El primer día de clases de Medicina, abrumado por la reciente ruptura con su novia y por el insomnio, un joven Judson Brewer comenzó a escuchar instrucciones para meditar… y ya nunca dejó.
Graduado y formado como psiquiatra, el actual director de Investigaciones del Centro de Mindfulness de la Universidad de Massachusetts y autor del libro “La mente ansiosa” (Paidós, 2018) se convenció de que esa práctica que procura la conciencia plena podía ser efectiva para lidiar con las adicciones.
Noticias: ¿Es realmente comparable fumar crack con chequear todo el tiempo las redes sociales?
Judson Brewer: Todos tienen elementos en común, que son querer más y quedar atrapado en ese querer o desear algo de manera intensa.
Noticias: ¿Cuándo notó que el mindfulness podía ser efectivo?
Brewer: Cuando empecé a practicarlo y descubrí que me podía ayudar con malos hábitos míos. Por eso, en el curso de la última década conduje varios ensayos clínicos controlados. Y pudimos ver que los resultados eran comparables a los de los tratamientos de referencia en abuso de alcohol y cocaína. Que era cinco veces mejor para dejar el cigarrillo. Y que reducía los atracones en un 40%.
Noticias: ¿Se puede poner a meditar a un paciente intoxicado?
Brewer: No, no lo recomendaría. Primero hay que sacarlo de la confusión o la agitación para que aprenda la técnica.
Noticias: ¿No es demasiado bueno para ser real?
Brewer: Esa es una pregunta empírica. Yo tampoco estaba seguro de que el mindfulness pudiera funcionar en adicciones hasta que lo empecé a probar.
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