NOTICIAS accedió a un documento fotográfico revelador: imágenes de una de las jaulas, dentro de la Time Warp, donde los jóvenes se agolpaban para comprar agua en la madrugada fatídica del sábado 16. Se ve el enrejado panceado por la presión de la gente que, del otro lado, trataba de mitigar el calor y la deshidratación causada, eventualmente, por el consumo de drogas de diseño. Y además, las manos que se aferraban, desesperadas, al alambrado recuerdan a los campos de concentración.
En estos casos, el agua es un elemento vital, ya que el consumo de pastillas eleva la temperatura corporal causando la pérdida acelerada de líquido. Un efecto que se potencia con el hacinamiento de gente en un espacio que, ya se sabe, fue sobrevendido en cuanto a la cantidad de público permitida. Una botella de agua, que puede salvar una vida, llegó a costar la perversa cifra de 80 pesos.
La marca de agua más ofrecida dentro del evento era Block, producida por Energy Group. Era agua potable filtrada, no mineral, cuyo mayor costo fue el envase y la etiqueta.
Sin embargo, al parecer, esto formó parte de un negocio mayor. La Justicia investiga al abogado mediático Víctor Stinfale como el dueño de Energy Group en las sombras (no figura en los papeles), que no solo manejó la comercialización del agua sino también la de la bebida energizante Speed (que era la única que se consumía en la fiesta). Por otra parte, se analiza su vínculo con los organizadores de la Time Warp.
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