La risa de Lizy Tagliani barre con cualquier duda. La verdad o la mentira que puede esconder bajo la bombacha desaparece frente a la autenticidad de su humor, nacido de una profunda aceptación de sí misma. “Nunca añoré la vida de otros. Y eso no es resignación”, dice la peluquera que subió a los escenarios para contar la aventura de saber quién era desde muy chica, entre las paredes de la vieja casa de Adrogué adonde todavía vive.
“Si soy trans, puedo ser cualquier cosa”. El menú de cosas quedaba cerca: hoy hace radio con Santiago del Moro por la Pop y está de gira con “Recargada”, espectáculo donde expone su historia con humor, que llega al teatro Tabarís en mayo. El resto del tiempo lo pasa en su segundo hogar, o el lugar donde empezó el camino.
Noticias: ¿Atiende a los clientes o sólo pone el nombre?
Lizy Tagliani: Sí, pero sin turno, por si me surge algo.
Noticias: ¿Desde cuándo tiene el negocio?
Tagliani: Hace como 20 años, cambiando el local, siempre por la zona. El oficio lo aprendí en Lomas de Zamora, gracias a Gabriel Bratanich de la peluquería Sizo Gerard, que me dio un lugar y hasta hoy es mi amigo. Quería trabajar en algo que fuera amable para una chica trans o un maricón, como se decía entonces. Entrar de empleada administrativa a un banco era difícil y tras intentos fallidos opté por esa posibilidad. Estaba en segundo año de Sociología y necesitaba trabajar para pagarme los estudios. Ni bien empecé en la peluquería, me di cuenta de que era mi mundo.
Noticias: Hasta que se independiza con su propio local en Barrio Norte. ¿Cómo juntó la plata?
Tagliani: Me ayudaron las clientas y mi socia y su hermana, Andrea y Nora Medicina, yo ponía el trabajo y ellas, el dinero: siempre encontré buenos amigos. Sigo siendo amiga de mi primer jefe. Es más: ahora me presta una casa en un country. Por primera vez, voy a ser una famosa rica.
Noticias: ¿Se muda?
Tagliani: Vivo en una casa vieja, hecha bosta, que era de mis abuelos, del 1800, entre el shopping y la estación Adrogué. La zona es divina pero la casa necesita arreglos. Me quise hacer la moderna cool, la Celeste Cid, tiré paredes y me gasté lo que había ganado en la temporada con “Casa fantasma”, y al poco tiempo se me cayó todo a pedazos. Entonces decidí mudarme a esta casa en Quilmes y mientras voy arreglando o la vendo.
Noticias: ¿Vive sola?
Tagliani: Con el último marido de mi mamá, Jorge Tagliani, y seis perros. Tuve catorce pero fueron muriendo. Él fue el último amor de mi mamá y si quiere vivir conmigo, nunca le faltará nada.
Noticias: ¿Usted se apellida Tagliani o Rojas?
Tagliani: Rojas por el hombre que me crió. Cuando mi mamá enviudó, se casó con Tagliani. Usé ese apellido para la primera peluquería. La pusimos con un amigo, Fabián Vera, y estaba de moda usar los apellidos. A él la combinación Vera-Rojas le parecía groncho. Inventamos nombres hasta que dije Tagliani y le encantó. Y Lizy es por la peluquera de mi abuela. Cuando jugaba a la peluquera, me ponía ese nombre y me quedó.
Noticias: ¿Cómo es su relación en el barrio, con los vecinos?
Tagliani: Bárbaro, algunos me dicen Luisito y me tratan en femenino, es un quilombo para ellos.
Noticias: ¿Por qué no se hizo el DNI?
Tagliani: Fundamentalmente por fiaca. Hay que hacer muchos trámites. Por otro lado, si bien respeto esa decisión porque para muchas chicas es importante, no estoy en condiciones de bancarme un documento que diga sexo: femenino. Por mi historia y de donde vengo, no me identifica, soy una chica trans. Me gustaría que dijera así o que sacaran el sexo del DNI. No estoy de acuerdo con la ley de cupo laboral para trans si tu documento dice que sos mujer. No podés beneficiarte de esa norma si elegiste la identidad mujer, tenés que adaptarte a los pros y contras de ser mujer.
Noticias: ¿Le molesta o toma con humor que la llamen Luis Rojas, como le pasó en el consultorio médico?
Tagliani: Depende de la forma en que me lo dicen. Pueden decirte señora pero mirando alrededor para buscar complicidad.
Noticias: ¿Por qué no se opera los genitales? ¿Le da miedo?
Tagliani: Porque estoy cómoda. No tengo que explicar qué tengo debajo de la bombacha, salvo con quien tenga una relación. No me gustan esas conversaciones donde todo el tiempo se habla de sexo. Soy de una generación en la que los genitales son cosa mía, para pedir un café no necesito poner las tetas sobre la mesa. No hay mucho para adivinar qué hay debajo de la bombacha, ¿qué quieren ver si se me corre la bikini?
Noticias: ¿Milita en algún grupo?
Tagliani: No me interesa la militancia política porque siento que nos convertimos en una lechigada de chihuahuas. Creo en la igualdad de derechos y obligaciones pero no que todos seamos iguales. Tenemos que saber convivir con los distintos. Sí pertenezco a un grupo llamado Mujeres trans que apoya a chicas que sufren discriminación y violencia. También colaboro con animales abandonados, merenderos, con lo que puedo. Lo que no hago es sacarme fotos con cartelitos o escalar el Everest para concientizar sobre el cáncer de mama.
Noticias: ¿Cómo se lleva con Florencia de la V?
Tagliani: Me encanta la familia que formó y hay cosas que no comparto. No sé por qué en el medio se cree que porque seamos trans tenemos que ser amigas.
Noticias: ¿Qué opina sobre el cruce que ella tuvo con Jorge Lanata sobre la identidad de género?
Tagliani: Es difícil cambiar esa forma de ver porque muestra el miedo a conocer. Estoy un 50 y un 50. Esas cosas ni las discuto: hay una ley de identidad de género y hay una ley contra la discriminación, son mis herramientas. Pero sobre lo que el otro piense, no puedo hacer nada.
Noticias: ¿Las trans quieren o no a las mujeres (genitalmente mujeres)?
Tagliani: Está dividido. Es raro porque por un lado se busca esa imagen femenina. Pero muchas compiten y no quieren a mujeres en el grupo.
Noticias: ¿Está en pareja?
Tagliani: Después de trece años con Lucas, e idas y vueltas, el amor se terminó. Me llevo bárbaro pero ya fue. Tengo algo por ahí, con ganas de formalizar una relación que estoy empezando.
Noticias: ¿Qué le atrae de un hombre?
Tagliani: El compañerismo, que cambie las lamparitas, un marido. Me gusta más ser esposa que madre. Nunca me interesó la maternidad, ni jugaba a la mamá, no tengo ese instinto. Pero siento ganas de devolver todo lo que la vida me dio. Me gustaría apadrinar a alguien, un vínculo fuerte.
Noticias: ¿Tuvo alguna vez novia?
Tagliani: Nunca. Jamás. Desde los siete años sabía que quería ser mujer y a los trece mi papá me dejó ponerme ropa femenina.
Noticias: ¿Cómo la pasó en la escuela?
Tagliani: Había una discriminación naturalizada, horrible. Me decían trava, travesaño, puto, marica y yo respondía con gordo, chancho, estúpida, lo que sea. Estoy en contra pero en el fondo, yo era igual que cualquier otro. Me discriminaron más por fea que por trava.
Noticias: ¿Los hombres que salen con trans son gay o héteros?
Tagliani: El chico que sale conmigo me lo definió de esta manera: “La magia de las trans”. A él no le gustan ni los hombres ni las mujeres, si bien intentó y tiene una hija. Me dice que hay algo que lo fascina de las trans, ese glamour, ese brillo cuando las ves en los boliches. Nunca te ven como un hombre pero no sé si es por respeto o porque no quieren reconocerlo. Pero esa magia se desvanece al poco tiempo, cuando te crece el bigote y te sacás la ropa. Es difícil que haya más conexión, que llegue a ser amor cuando esa magia se cae. Pero de todos modos, hay que correrse de la genitalidad, el amor es más que eso. Si una pareja hétero tiene sexo con juguetes, eso no convierte en gay a nadie.
Noticias: Cuando empezó en la peluquería, ¿con qué soñaba?
Tagliani: Con no pasar hambre. Nunca lo había pasado. El jefe me había dicho que con este oficio, en el garaje de casa, iba a tener trabajo. Pero quería llegar a vieja sin pasar necesidades.
Noticias: Y la tocó la varita.
Tagliani: ¡Sí! Qué ironía, justo una varita.
Leni González
@LenideEscalada
Fotos: Marcelo Escayola.
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por Leni González
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