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NOTICIAS URUGUAY | 09-11-2019 13:59

Una cuña conservadora

Las elecciones del 27 de octubre dejan 15 por ciento de las bancas en manos conservadoras y contrarias a la nueva agenda de derechos.

Cabildo Abierto (CA), el partido del exjefe del ejército Guido Manini Ríos, captó 10 por ciento de los votos y obtuvo tres escaños en el Senado y 11 en la Cámara baja, galvanizando así a un sector cuya representación estaba dispersa o encarnada en un puñado de legisladores evangélicos.

CA, con más de 260.000 votos, casi monopoliza ese espacio conservador que comparte con cinco diputados religiosos (tres evangélicos y dos católicos) para sumar 19 bancas o 15 por ciento del Parlamento.

CA propone terminar con la marihuana legal, eliminar la “ideología de género” de la educación inicial y primaria, adoptar un “salario maternal” para alentar a las mujeres a abandonar sus empleos y dedicarse a la “mejor crianza” de los hijos y lograr “equidad de género” para los varones a los que “se les quita la oportunidad de tener contacto con sus hijos luego de la separación”.

Una investigación publicada antes de las elecciones por el medio británico openDemocracy y la plataforma de periodismo de datos argentina Economía Feminista identificó 160 candidaturas conservadoras en un total de 646 para cargos nacionales en Argentina, y 87 en 998 listas en Uruguay.

La investigación revisó las posturas de cientos de candidatos de los dos países sobre asuntos como aborto legal, educación sexual y derechos de las personas LGBTIQ.

Además estimó, según los resultados de elecciones internas, encuestas y lugares en las listas, que esos candidatos podrían obtener 51 bancas en el Congreso argentino y unas 21 en el Parlamento uruguayo.

derecha uruguay

La estimación fue muy precisa para Uruguay, en especial para la representación que obtendría CA, que presentó 44 listas en todo el  país.

Manini Ríos ganó una banca en el Senado, igual que su número dos Guillermo Domenech, y su esposa Irene Moreira.

Las bancas de diputados asignadas al partido en el escrutinio primario eran al cierre de esta edición para Eduardo Lust, Silvana Pérez y Elsa Capillera (Montevideo), Álvaro Perrone y Carlos Testa (Canelones), Sebastián Cal (Maldonado), Nazmi Camargo (Rivera) y Solís Echevarría (Tacuarembó), mientras quedaban por definirse otros tres lugares que podrían ser ocupados por Wilman Caballero (Cerro Largo), Martín Sodano (Montevideo) y Rodrigo Albernaz (Salto).

De las 44 candidaturas religiosas identificadas por openDemocracy cinco fueron exitosas: el pastor neopentecostal Álvaro Dastugue (Montevideo), el pentecostal Benjamín Irazábal (Durazno), el bautista Gerardo Amarilla (Rivera) y los católicos Rodrigo Goñi (Montevideo) y Sebastián Andújar (Canelones), todos reelectos por el Partido Nacional.

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Algunos primeros suplentes evangélicos podrían ocupar bancas cuando sus titulares renuncien para asumir cargos ejecutivos.

Pero el voto confesional, que promueve la iglesia Misión Vida del apóstol Jorge Márquez, no parece haber tomado vuelo. “En Uruguay todo el mundo protestante ronda entre 13 y 15 por ciento y no creo que haya una votación automática”, dijo a NOTICIAS el sociólogo de la religión Néstor da Costa.

CA, con discurso de mano dura e impronta militar, parece haber interpretado mejor que los evangélicos la disconformidad conservadora.

Cambio cultural. Uruguay, que despenalizó el aborto, adoptó el matrimonio igualitario, reconoció los derechos a la identidad de género y aprobó una ley integral para las personas trans, ve emerger así un partido de derecha y conservador con importante representación parlamentaria.

La exjueza Mariana Mota, directora de la Institución Nacional de Derechos Humanos, reflexionó en el artículo de openDemocracy que “el avance en la protección de derechos no se acompasó con el necesario cambio social” y por eso “parte de la sociedad no está de acuerdo”.

El sociólogo Da Costa opinó que así como “lo mejor que nos pasó en una época fue que los tupamaros entraran a la política partidaria y ahora son parte del sistema, es bueno que la disidencia conservadora sobre determinados temas se exprese, si no, va a terminar expresándose por vías no tradicionales”.

Respecto de la acción parlamentaria de estos sectores, “puede llegar a haber una coalición de intereses comunes, de corte ideológico conservador, no necesariamente religioso”, dijo, aunque puso en duda que logre cambios radicales. “Ellos van a proponer en el Parlamento sus posturas hiperconservadoras, para eso se organizan. El tema es si la sociedad las comparte”.

¿Nacionales o foráneos? Manini definió la “ideología de género” como un “libreto” extranjero que “nos aplican para transformarnos en tribus” y criticó a la “izquierda ‘sorista’, por George Soros. Esa izquierda cambió la bandera: ya no es la lucha de clases, ahora es la ideología de género. Siempre buscando fracturar, dividir padre contra hijo, mujer contra hombre”.

El término “ideología de género” acuñado por el Vaticano en la década de 1990, es el caballito de batalla de movimientos ultraconservadores en todo el mundo para argumentar que los derechos sexuales y reproductivos son una “ideología” que amenaza la “familia tradicional”.

La “ideología de género” y Soros también son el blanco de la derecha cristiana estadounidense muy ligada a Donald Trump y que despliega estrategias internacionales, en especial contra el sistema interamericano de derechos humanos.

En una reunión en marzo de la National Hispanic Christian Leadership Conference de EEUU, un miembro destacado del evangelismo de derecha, Alfonso Aguilar (de la Alliance Defending Freedom), explicó que estaba trabajando con el gobierno de Trump para frustrar más avances en derechos sexuales y reproductivos en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. “El sistema ha sido cooptado completamente por grupos liberales, por organizaciones de la sociedad civil financiadas por George Soros”, dijo Aguilar.

Una semana después, el Departamento de Estado anunció que cortaba a la OEA una financiación de 210.000 dólares “por evidencias recientes de defensa del aborto”.

En el acto de cierre de campaña de CA, Domenech volvió a cargar contra la “ideología de género”, que, dijo, “promueve manuales de instrucción sexual que realmente ponen en peligro la salud moral de nuestros niños. Yo les digo a esos señores que con nuestros hijos, nuestros nietos no se metan”.

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Así, repetía el nombre de una plataforma creada en 2016 en Perú por el evangélico Christian Rosas para eliminar la educación sexual de las escuelas. ‘Con mis hijos no te metas’ está ahora en decenas de países de varios continentes. “Lo que buscamos es erradicar el género de todo el Estado. Pero hemos elegido la educación de manera voluntaria y consciente porque genera mayor atención”, dijo el año pasado Rosas en una entrevista con NOTICIAS.

En Paraguay el término “género” está prohibido en la educación primaria y secundaria desde octubre de 2017.

Nuestra agenda. El programa de CA no llega tan lejos. Reconoce las desigualdades de género y propone medidas para la equidad en algunas áreas. Pero junto con referencias a la brecha salarial se habla de “equidad de género para aquellos padres que se ven notoriamente perjudicados con relación al cuidado, al vínculo y a la crianza de sus hijos, luego de divorciados o separados”.

No habla de violencia de género, sino “doméstica” y si bien admite que esta afecta “de manera desproporcionada” a las mujeres, advierte que “se trabajará sobre los otros tipos de violencia, hacia los niños, hacia los ancianos y hacia los hombres, sobre todo cuando se les quita la oportunidad de tener contacto con sus hijos luego de la separación”.

Una semblanza del modelo de familia de CA queda reflejada en el punto que propone “un salario maternal para la mujer que al tener su tercer hijo prefiera renunciar a su trabajo y quedarse en el hogar para su mejor crianza”.

Un capítulo del programa se llama “Nuestra agenda de derechos” y pone especial énfasis en los discapacitados, los diabéticos y los celíacos.

por Diana Cariboni

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