Saturday 14 de December, 2024

POLíTICA | 03-08-2017 13:01

La juventud que se fue con Randazzo: "El discurso de Cristina nos espantaba"

Federico Martelli es el líder del MUP y formó parte de la base militante del exgobierno. Críticas a Macri, palos a CFK y misiles a Massa.

Los tiempos políticos cambiaron y la derrota electoral del kirchnerismo en 2015 en Nación y en la provincia de Buenos Aires, agitaron las aguas de las bases políticas. Sin embargo, las fisuras del justicialismo terminaron de resquebrajarse en 2017, cuando Cristina Fernández de Kirchner decidió no competir en internas contra Florencio Randazzo y se armó su propio espacio por fuera del Partido Justicialista. Los referentes históricos comenzaron a dividirse en un reparto de bienes gananciales que llegó a extremos freudianos como ver a Fernando Espinoza, titular del PJ bonaerense, competir en la lista de Cristina, en contra del partido que preside. El quiebre llegó a las bases militantes, donde las corrientes de juventud del kirchnerismo también tomaron caminos separados. La pertenencia de La Cámpora acompañó a Cristina, el Movimiento de Unidad Popular se fue con Randazzo.

Lejos de las polémicas televisivas que lo tuvieron a maltraer en los últimos años del kirchnerismo, cuando ocupaba un cargo en Cancillería, Federico Martelli, Secretario General del MUP, fue entrevistado por NOTICIAS en medio de una campaña en la que los números del candidato, según sus propios dichos, no son lo importante: “Néstor tenía una intención de voto del 2% cuando arrancó y al año tenía una popularidad de 60 puntos”.

Desde la creación del MUP en 2001 que llegó a administrar 100 comedores en el conurbano bonaerense, al acercamiento al kirchnerismo en 2005 de la mano de Carlos Kunkel y Oscar Parrilli, Martelli relata de memoria los números económicos del gobierno de Néstor Kirchner, hasta la llegada de los años cristinistas: “El conflicto con las entidades rurales nos puso en el lodo. Creo que la 125 era una medida que nos convenía a todos, pero nos puso en un espacio de confrontación y nos sacó la posibilidad para pensar metas estrategias para el desarrollo. Venimos perdiendo con el paso de los gobiernos la posibilidad de subirnos al tren de los países en desarrollo, que tienen unas características comunes, como un sistema educativo muy sólido, competitivo y meritocrático, una defensa a ultranza de la industria estratégica de base, y un sistema institucional muy sólido. En términos generales el gobierno de Néstor y Cristina coincidían en eso, pero hubo problemas de aplicación, a lo que se sumaron las crisis internacionales y los errores políticos”.

NOTICIAS: ¿A qué le llama “errores políticos”?

Martelli: A no poder ampliar la base de sustentación ni sostenerla. La articulación entre movimiento obrero, estado y sector productivo es la base de cualquier proyecto. Y desde 2012 en adelante se dio la ruptura con Moyano, la ruptura con la UIA. Julián Domínguez trabajó para recomponer el vínculo con el campo, pero no se fue más a fondo.

NOTICIAS: Pero el gobierno iba en otra dirección...

Martelli: Muchos de los dirigentes que trabajaron para reconstruir vínculos entre sectores productivos y la política eran marginados de la toma de decisiones. De hecho, se fue concentrando cada vez más en un círculo muy pequeño: terminaron Cristina, Máximo, Zannini y Parrilli. Yo lo viví de adentro. Por una cuestión de formación sabíamos que eso estaba equivocado, que los intendentes tenían un rol importantísimo que cumplir, no solamente para hacer asfalto sino para discutir la política, que la CGT y el empresariado tienen un rol muy importante que cumplir. Y después hubo correcciones macro que no se hacían.

NOTICIAS: ¿Cómo cuales?

Martelli: Me parece que la inflación no fue tomada con la importancia que tenía. Para la economía informal, que es el 34% de la población, para las Pymes y para los asalariados que perdían en paritarias, la inflación fue muy grave. Hoy hay inflación, pero también desocupación y empobrecimiento. No logran reducir la inflación, ni la desocupación, ni la pobreza, ni hacer crecer la economía y toman índices parciales. El índice de actividad económica cuando les conviene y todos comparados con el año pasado, cuando tuvieron picos de caídas de 7 puntos o más.

NOTICIAS: En pobreza no había índices para comparar.

Martelli: Tenías el de la UCA.

NOTICIAS: El de la UCA es de la UCA

Martelli: Es un punto de partida. Y empeoraron los números. Con el Gobierno de Néstor Kirchner logramos el número más bajo de 23 puntos en 2007. Ahí empezaron a empeorar los índices y a ocultar la información, cuando tenían que plantear el desafío de resolver el problema.

Ruptura. Para Martelli, el camino político del kirchnerismo comenzó a torcerse con la reelección de Cristina: “Entre el 54% y el acto en Velez se produjo un punto de inflección, en el cual el núcleo duro de Cristina empezó a creer que podían prescindir del peronismo, que con la fuerza propia les alcanzaba para gobernar, hacer política y ganar elecciones. Escuchábamos conversaciones en las cuales se hablaba de que ya el PJ no era necesario, que los intendentes no eran necesarios, ni los gobernadores ni la CGT, porque ya el poder estaba concentrado en Cristina y una nueva forma de hacer política. El discurso nos espantaba”.

Sin embargo, al momento de hablar de la actual gestión de Mauricio Macri, Martelli considera que es peor: “Tienen un diagnóstico errado y no comprenden el mundo en el que viven, en el cual cada país protege su producción como si fuera el último producto de la tierra. Creo que todo lo malo que teníamos como Gobierno, Macri lo empeoró y lo bueno lo está destruyendo.

Lejos de los altos cargos de la era kirchnerista, Martelli compite para ser concejal en La Plata por el espacio del ex ministro de Transporte de Cristina, Florencio Randazzo, “al que no le importó si arrancaba midiendo 7 puntos ni que Cristina midiera 30”. Según Martelli, el camino que quieren encarar es la reconstrucción del vínculo del peronismo con la sociedad, la cual “se ve desvirtuada cuando te aparece un tipo como López con 10 millones de dólares imposibles de explicar”. Desde su perspectiva, las PASO son lo de menos y ya imagina un Randazzo candidato a presidente: “No importa con cuánto arrancás, si no si sos capaz de captar el malestar social y transformarlo en esperanza. No lo puede hacer Cristina porque tiene el vínculo roto con un montón de sectores. No lo puede hacer Massa porque es un tipo muy poco confiable”.

NOTICIAS: ¿Por qué le parece poco confiable Massa?

Martelli: Su historia política lo marca de esa manera. De la Ucede al menemismo, ultraduhaldista, ultrakirchnerista y después de ser Jefe de Gabinete dijo que era el tipo que iba a frenar a Cristina, hizo un pacto con el PRO, fue a Davos, le habilitó el endeudamiento para pagar a los fondos buitre y en diciembre parece que se despertó en otro país, se plantea como opositor y hace un acuerdo con Margarita Stolbizer para blanquearse un poco.

NOTICIAS: ¿Qué le genera ver de vuelta en listas a Cristina, Scioli…

Martelli: Una mezcla de tristeza y decepción. Son los síntomas del no aprendizaje, de una decadencia, que le da la razón a la gente cuando está enojada con la política. La maniobra de irse del PJ, armar un frente con una agrupación de centroizquierda para esquivar una discusión democrática es absurda. No la entendemos los dirigentes políticos, cómo la va a entender la gente. Es muy difícil de explicar.

En medio de la autocrítica peronista, Martelli apunta sus cañones a La Plata, su ciudad natal, “una ciudad que fue planificada, segura, ambientalmente sana y hoy es caótica, insegura, desigual, con la mayor cantidad de asentamientos del país y con todos sus cursos de agua contaminadas”. Sin embargo, plantea una mayor preocupación hacia el futuro: “Es una ciudad que tiene 900 kilómetros cuadrados, con ferrocarriles y tres rutas, cuando los distritos del conurbano ya no tienen lugar geográfico para absorber olas migratorias y hoy van al tercer cordón. La Plata, por la cantidad de terreno que tiene, va a tener un crecimiento exponencial de su población. Si no pensamos de qué van a trabajar, a qué escuela irán a estudiar o a qué hospital irán a atenderse, podremos transformarnos en La Matanza con una catedral linda.Necesitamos quebrar esa tendencia decreciente con una discusión del proyecto de ciudad que hoy vive de la Universidad y del Estado. Un municipio pobre, con un presupuesto por habitante más bajo que Berisso o Ensenada. 6 mil pesos por habitante por año, cuando Vicente López tiene 16 mil.

NOTICIAS: ¿Dónde está la falla?

Martelli: Que no tenés a quién cobrarle impuestos. Los grandes contribuyentes están en la industria. La Plata tiene un parque industrial pequeño y otro con cinco empresas. Cuando ves el Parque Industrial de Pilar, el de Ezeiza, el de Cañuelas o los 18 parques de Berazategui… eran todas ciudades dormitorio hace 20 años. La Plata no tiene turismo, no promociona en ningún lado, no produce nada para el tamaño que tiene. El Estado persigue a los productores floricultores y frutihortícolas a pesar de tener la mayor producción del país con las tarifas, con los caminos, con los impuestos. Tuvimos un tornado en febrero y al otro día el precio del nylon se multiplicó y nadie habilitó un crédito. No se defiende al tipo que labura, ni al que invierte. Ezeiza, Cañuelas, Berazategui, captaron todas las inversiones que podían venir a La Plata. El intendente actual, (Garro) estaba contento porque estaba logrando resolver el tema de los baches. Y te lo dice sin ponerse colorado. El problema no es de Cambiemos, es de la dirigencia en general. Y si hay alguien al que ayudaron es a Garro. El año pasado al municipio le sobraron fondos destinados a seguridad. Hubo subejecución cuando La Plata está dividida en 87 cuadrículas y hay 35 móviles operativos. No se puede ampliar el sistema de cámaras porque no hay fibra óptica. No hay un solo móvil con GPS. Los comisarios están liberando zonas y pactando con el delito. City Bell, en diez cuadras, hay cuatro bunker narcos. La inseguridad es la principal preocupación de los platenses. Hay barrios que no los podes caminar ni a las dos de la tarde. Los motochorros son los dueños de la calle. Soy un tipo cuidadoso, que se mueve de manera prudente, y tuve entraderas y una 9 mm en la cabeza. Me robaron a punta de pistola a una cuadra de la Comisaría 9na.

La conversación derivó, por razones obvias, en la situación de la Policía Bonaerense, que ya tuvo que cambiar de jefe en un año y medio tras la decisión de la gobernadora de desplazar al comisario general Pablo Bressi, a quien, según Martelli, “María Eugenia Vidal protegió a pesar de las denuncias”.

NOTICIAS: La pregunta debería ser a quién ponen al mando.

Martelli: El problema es que no quieren encarar una reforma profunda. Ritondo cree que puede pactar la disminución de los índices de seguridad a partir de pactar el reparto de la caja. Y no es así. Con la mafia no se puede pactar. Y eso se desarma dándole protagonismo a la gente.

NOTICIAS: Pero si empiezo a borrar nombres en la fuerza ¿Quién queda?

Martelli: Es paulatino y profundo, pero arranca devolviéndole la dignidad al trabajador policial, que no tiene ningún derecho laboral, no tiene sindicato, ni estatuto ni normas de convivencia. El policía no tiene ninguna posibilidad de rebelarse ante la trata de personas, el narcotráfico o la zona liberada por más que le pase por la nariz, porque es como un obrero que está en negro en una fábrica clandestina en medio de un campo. Si quieren combatir la inseguridad, tienen que darle derechos al trabajador policial, sacarlo de la situación de indignidad salarial y jurídica en la que está. No sé si el sistema es el sindicato, pero los países desarrollados en el mundo tienen sindicato policial. Pero si el policía es sólo instrumento de su jefe, es imposible que el policía pueda rebelarse.

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