Otra vez Pinti. Otra vez poniendo los puntos sobre las íes, por si alguna se le escapó en tantos años. O por si queda algún distraído: él quiere estar ahí para sopapearlo. Aunque le hable a un auditorio de convencidos que lo aplaude de pie en el teatro Liceo al final de su último espectáculo “Otra vez sopa”. Te queremos, le dicen: Tócala de nuevo, Enrique, aquella vieja canción acerca de que los argentinos somos incorregibles.
Noticias: Otra vez le dio ganas de recordarnos qué mal se hizo todo
Enrique Pinti: ¿Sabes por qué? Porque yo, permanentemente, trato de explicarme todo. Soy una persona que, desde chico, no me conformaba con lo que me decían. Era un hincha pelotas del porqué en una época en que no se acostumbraba mucho que los chicos preguntaran tanto. Y en la medida en que uno va creciendo, empezás a preguntarte por qué se vuelven a repetir las mismas cosas. Acá y en el mundo. ¿Por qué está Trump? ¿Por qué surge el ISIS? ¿Por qué el ser humano vuelve a meter la pata en los mismos agujeros cada vez más profundos?
Noticias: Y eso que es casi profesor de Historia, ¿no?
Pinti: No, seguí el Profesorado de Castellano, Literatura y Latín en el Instituto Superior del Profesorado Secundario. No me llegué a recibir pero de los cuatro años cursé tres completos. Lo empecé a los 27 años; ya estaba haciendo teatro pero tenía una gran necesidad de codificar todas las cosas que había aprendido intuitivamente. No tenía ningún interés en recibirme de docente para morirme de hambre. Me muero de hambre siendo actor porque, al menos, voy a aguantar al público, que es el que me paga. Siendo profesor tenía que aguantar a un montón de salvajes que me iban a cagar a tizazos. Por eso repito las cosas, porque se repiten. Y no es que yo sea profesor de nada pero, a lo mejor, a fuerza de repetir, repetir y repetir se me graban a mí en la cabeza, porque vuelven a ocurrir.
Noticias: Después de tanto preguntárselo, ¿le queda alguna esperanza?
Pinti: Y ya a esta altura, a los 77 años, no me la venden más. Y a mí, por suerte, me va bien. Pero cualquiera sea la ideología, se llega siempre a la misma paja. Y esto no tiene nada que ver con el “que se vayan todos”.
Noticias: Pero tampoco va por el lado revolucionario, la anarquía, lo antisistema.
Pinti: No, jamás; soy un cagón de mucho cuidado. No me gusta nada que se resuelva con la violencia. Las verdaderas revoluciones en las que creo son las pacificas, las internas, las de la mente. Nunca estuve por el lado de tirar todo a la mierda porque es imposible. Todas esas teorías florecieron mucho en los 60, cuando era joven y no adscribí nunca. Sí a la rebeldía, y eso que vivíamos en un país que, aparentemente, era mucho más equitativo. Nuestros padres nos decían “acá no trabaja el que no quiere”. Hoy en día quién miércoles te puede decir eso, te le reís en la cara. En ese contexto donde tenías todo al alcance de tu mano, pude ser rebelde. Pero no me dejé el pelo largo ni me drogaba. No me divertía como modo de vida, era medio sapo de otro pozo en esos círculos. Hacía teatro independiente y Pedro Asquini y Alejandra Boero te podían llegar a fusilar, era gente de izquierda pero con una moral que parecía un convento benedictino. Tenías que ser intachable. Si te pescaban con un charuto en el baño, te echaban. Después estaban los otros, los hipposos que hacían de eso la revolución. Yo nunca me anoté ni en la exageración de unos ni en la pérdida de tiempo de los otros.
Noticias: ¿Se relacionó con la gente del Di Tella?
Pinti: No. Era amigo de muchos como Marilú Marini, Alfredo Arias... no era de la pandilla pero sí muy admirador de todos ellos y me abrieron mucho la cabeza cuando ya estaba por irme de "Nuevo Teatro", harto de la disciplina militar y de no ver un mango. Fueron el gordo Bergara Leumann, Gasalla, Perciavalle, Edda Diaz, los locos del café concert: lo que hacían me abrió la cabeza por completo. Era la forma de insertarse en un mercado laboral, no en cuanto a la plata sino hacer algo que no esté cerrado en sus propios límites.
Noticias: Mucha gente del teatro off valora que usted va a verlos.
Pinti: Yo estoy muy atento a la gente, sigo la carrera de los que trabajan conmigo. No los formé en nada pero te ven, aprenden de alguna manera el oficio, la conducta de un actor en un teatro... En ese aspecto, son como si fueran alumnos míos, los he visto crecer. Y esos chicos son la reserva del futuro y en ese sentido, sí soy optimista. Hay colegas que dicen “las nuevas camadas no tienen la disciplina que teníamos nosotros y enseguida quieren triunfar” y no es así, hay muchísimos chicos brillantes que se esfuerzan y trabajan.
Noticias: Una de sus quejas es que no lo han llamado mucho para la televisión y el cine
Pinti: Ahora, aunque me llamen, se pasó el arroz y ya no puedo estar a las cinco de la mañana grabando una ficción en Pol-ka porque vuelvo y me tienen que armar como un mecano. Hasta hace diez años podía y, sin embargo, no me han llamado ni para tender un cable. Estoy encasillado, a pesar de que hice cosas muy distintas como “Perdido por perdido”, “Esperando la carroza” (películas), “Hairspray”, “Los productores”, “Vale todo” (musicales), “Lo que vio el mayordomo”, “El burgués gentilhombre” (teatro de texto). Creen que soy ingobernable, indomable e indirigible. Quiero creer que es por eso, porque si es porque piensan que no soy buen actor voy y me pegó un tiro.
Noticias: ¿Es insulinodependiente?
Pinti: Hace unos pocos años. La diabetes no es una enfermedad mortal, es gobernable y no es dolorosa, ¡gracias a Dios! Pero, según cada organismo y la edad, te produce una especie de somnolencia, de pereza y te jode un poquito la estabilidad física, el equilibrio. En eso es cuando sentís el viejazo.
Noticias: Ha hablado de todo. ¿De la homosexualidad y de la violencia de género también?
Pinti: De la homosexualidad hablo desde la primera “Salsa criolla”, cuando no era tan fácil y todavía era tabú. Había gente que se levantaba y se iba; otra a la que le saltaban las lágrimas. Eso, por suerte, cambió, a veces, se dicen gansadas igual. En cuanto a la violencia de género, también se habla mucho y se exagera. Los seres humanos hemos nacido para concordar y para discutir; una discusión en un matrimonio no es violencia de género, se ha banalizado y prefiero no meterme.
Noticias: Con respecto a la legalización del aborto ¿tiene una postura?
Pinti: Creo que cada uno es dueño de su cuerpo. Además, se hace y muchas veces en forma primitiva y antihigiénica y por eso mueren muchas mujeres. No soy mujer y no puedo hablar desde afuera. Personalmente, no me atrevería a matar nada que tenga vivo adentro.
Noticias: ¿A qué le tiene miedo?
Pinti: Cuando te ponés viejo, tenés miedo al choterío de que te pase algo que, realmente, te impida hacer cosas. Antes le tenía mucho miedo al imprevisto, a la fatalidad del destino. Ya no. Si me pasa algo, no lo puedo dominar.
Noticias: ¿Es amigo de Antonio Gasalla, lo sigue viendo?
Pinti: Sí, sí, el otro día vino a la obra. Lo que pasa es que él y yo somos de no marcar el teléfono de nadie, esperamos que nos llamen.
Noticias: ¿Iría, como él, de jurado al “Bailando”?
Pinti: No, yo no iría. Antonio creo que no la pasó bien aunque en ese momento decía que sí. Le veía la cara y sabía que no la estaba pasando bien. No soy el hermano pero lo conozco hace 40 años y en ese aspecto estamos cortados por la misma tijera. Nacha sí lo superó, se metió en el juego y lo superó. Yo no podría eso de juzgar igual a la Mole Moli que a la Cassano. Eso le conviene al show, es un problema de la producción y no soy productor de nada. Yo soy jurado y como soy jurado y la gente me conoce y me da cierto crédito, no podría. En “Tu cara me suena” lo hice porque era otro tipo de juego.
Noticias: ¿Cómo se lleva con Mirtha y con Susana?
Pinti: Muy bien. A Susana la conozco desde que era modelo. Cuando empecé a escribir para la tele, por medio de Andrés Percivale, hacía guiones para Música en libertad o Alta tensión, shows de las discográficas que animaban las modelos. Y yo les escribía los guiones que estas guachas revoleaban por el aire. Susana no se acuerda, no se acuerda ni de lo que hizo ayer, y se lo dije: “Yo era el gordito de anteojos que escribía los guiones” (risas). Tenemos mucha confianza pero no somos como uña y calzón y por ahí se borra. Hace ocho años que no voy a su programa y no porque tenga ninguna pelea sino porque no me llaman, pero la quiero igual. Y Mirtha para mi es la del cine, imaginate que soy cinéfilo a muerte. Es la única actriz en el mundo que sigue trabajando, a la edad que tiene, como estrella. Es muy interesante como fenómeno mediático y artístico. Es única.
Noticias: ¿A quién extraña?
Pinti: Extraño mucho a mi amigo Juanito Belmonte, que murió en 2012, y a mi hermano, que murió el 31 de julio del año pasado. Vivía conmigo, era siete años mayor que yo, estaba sanísimo pero se deprimió.
Noticias: ¿Se quedó con ganas de trabajar con alguien?
Pinti: Sí, Norma Aleandro, Oscar Martínez, Julio Chávez, gente importante a la que yo quiero mucho, Jorge Marrale… Me habría encantando trabajar con Alfredo Alcón.
Noticias: ¿Qué lo hace feliz?
Pinti: Uh, lo que me hace feliz es poder seguir trabajando a esta altura; descansar, poder tomar vacaciones; me hace feliz que a los amigos les vaya bien.
Noticias: Se emociona mucho al final de “Otra vez sopa”
Pinti: Me emociona mucho la canción final que había estrenado en “El infierno de Pinti” en el 95, sobre ese amor al país a pesar de criticarlo tanto. Ahora no lo puedo superar, porque se me traba la voz y la gente cree que tengo algún problema.
Noticias: El público lo quiere mucho, se lo dice.
Pinti: Sí, me quieren porque los que les mando es siempre, a pesar de todas las puteadas, esperanza. Se me nota la esperanza.
Noticias: ¿Entonces le pone un poroto a algún político?
Pinti: Ahora nooo... yo voté en blanco en las últimas elecciones, me clavé demasiado. He dicho cada cosa, a mí no me resiste el archivo, apoyé a cada pejerrey... pero ya no me agarran más.
Leni González | @lenideescalada
por Leni González
Comentarios