Para evitar a los medios que estaban esperándolo desde temprano, el ex espía Antonio Stiuso se presentó en el despacho de la jueza Fabiana Palmaghini cerca de las 8 de ayer. La declaración comenzó alrededor de las 10, cuando ya estaban todas las partes. Declaró durante unas 15 horas. Terminó cerca de la 1 de la madrugada, y tardaron poco más de una hora en leer la declaración y luego firmarla. Como consecuencia directa de esta maratón, horas después la jueza se declaró incompetente en la causa.
Un fuerte operativo de seguridad organizado por la Corte Suprema rodeaba al juzgado, y ningún curioso podía acercarse. Incluso un periodista fue expulsado de los tribunales por pasar más de una vez por el frente del juzgado. "Si pasás otra vez, te saco del edificio", lo había amenazado un cabo que estaba de guardia.
Los abogados de Antonio Stiuso, Santiago Blanco Bermúdez y Julián Subías, deambulaban por los pasillos y ya en el final, de madrugada, charlaron largo y tendido con la jueza Fabiana Palmaghini en los pasillos frente a su despacho.
Durante el día, lo único que se vio fue que cada sesenta minutos, la fiscal Viviana Fein y el abogado de la querella de las hijas de Nisman, Manuel Romero Victorica, salían a fumar por los pasillos y caminaban ensimismados.
Stiuso, vestido de saco gris y jean, pasó al baño a las 15.30, cuando hubo un pequeño descanso para almorzar; luego continuaron las declaraciones. Alrededor de las 18.30 se produjo otro descanso. A las 21 fue el último: algunos abogados se retiraron para cenar y volvieron a las 22. En ese tramo, hasta la 1 de la madrugada, se terminaron de delinear las últimas palabras de Stiuso.
El ex director general de Operaciones se retiró junto a sus abogados; dos policías lo escoltaron hasta la salida principal, que da a la calle Tucuman. Stiuso se subió a un Volkswagen Vento gris y se fue.
Esta fue una de las jornadas de declaración más largas que enfrentó Stiuso. Durante el juicio por el atentado a la AMIA, declaró dos días consecutivos.
por Rodis Recalt
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