La Serie 4 de BMW nació para reemplazar a las versiones Cabrio y Coupé del Serie 3. Esta alternativa con techo rígido descapotable es el único de su tipo en el segmento de los medianos premium. La gama se complementa con el Coupé, el M4 y el Gran Coupé.
En la Argentina este modelo cuenta con una sola motrización naftera de seis cilindros en línea, 3.0, con turbo e inyección directa, de 326 CV. Está asociado a una caja automática de ocho velocidades y tracción trasera. En las pruebas logramos una velocidad máxima de 251,3 km/h. La aceleración de 0 a 100 km/h fue de 5,3 segundos.
Tales atributos deportivos se combinan con un excelente comportamiento dinámico que, al igual que la respuesta motor y caja, puede variar de acuerdo al modo de conducción seleccionado (Sport+, Sport, Confort y Efficient Dynamics).
Pero el gran atractivo de este modelo es la posibilidad de abrir y cerrar el techo en apenas 24 segundos, mediante una meticulosa acción con piezas que se van encastrando con precisión, quedando en todos los casos con una terminación admirable. Este sistema le quita espacio al baúl y la visibilidad hacia atrás es limitada.
En un interior de sobrada calidad y aspecto muy sobrio, el espacio para los de adelante es amplio, ofreciendo butacas deportivas con reglaje eléctrico que incluye el ajuste de los pétalos laterales. Al igual que el volante, dichos asientos ofrecen calefacción, a la que se le suma el calentador de nuca. Las plazas traseras son para dos ocupantes y el espacio es muy limitado.
Dentro de la larga lista de equipamiento destacamos, además del Paquete M Sport, la pantalla multifunción de 8,8 pulgadas y el sistema de sonido Harman Kardon. En materia de seguridad cuenta, entre otras cosas, con seis airbags, ESP y faros led.
Lamentablemente no tiene rueda de auxilio: calza neumáticos Run Flat.
El precio de 116.900 dólares es casi tan exclusivo como esta variante, que por el momento no tiene competidores directos.
Christian Hein
Redactor Jefe Revista Parabrisas
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