“El té ha sido durante mucho tiempo una de las bebidas más populares del mundo. La gente bebe té por la mañana con el desayuno, entre comidas para obtener una dosis de cafeína por la tarde y para relajarse antes de acostarse. La mayoría de las investigaciones sobre el té se han centrado en los efectos de la cafeína, el valor nutricional del té o en cómo se compara con el café, pero ahora los científicos dicen que esta bebida estimulante puede proporcionar un sorprendente beneficio para la salud”, anticipó la periodista Amudalat Ajasa en The Washington Post.
El legendario diario estadounidense dio a conocer un informe sobre los beneficios del consumo matutino del té que podría eliminar contaminantes peligrosos del agua. Basado en un nuevo estudio, publicado en ACS Food Science & Technology, se descubrió que las hojas de la popular infusión absorben naturalmente los metales pesados, filtrando contaminantes nocivos del agua como el plomo, el cadmio o el arsénico. Los metales quedan atrapados en la superficie de las hojas de té y se pueden eliminar simplemente filtrando las hojas o tirando la bolsita de té.
“Con el té se eliminan los metales del agua, pero no se consumen las hojas de té después, por eso funciona”, afirmó Benjamin Shindel, autor principal del estudio, que en el momento de la investigación era estudiante de doctorado en la Universidad Northwestern en Evanston, Illinois y agregó: “Como las hojas de té liberan sustancias químicas sabrosas en el agua, creando una bebida sabrosa, son igual de efectivas para extraer metales del agua”.
El estudio de Shindel se suma a un pequeño conjunto de investigaciones sobre el tema. Un analisis publicado en noviembre también descubrió que las hojas de té eliminaban metales pesados del agua. Saddam Husain Dhobi, el autor principal del artículo, dijo que esta investigación resalta el valor del té y “su potencial como un método seguro y eficaz para mitigar las sustancias nocivas”.
En el nuevo estudio, los investigadores experimentaron con una variedad de tés, métodos de preparación y tiempos de infusión, y examinaron la diferencia entre el té de hojas sueltas y el té en bolsitas. Y la receta para obtener la taza de té más pura depende de un factor principal: el tiempo. Cuanto más tiempo se deja reposar, más metal se elimina.
Estos académicos descubrieron que al dejar reposar una taza de té promedio durante cinco minutos, se producía una reducción del 15 por ciento en las concentraciones de plomo, y esa tendencia se mantuvo en todas las tazas, independientemente de si las concentraciones de plomo eran más altas o más bajas. "Dejar reposar el té durante la noche, un método común para preparar té helado, proporciona una mejor purificación del agua que dejarlo reposar durante unos minutos. Pero incluso unos pocos minutos pueden dar como resultado una eliminación moderada de metales", aseguró Shindel.
Los investigadores también examinaron distintas variedades de té para determinar si aportaban algún beneficio adicional. Se probaron tés negros y verdes en bolsitas, así como hojas de té enteras, incluidos tés verdes, oolong, blancos y negros. También se probaron tés de hierbas para determinar su capacidad de hacer que los metales se adhieran a la superficie de las hojas.
La mayoría de los tés, incluidos los de hierbas, tuvieron un rendimiento similar, salvo las flores de manzanilla, que adsorbieron mal los metales. El estudio descubrió que las hojas de té molidas tienen un mejor rendimiento, en comparación con las hojas enteras, porque al molerlas se crea una superficie adicional para atraer los contaminantes.
El tipo de bolsita de té también fue importante. Las bolsitas de celulosa, un material biodegradable y orgánico derivado de los árboles, fueron muy eficaces para absorber metales del agua. Las bolsitas de nailon, que pueden liberar miles de millones de microplásticos, no tuvieron un buen desempeño en el estudio, y las bolsitas de algodón mostraron capacidades de adsorción triviales. Aun así, los beneficios relativos de las diferentes bolsitas de té y tipos de té fueron “marginales en comparación con el beneficio de tener más tiempo”, acoto Shindel al Post.
Aunque el científico de Illinois, que ahora trabaja con el Laboratorio Nacional de Tecnología Energética del Departamento de Energía, no puede decir definitivamente cuál sería el resultado para la salud humana por beber té, sugirió que podría conducir a una disminución de enfermedades estrechamente relacionadas con la exposición a metales pesados. “La gente debería ser consciente del potencial que tiene la preparación del té para adsorber una fracción de los metales y potencialmente otros contaminantes del agua potable”, concluyó.
por R.N.
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