidamente identificados como “madre” o “hija”. Y hasta es posible que la propia pareja aparezca como candidata posible.
Daniela Almeida, estudiante de Administración, dice que no le importa que sus conocidos sepan que entró en la aplicación. “Se supone que el sitio sirve para tirarle onda a los amigos, ¿no?”.
Lea la nota completa en la última edición de Noticias.
por Felipe Vilicic, Renata Lucchesi
Comentarios