La culpa bien entendida puede ser una señal de que rompimos un valor propio, que a veces ni es elegido sino impuesto. Así darnos la oportunidad de reparar. Pero muchas veces la vivimos como una condena que nos llena de juicios negativos sobre nuestra identidad: “no sirvo”, “soy un desastre”. Esas creencias limitantes nos condicionan y perpetúan el dolor.
Desde mi experiencia con personas que buscan liberarse de estas cargas —a través del coaching, la PNL, la Psicología Social, el Eneagrama entre otras— he comprobado que asumir un error es mucho más liberador que ocultarlo o negarlo. Al hacernos responsables, quitamos poder a la víctima y rompemos el círculo vicioso “culpa-manipulación”.
Porque cuanto más culpables nos sentimos, más fácil es que nos manipulen. En lugar de asumir y reparar, escondemos lo que hicimos para evitar sentirnos malas personas. Así nace una dinámica tóxica, como la del amo y el esclavo de la filosofía de Hegel: una relación de sometimiento mutuo.
Romper con esto requiere valentía y honestidad. Quien asume su error sin victimizarse, se libera. Eleva su conciencia, corta vínculos tóxicos, pone límites sin culpa y lidera con claridad y autoridad.
Después de casi 15 años coucheando personas con mi proyecto PositivaMente - Coaching, Liderazgo y Gestión- puedo afirmar que quien gestiona su culpa, vive con paz interior, toma decisiones asertivas y construye relaciones fuertes, sanas y auténticas. En un mundo donde la sumisión es moneda corriente, asumirnos nos convierte en seres verdaderamente libres.
¿Te resuena esta dinámica de la culpa? ¿Te animas a hacer un cambio PositivaMente para vivir en paz y plenitud?
¡Anímate!
PositivaMente
COACHING LIDERAZGO Y GESTIÓN, Desarrollo Personal
15 6028 3209
Paula Esther Positieri
Lic. en Administración, Coach Ontológico, Practitioner en PNL, Técnica Superior en Psicología Social, certificada en FFHH y CRM otorgado por el ANAC. Y otros.
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