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PERSONAJES | 06-06-2017 18:55

Martín Ron: “Pinto para derribar las paredes elitistas”

Es uno de los referentes del arte callejero en el mundo. La pintura como algo popular, y murales para Tevez y Noah Mamet.

Lleva la remera, el pantalón y las zapatillas manchados de pintura. Está acostumbrado a ir así por la vida. Martín Ron es un muralista argentino, nacido en Caseros. Uno de los diez mejores del mundo, según la revista “Art Democracy”. La misma que le propuso pintar su autorretrato en Floresta para la tapa del primer número del 2015. “Tendría 6 o 7 años y me volvía loco cuando venían los pintores a casa. Siempre quería ayudarlos. Lo mismo si sabía que pintaban en lo de algún conocido o vecino, era como el changarín del barrio”, rememora.

Ron ha dejado su marca en unas 300 paredes alrededor del mundo, entre los que se encuentran edificios, autopistas, puentes, estaciones, vagones de subte y espacios privados. Lo convocan desde el Gobierno de la Ciudad, municipios, instituciones, empresas y coleccionistas; y participa en festivales y eventos. Una de sus más recientes obras es el mural de Carlos Tevez en La Boca, un proyecto surgido de vecinos y la Fundación Casa Amarilla. Pero no es la primera vez que retrata al jugador, de hecho, Ron es el pincel detrás del famoso mural gigante de “Carlitos” en “Fuerte Apache”. Además de haber inmortalizado el Fuerte en su nueva casa de La Horqueta. Otros de los personajes populares que retrató son la Coca Sarli en Villa Urquiza, y Tita Merello y Angel Villoldo en el Subte H. De su imaginación surgieron también diseños surrealistas. La tortuga marina gigante en una pared de Barracas; el skate con seres extraños, en otra de Coghlan; la mano enorme que cruza los dedos y lleva dos pájaros, en un edificio de Tenerife o el tigre que muestra sus colmillos y de su boca surge una cabeza humana, en una esquina de Caseros. Estampó su firma en Inglaterra, España, Alemania, Estonia, Estados Unidos y Malasia, entre otros lugares.

Noticias: ¿Qué siente cuando pinta?

Martín Ron: Adrenalina y libertad. Vibro con la pintura, con pintar en la calle y con la exposición que genera. Además, está el vértigo de la altura. Soy libre, hago lo que quiero, sabiendo que mi obra influye en la gente que pasa.

Noticias: ¿Cómo reacciona la gente?

Ron: En general, increíblemente bien. La pintura tiene ese poder de transformar los lugares y las personas.

Noticias: ¿Qué le dicen?

Ron: Resaltan la belleza, la estética, lo bueno que alguien deje ese regalo en su barrio y de dedicarse a lo que a uno le gusta, lo positivo de hacer estas acciones. En muchos lugares la obra es como un mimo, una caricia. La gente más humilde, en la periferia, es mucho más receptiva y agradecida. Que el arte llegue hasta allí les da cierto protagonismo. También trabajo en lugares de alto tránsito. Me gusta irrumpir en esos espacios.

Desde los 7 a los 17 años hizo talleres de dibujo y pintura. A los 13 empezó a hacer murales en su cuarto y en las paredes de su casa. En el secundario pintaba las banderas de las bandas de rock del colegio y las de egresados, los vitraux y los fondos de escenografía de los actos. A los 17 hizo un dibujo de Jesús en un pizarrón y lo contrataron para pintar el jardín de infantes. “Me sentía Miguel Ángel en la Capilla Sixtina”, recuerda.

Por mandato familiar cursó dos años de ciencias económicas (su madre es contadora) y trabajó en un estudio, pero no era lo suyo. Después, dejó inconclusa gestión de arte y cultura y, finalmente, se recibió de diseñador industrial. “Mi primer mural público fue en un hogar de ancianos en San Martín, junto con otros artistas, en una movida solidaria. Después, seguí pintando y lo que empezó como un hobby terminó convirtiéndose en un trabajo y un estilo de vida”, cuenta.

Además, es director de Embellecimiento Urbano del Municipio de Tres de Febrero. Bajo su gestión se hicieron más de 250 obras, firmadas por distintos artistas. Y este año tienen pensado organizar un festival internacional.

A fines de marzo viajó a Sidney para participar en el “Festival Wall to Wall”.

Noticias: ¿Qué lugar del mundo lo marcó especialmente?

Ron: El sudeste asiático por lo exótico y diferente y por los contrastes. Pinté en Tailandia, en lugares de mucho poder adquisitivo, y en Malasia, en la periferia. También fue un show la semana de “Art Basel” en Miami. Estaba todo el planeta pintando en simultáneo y había como un delirio por pintar paredes. Pero no sé si esa movida está tan buena. Además de tener algo para contar y de pintar en la calle, hay que ver si eso le sirve al lugar. Yo prefiero los lugares nuevos, donde el arte no llega tanto, y hacer mi propio proyecto. Soy muy inquieto.

Noticias: ¿Cómo define su estilo actual?

Ron: Antes lo definía como surrealismo urbano. Ahora, no lo clasifico. Trato de ver qué pasa con la comunión de mi obra y la calle, qué sugiere, cómo se apropia la gente. Estoy en otras búsquedas, con imágenes más del pop, de lo popular.

Noticias: ¿De qué se nutre?

Ron: Las artes me nutren. Pero lo que más me inspira son los lugares nuevos, cuando veo que un lugar tiene algo diferente o una pared que me da ganas de pintarla. Lo más interesante de este arte es lo nómade. Tenés que salir a buscar las paredes.

Noticias: Hay artistas urbanos muy buenos. ¿Cuál es su marca personal?

Ron: Uso el fotorealismo o hiperrealismo para generar composiciones de gran escala y con mucho poder visual, que sean entendibles y amigables con la gente. No voy a lo fino, no le pinto al gremio, a otros artistas. Le pinto a la gente que no tiene otra posibilidad. Apelo al humor y a generar sensaciones positivas para abrir cabezas, derribar las paredes elitistas y hacer más popular a la pintura.

Noticias: ¿Cómo es el proceso de trabajo?

Ron: Recorro el lugar y analizo dónde conviene hacer la pintura. No es lo mismo una avenida de tránsito rápido, una esquina de un barrio tranquilo o el subte. Después, hago bocetos en papel y trabajo en la computadora con fotos mías o de otros, las combino, y hago una composición que termino de desarrollar en la pared. Uso pinceles, brochas, rodillos, aerosoles, pintura sintética, todos elementos comunes. Y trabajo con un equipo de una a tres personas, que amplío de acuerdo al proyecto. Es un laburo apasionante, pero pesado también. Hay que poner mucho el lomo, estar colgado de un andamio, bancarse el calor, el frío.

Noticias: ¿Cómo llegó a contratarlo el ex embajador de Estados Unidos, Noah Mamet?

Ron: El es fanático del tenis y quería cumplir un sueño antes de dejar su cargo: pintar en la cancha de la residencia del embajador a Del Potro y Andre Agassi jugando un partido. Y me contrató a mí para eso, estuvo muy bueno, muy divertido.

Noticias: ¿Cuál es el trabajo del que se siente más orgulloso?

Ron: Cuando se genera la conexión entre artista, lugar y comunidad. Por ejemplo, el mural de Carlitos Tevez en Fuerte Apache. Fue durante el mundial de Sudáfrica, cuando le pusieron el jugador del pueblo. Los vecinos y la delegación municipal me llamaron para homenajearlo. Iba a ser algo chiquito, pero cuando vi esa pared gigante, justo en el edificio donde él se había criado, con la canchita donde había jugado, decidí hacerlo allí. Le pedí a otros artistas que me dieran una mano y fue sublime lo que se generó entre la gente. Y ahora Tevez me convocó para hacer algo en su casa.

Noticias: ¿Sí? ¿Qué le pintó?

Ron: Antes de que le saliera la propuesta de China me llamó para que le pinte el Fuerte Apache en la casa que se está haciendo en La Horqueta. Lo hice de a poco, porque el lugar estaba en obra. Pero cuando empecé el mural él se tuvo que ir, así que no lo vio terminado todavía.

Noticias: La revista “Art Democracy” lo reconoció como uno de los diez mejores muralistas del mundo.

Ron: Sí, lo tomo bien, fue un gesto de la revista, pero yo no me subo a ese caballo. No forma parte de mi discurso. Si uno se la cree deja de ser artista. Debe ponerse en crisis permanentemente. Un artista es un buscador de algo que nunca va a encontrar.

Noticias: ¿Cómo está el arte urbano argentino?

Ron: Está de moda y eso implica que haya muchas propuestas. Algunas están bien curadas y otras, no. Hay artistas buenos, al menos quince personas que la mueven bastante bien, muy reconocidos en el exterior.

Noticias: ¿Cómo es su vida fuera de la pintura?

Ron: Más pintura, hago algo y estoy pensando qué voy a generar mañana. Me divierto con amigos y me gusta mucho sociabilizar, pero todo queda en el ambiente de la pintura. Estoy en pareja con Erica, que es diseñadora de indumentaria, y juntos armamos la productora. Después de concretar todo lo pendiente, me gustaría relajar un poco.

Noticias: ¿Viene muy acelerado?

Ron: Me cuesta bajar el ritmo. Tengo muchas ganas de retirarme al taller, de volver a nutrirme. Son ciclos. Experimento y lo llevo a la calle, pero también me gustan otras cosas. Por eso hice tres muestras de obras más pequeñas en galerías de Londres, Miami y San Isidro.

Noticias: ¿Y en su casa hizo alguna intervención?

Ron: Tengo el taller y algunos cuadros no terminados. A veces, con un amigo pintamos la pared del fondo. Es experimental. Pintamos y tapamos. El frente de casa no lo pinto para relajar un poco. Ya tengo bastante con pintar en la calle.

Cecilia Escola

por Cecilia Escola

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