La incorporación de María Abadi a la tercera temporada de “Envidiosa” resultó ser una sorpresa formidable, un ansiado reencuentro para el público que supo verla en propuestas como “El encargado”, “Casi feliz”, “Montecristo” y “Señores papis”. A su vez, se erigió como una presencia renovadora dentro de una serie con conflictos afianzados y establecidos a lo largo de sus diferentes capítulos, en la que los avatares cotidianos de la vida en pareja se transforman en una batalla tras otra.
Gracias a Lola, su personaje en la trama, una chef y conductora televisiva con pasado de modelo, y con una vida amorosa aparentemente libre, desprejuiciada y desenfadada, prepara una receta a base de picantes, picardía y condimentos, fórmula ideal para convertirse en la antagonista perfecta para la atribulada protagonista de la historia.
El departamento en el que Abadi recibe a NOTICIAS parece surgido de la imaginación de Julio Cortázar y se compone de elementos de la mejor serie negra. Una biblioteca en la que conviven Ibsen, Borges, Rodolfo Walsh y los hermanos Karamazov. Un piano ocupa el centro de la escena y un gato juguetón se roba todas las miradas. Marco ideal para iniciar la charla.
Noticias: Cumpliste 40 hace muy poco. ¿En qué etapa de la vida te encuentra el cambio de década?
María Abadi: ¡Es todo un número! (se ríe) Los 40 me agarran bastante bien, no claramente como cuando a los 20 te imaginás esa edad. Me siento contenta, estoy en un buen momento amoroso y laboral. Más allá de esas cosas que fantaseás cuando sos chico buscando llenar casilleros, creo que estar bien o no siempre depende del momento que transitás con vos mismo, qué te contás en tu cabeza, porque a veces todo es aparentemente armónico, pero uno está angustiado o al revés. Hice un trabajo interno grande, he tropezado y me he caído muchas veces, pero en este momento estoy en calma... ¡que no es poco! A principios de año tuve una fase más adrenalínica, venía de hacer todo el verano “Cyrano”, también grabando y ahora desaceleré. A los 40 decís: “Che, está bueno estar tranquila“.
Noticias: ¿Esa tranquilidad tiene que ver con la terapia?
Abadi: Hago terapia desde los 11 años, no imagino mi vida sin eso. Pero creo que con la edad, si uno trabaja en sí mismo reflexionando acerca de su interior y del mundo que lo rodea, hay otros valores que empiezan a ordenarse. A los 20 me preocupaba por cada cosa, a los 30 por otras y así. Ahora en retrospectiva no me parecen tan importantes. Creo que esta versión de hoy es mejor que aquellas, ayer hablábamos con mi hermana y una amiga de eso, obviamente no te querés arrugar, la vejez da miedo, no es que no me afecta, pero de todos modos elijo quién soy hoy, estoy más cerca que antes de quién me gusta ser.
Noticias: Lola, tu personaje de “Envidiosa”, es una mujer que tiene su profesión y una vida muy libre que en principio no debería molestar a nadie. Sin embargo Vicky, el personaje de Griselda Siciliani, la ve como una villana, una antagonista. ¿Cómo lo trabajaste ?
Abadi: “Envidiosa” es una serie que me gusta mucho, cuando vi la primera temporada me sorprendió lo bien contada que estaba la historia y lo empático que es el personaje de Vicky siendo a la vez insoportable. Es una heroína incorrecta incluso para el discurso feminista, hoy en día la mina está obsesionada por casarse y envidia a todas, esa característica la vuelve muy atractiva, aparte de que Griselda la interpreta tan bien. Es una actriz fabulosa, siempre lo fue, pero encontró en Vicky algo muy inspirado, la serie es ella. Y para mí era importante entender que todos los demás personajes estamos en función del mundo de Vicky, mucho más en esta temporada. Traté de interpretar a Lola justo a medida de la cabeza de Vicky, tenía que estar bien relatado lo que Vicky imagina. Lo interesante es que yo necesitaba entrar en sus pensamientos para crearlo y fue un lindo desafío descubrir cuál es ese tipo de mujeres a las que ella envidia e intentar componer el personaje de acuerdo a esa fantasía que le genera tanta irritación.
Noticias: ¿Te convocaron directamente o hiciste casting?
Abadi: Hice un casting al que me dijeron que se presentó mucha gente y cuando salí dije: “Me fue bien pero no creo que quede”. ¡Por suerte me equivoqué! Para una actriz ser parte de una serie que se ve tanto como “Envidiosa” siempre está bueno y la verdad que más allá de que subí con el barco en movimiento Griselda y Esteban Lamothe me recibieron súper, el director Daniel Barone también, me hicieron sentir muy cómoda porque llegar a un grupo que ya está consolidado puede tener su complejidad.
Noticias: En la serie hacés de chef y en la vida estás en pareja con un cocinero. ¿Te dió buenos tips?
Abadi: Mmmm (piensa y sonríe). La verdad que no tantos, le he preguntado algunas cosas, pero a la vez como tampoco hay demasiado desarrollo del personaje dentro de la cocina, más allá de que hace un programa gourmet en televisión, no me interesaba tanto aprender a cocinar. ¿Sabés qué hice? Vi muchos videos de programas conducidos por ex-modelos o mujeres famosas que cocinan, más que la técnica para saber usar un cuchillo me di cuenta de que la cosa pasaba por entender la energía con la que se manejan frente a la cámara. Programas de modelos que cocinan, de viajes y todo ese tipo de referencias, ¡no me perdí ni uno! También me gustaba el perfil de una conductora que no voy a nombrar y la miraba para decodificarla (sonríe).
Noticias: Trabajaste mucho haciendo ficción en televisión abierta y ahora también te ubicaste muy bien con las plataformas. ¿Hay diferencias entre esos formatos o el laburo es parecido?
Abadi: Sí, un montón. La gran diferencia es la cantidad de trabajo, ahora hay muchísimo menos. Cuando yo arranqué a laburar había siete novelas por año, estaban las del mediodía, las de la tarde, las juveniles, las de la noche y los unitarios. Aún así había gente que no tenía trabajo porque siempre nos pasa eso a los actores, somos muchos para la cantidad de puestos disponibles, pero lo que pasa ahora es muy difícil. Yo creo que hoy una persona que quiere dedicarse a la actuación la tiene mucho más complicada que cuando yo arranqué, decrecieron un montón las oportunidades. También está empezando a pasar que circulamos siempre los mismos, algunos más y otros menos, pero ves series y hay un grupo de 30 actores que van girando. Obviamente no es culpa de ellos sino de que hay poca oferta y se apuesta por actores que saben que funcionan. Es una lástima, porque hay muchas personas que buscan su espacio también para formarse. La industria es industria si hay lugar para desarrollarse.
Noticias: ¿Te gusta verte?
Abadi: Más o menos. No lo disfruto, de pronto puede haber alguna escena que me gusta, pero en general soy bastante crítica. Rehuyo verme aunque lo necesito, eso sí, nunca chequeo las escenas durante el rodaje porque lo más probable es que mire lo que no debería, por ejemplo, cómo me queda la ropa o detalles sobre los que no quiero preocuparme en ese momento, si confío en el director, yo suelto. Después necesito verme para chequear mínimamente mi trabajo, saber qué está recibiendo el público, es la única manera de corregir cosas.
Noticias: Vos sos astróloga además de actriz, ¿cómo surgió ese oficio?
Abadi: Fue medio casual, siempre me interesó la astrología, pero nunca pensé que iba a terminar convirtiéndose en una profesión. Empecé un curso, me copé y me decidí a arrancar la formación y la carrera, no era tanta carga horaria y me parecía divertido. Después justo coincidió la pandemia con el momento en el que me recibí, entonces empecé a hacer cartas natales que intercambiábamos con otras personas, vi que me manejaba bien, era interesante, me daba independencia con respecto a la actriz que estaba en pausa. La astrología me dio otro lugar de expresión que no fuera necesariamente la interpretación; encontré otra profesión. Estuve un año y medio haciendo una columna en “Vuelta y Media”, el programa de Sebastián Wainraich y Julieta Pink, me empezó a llamar mucha gente y empecé a laburar un montón.
Noticias: En su momento en una entrevista te preguntaron con qué soñabas y contestaste: “Con poder trabajar siempre de esto, con poder elegir, con hijos, familia, una casa con jardín y parrilla”. ¿Cómo estamos con respecto a esa visión de futuro?
Abadi: (Se ríe) ¡En principio me están faltando los hijos y la casa con jardín y parrilla! Lo de trabajar siempre de esto por ahora viene saliendo, creo que en ese momento para mí era un tema muy importante y ahora no creo que mi felicidad esté atada exclusivamente a actuar, quizás la vida puede llevarme por otros lugares. A los veintipico me parecía una pesadilla fantasear con la idea de no poder actuar más, todo carecía de sentido sin esa vocación. Hoy no siento eso para nada, pero no porque no me guste actuar, sino porque con el tiempo te das cuenta de que la felicidad pasa por otros lados. Esta profesión a medida que vas creciendo es como un embudo, con la edad hay cada vez menos roles y no quisiera hacer papeles que no me gustaran. Eso sí, ¡sigo recontra queriendo la casa con jardín y parrilla! Ahora estoy con una pareja con la que quizás nos animemos juntos a cumplir ese deseo.
















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