El contador Enrique Iglesias, exministro de Relaciones Exteriores (1985-1988), expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (1988-2005) y ex titular de la Secretaría General Iberoamericana (2005-2014), advierte que cuando se lance de lleno la campaña electoral, Uruguay verá organizarse a las fuerzas que “operan contra la democracia” mediante “tecnologías sucias” de desinformación y noticias falsas, y propone un compromiso multipartidario de no emplear esas tácticas. Defiende los logros de Uruguay y asegura que los desafíos que enfrenta -déficit fiscal, seguridad social, inserción internacional y delincuencia- requieren negociación y acuerdos mínimos de las fuerzas políticas, único antídoto ante un “mundo cambiante y nervioso”.
Renuente a hablar sobre la situación interna venezolana, por su papel como mediador en el Mecanismo de Montevideo, observa sin embargo que la crisis de Venezuela es un problema regional y por eso la región debe involucrarse como “factor positivo” para una solución. Apunta además un dato para recordar: el “halcón” a cargo de la política estadounidense hacia Venezuela, Elliott Abrams, un viejo conocido de Iglesias, sostuvo recientemente que el proceso venezolano debe concluir en unas elecciones de las que participe libremente el chavismo.
Noticias: Uruguay se destaca en rankings internacionales que miden el apego a la democracia y las cuentas ordenadas. Pero internamente se escuchan muchas críticas. ¿Es preocupante el panorama?
Enrique Iglesias: La coyuntura mundial y la regional están atravesando momentos difíciles, que podrían ponerse aún más difíciles, y sería una ingenuidad pensar que a nuestro país esas cosas no llegan. En lo económico nos toman un poco mejor preparados que otros países, sobre todo mejor que nuestros vecinos. Pero no cabe duda de que la coyuntura internacional tiene nubarrones fuertes, con la posibilidad de que se puedan precipitar fenómenos críticos que habíamos pensado estaban superados, pero la economía es ciclos, por definición, y esos ciclos pueden venir. Entonces, estamos frente a una realidad internacional que nos define y nos condiciona. Sobre todo desde la perspectiva del comercio internacional, que siempre es un elemento determinante de nuestra economía, y por la evolución de la coyuntura regional. Dependemos mucho de nuestros vecinos, y Argentina está en un serio esfuerzo por salir adelante, con dificultades, y creo que van a salir, pero mientras tanto eso nos llega. Lo estamos viendo por ejemplo con el turismo. Brasil está empezando a salir, pero va a ser una salida lenta y trabajosa. De manera que el mundo y la región tienen señales que nos pueden afectar y por tanto hay que estar más alerta que nunca para mantener una economía muy sólida internamente a efectos de capear el temporal.
Noticias: El presidente brasileño Jair Bolsonaro ofreció este mes el ingreso de una cuota de trigo estadounidense libre de aranceles. ¿Se pueden dar cambios bruscos en el comercio de nuestros vecinos?
Iglesias: Se pueden dar. Pero la apertura de la economía brasileña es una buena noticia, en cuanto al potencial que tiene para dinamizar el Mercosur. Tengo expectativas de que se pueda llegar a un Mercosur más dinámico, con objetivos un poco más modestos, como el de la unión aduanera, pero con la posibilidad de avanzar a una auténtica zona de libre comercio. Eso permitiría flexibilizar, y nosotros hemos estado apelando hace mucho tiempo a esa posibilidad, y creo que con estos cambios en Brasil eso es posible.
Ahora, al mismo tiempo aparecen las áreas preferenciales. En el caso concreto de Estados Unidos, es la posibilidad de apertura del mercado agrícola para Brasil en condiciones prácticamente libres. Eso ciertamente es mirado como una nube complicada, especialmente para nuestra producción agrícola. Tenemos que ver cómo se desarrollan los hechos; todavía no hay definiciones concretas. Por un lado la apertura es importante, pero por otro, la toma de estas medidas en el campo de la agricultura por parte de Estados Unidos es un hecho bastante excepcional y genera preocupaciones que vamos a afrontar.
Noticias: ¿Y Uruguay cómo está? Se habla mucho de déficit fiscal elevado, educación y seguridad pública. El ministro de Economía, Danilo Astori, mencionó recientemente otros dos problemas: el empleo y las inversiones.
Iglesias: En los últimos 30 años Uruguay ha tenido una democracia que ha ido fortaleciéndose. Nos han elegido entre las primeras 10 democracias del mundo en cuanto a su funcionamiento. Esto es un trabajo que hay que destacar de esos 30 años de recuperación democrática. Por otro lado, en materia económica se han hecho cosas igualmente importantes. Hemos aprovechado en esos 30 años los vientos que llegaron del aumento de los precios de las materias primas, nos fue muy bien en ese sentido, pero esto también lo tuvieron los vecinos y están en una crisis muy fuerte. En ese contexto, se pudo avanzar y quedar fuera de las terribles crisis que atravesaron estos dos países (Argentina y Brasil).
Pero tenemos que mirar para adelante. Hay problemas que tienen que ser dominantes en la política económica. Quizás el más visible es el déficit fiscal. Hay demandas sociales muy importantes que se han generado, y en este momento estamos enfrentando uno de los grandes desafíos para cualquier gobierno en el que ciertamente se impone, en este mundo inquieto y nervioso, defender lo hecho y mejorar. Sería muy importante que los grandes partidos políticos entiendan que hay ciertas cosas que tienen que ser resueltas con diálogo y negociación.
Noticias: Si tuviera que elegir tres temas para que los partidos acuerden políticas de estado en un año electoral ¿cuáles serían?
Iglesias: El déficit fiscal, sin duda. Cada reducción de un punto de déficit es una tarea hercúlea, por eso habría que buscar algún acuerdo. En segundo lugar, la seguridad social, un problema que tienen todos los países del mundo, pero el nuestro en particular por las ambiciosas políticas de seguridad social en las que nos hemos embarcado, afortunadamente. Pero el desafío es muy grande y en estos temas no puede salir un solo partido, tiene que haber una concertación de fuerzas, como en cierta manera hicimos en la anterior reforma que inspiró el actual sistema. Y por último las relaciones externas en materia económica deberían ser privilegiadas también por aproximaciones lo más concertadas que se pueda. Puede haber otras cosas: la seguridad, un tema extendido en toda América Latina, y en el mundo, extendido y concertado muchas veces por estas fuerzas (delictivas) y por eso un enemigo grande que tiene el país.
Noticias: Uruguay no es ajeno a la crispación de las redes sociales ni a la divulgación masiva de noticias falsas. ¿Cree que pueden ser factores determinantes en la campaña?
Iglesias: El problema de las noticias falsas e interferencias en los procesos electorales ha sido un hecho muy lamentable y que, desgraciadamente, todavía no tiene una solución clara. Paso parte de mi tiempo en España y veo que en el actual debate electoral es un tema muy presente. Son tremendamente perturbadores y verdaderos enemigos del funcionamiento de la democracia. Algo hay que hacer, no sé qué, pero las fuerzas negativas que quieren perturbar la democracia son un enemigo que hay que enfrentar.
Noticias: ¿El nivel del debate político que hay en Uruguay podría protegerlo o no?
Iglesias: No hemos tenido una presencia organizada de esas fuerzas. Pero ahora, cuando empieza el proceso electoral, es cuando las vamos a ver organizarse. Algo que tendría mucho sentido es un acuerdo de los partidos políticos, todos, para abstenerse de utilizar esas tecnologías sucias, que realmente pueden destruir la democracia. Es el momento ideal para que, en nuestra democracia tan abonada por la cooperación internacional, tomemos eso como un tema a discutir y acordar que ningún partido político llegue a utilizar esos instrumentos. Me dicen que el tema ya está en discusión, que ha habido debates públicos, y creo que es algo a celebrar.
Noticias: Hay quienes advierten el peligro de que la crisis venezolana degenere en una guerra o en un conflicto armado de baja intensidad. ¿Lo cree probable?
Iglesias: Nunca sabemos, cuando empieza a desatarse la violencia, a dónde puede llegar. Todas las opciones están abiertas, pero no creo que hoy día ese sea el peligro mayor. El peligro mayor es todavía dentro de Venezuela y es de desear fervorosamente que el país encuentre su pacificación y empiece a reconstruirse, porque está sufriendo y está pasando uno de los momentos más críticos que yo he visto de la historia de ese país. Conozco Venezuela, ya que tuve la ocasión de vivir allí dos años como consultor del equipo económico (del gobierno de Rafael Caldera) y le tengo una gran simpatía a su gente, a su manera de ser. Por eso no hago más que pensar que el conflicto quede circunscripto donde está, pero sea resuelto cuanto antes. Y eso es un tema que debe comprometernos a todos.
Noticias: Uruguay lanzó junto a México el Mecanismo de Montevideo para abrir un diálogo y lo propuso a usted junto a otras personalidades, como la secretaria iberoamericana Rebeca Grynspan y el excanciller mexicano Bernardo Sepúlveda, como mediadores. ¿Han hecho gestiones?
Iglesias: Yo en eso no voy a entrar porque, justamente, no debo opinar sobre Venezuela.
Noticias: En la crisis venezolana reapareció un personaje de la política exterior de EE.UU en los conflictos centroamericanos de los años 70 y 80, Elliott Abrams, ahora como enviado especial para Venezuela. ¿Usted lo conoció?
Iglesias: Lo conozco bastante, porque estuve comprometido en el proceso del Grupo de Contadora (promovido por Colombia, México, Panamá y Venezuela para hallar una salida a los conflictos militares de El Salvador, Guatemala y Nicaragua). Cuando estaba de canciller (1985-1988) hicimos una gestión para acompañar el proceso de paz mediante el Grupo de Apoyo a Contadora (Argentina, Brasil, Perú y Uruguay) y en ese contexto tuve ocasión de conocer al señor Elliott Abrams, que era una pieza central.
Hoy está al frente del tema venezolano, espero que haya un diálogo constructivo y fluya una solución. Es un personaje difícil, muy comprometido con sus ideas respecto de la forma de funcionamiento político de la democracia. Pero hace poco dijo algo que me pareció positivo y que hay que destacar: ciertamente tendrá que haber elecciones en la salida del proceso venezolano y en esas elecciones tienen que participar por supuesto los chavistas, dijo. Es una declaración que, me parece, hay que recordársela. Pero, más allá de eso, no sé cómo está actuando ni operando.
Noticias: El Grupo de Contadora y del Grupo de Apoyo hicieron un esfuerzo relevante para la pacificación centroamericana. ¿Por qué hoy la región latinoamericana no encuentra un mecanismo similar para abordar la crisis venezolana? Está el Grupo de Lima, pero…
Iglesias: Lo de Contadora pasó hace casi 40 años. Todos cambiamos, y las coordenadas que se dan hoy no son exactamente las que teníamos en aquel momento. Pero lo importante es que se movilicen los países. Una de las cosas que me parece positiva es que haya una reacción colectiva de hacer del tema venezolano un hecho regional, cualquiera sea la posición que se tenga en las cosas que hagan los actores, pero el tema venezolano es un tema regional y debe ser abordado regionalmente y eso es lo que hay que subrayar. Todo lo demás depende de las circunstancias, los países van cambiando y los momentos también. Rescato de todo esto que se reconozca que hace falta una acción en la que la región sea un factor positivo en la solución del problema.
Noticias: Estados Unidos parece estar mucho más interesado en América Latina desde que Trump asumió la presidencia, sobre todo en torno de Venezuela, pero también con Nicaragua y Cuba. ¿Puede repetirse un ciclo de influencia como la que se vivió en el siglo XX o las circunstancias son distintas?
Iglesias: Estados Unidos tiene intereses muy concretos que los hace valer y los hace presentes. Por tanto, la política americana tiene una influencia determinante en muchos de nuestros problemas y hay que reconocerlo así.
Noticias: Mientras pasa esto, hay otros actores externos que pisan fuerte en esta región, en particular China, y también Rusia. ¿Hay que preocuparse de esas presencias?
Iglesias: Por ahora la presencia está limitada al tema económico, donde China juega un papel fundamental, Rusia menos, si bien ciertamente está abriendo nuevas posibilidades. Pero la potencia dominante en la economía de Sudamérica es China y ese factor tiene implicaciones económicas, pero también políticas. Es imaginable que, si esta guerra comercial que hay entre China y EE.UU continúa, tenga reflejos sobre nosotros, inevitablemente. Y reflejos difíciles.
Noticias: ¿Lecciones que América Latina pueda aprender de su experiencia con Estados Unidos para lidiar con la influencia china de manera positiva y no caer en una nueva dependencia?
Iglesias: Dependencia vamos a tener siempre porque todo el mundo depende, en cierta manera, de todo el mundo. Ahora, algunos dependen más que otros, y nosotros somos de esos, estamos en esa condición. Lo importante es entender que, en materia económica, América Latina tiene que tener relaciones muy intensas con China porque somos un socio natural en la provisión de los tres grandes productos: los metales, los alimentos y los energéticos. Y China tiene interés en mantener ese comercio. Por nuestra parte, somos también receptores potenciales de la producción de China, un país que está creciendo en tecnología y con nuevas aproximaciones al comercio. De manera que hay un mercado natural. También lo tenemos con EE.UU, que todavía es el primer inversionista en la región, y de eso surge la necesidad de compartir con ambos las oportunidades de la economía internacional.
Ahora, lo que no nos gustaría es que las repercusiones de la política entre ambas potencias aterrizaran en nuestras cosas. Sería lamentable.
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UNASUR: MEJORAR LO QUE HAY
Noticias: El desmonte de la Unasur y la creación de Prosur ¿son avances o retrocesos?
Iglesias: Yo prefiero que se mantengan los organismos de coordinación política existentes y se perfeccionen desde adentro para no crear nuevas instituciones. Pero tenemos que ver exactamente cuál es el objetivo antes de dar una opinión. Los organismos de integración son otra cosa, tienen su dinámica propia y su estructura. Ahí hay dos sectores que tienen grandes responsabilidades: el Mercosur y la Alianza del Pacífico. Ahí habría oportunidad de hacer un puente importante, con un Mercosur dinamizado, con nuevas flexibilizaciones debido a las aperturas externas a las que está apuntando Brasil, y seguramente Argentina, un Mercosur que tenga además la oportunidad de abrir las puertas hacia terceros países y privilegie el Pacífico es una muy buena aproximación y colaboración. Yo creo que la cosa pasa por ese lado.
Noticias: Pero con relación a Unasur y Prosur, ¿por qué hay tantas dificultades de crear mecanismos de coordinación política que no se desbaraten cuando cambian de signo los gobiernos?
Iglesias: No lo sé, eso habría que preguntarlo a los gobiernos. Tenemos Unasur, tenemos ahora Prosur, tenemos la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), que fue creada hace unos años.
Noticias: Pero que también está con dificultades para funcionar.
Iglesias: También está con dificultades. Es una vieja tendencia en América Latina crear organizaciones nuevas. Yo soy más viejo, y por eso prefiero siempre perfeccionar las que ya tenemos.
por Diana Cariboni
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