Es la esperanza del gobierno de Alberto Fernández. Martín Guzmán, el discípulo del premio Nobel Joseph Stiglitz, se convirtió a sus 37 años en el as bajo la manga del peronismo en la búsqueda por ordenar las finanzas del país, desde el Ministerio de Economía.
Pero Guzmán en algún momento fue la esperanza del radicalismo. Fue hace mucho tiempo atrás, cuando cursaba sus primeros años de la licenciatura en Economía de la Universidad Nacional de La Plata. Así lo atestigua la Lista 133 para renovar autoridades del Centro de Estudiantes del 2001. A sus 19 años, el actual ministro de Economía iba como vocal de Franja Morada, la agrupación de estudiantes universitarios con un vínculo histórico con la UCR.
Cuatro años después, Guzmán se recibiría en esa casa de estudios, pero seguiría vinculado para realizar la maestría, que terminó en 2007 con una tesis titulada “Prociclicidad de las políticas fiscales en contextos volátiles”.
Luego continuaría sus estudios en el exterior y se alejaría momentáneamente de la política local. En 2013 se doctoró en la Universidad Brown, de Estados Unidos y realizó un posdoctorado en la Universidad de Columbia, bajo la dirección de Stiglitz.
Su vínculo con el premio Nobel en Economía le permitió llegar al Papa Francisco, a quien le dejó una agradable impresión. En 2019, cuando muchos preveían que Matías Kulfas, del riñón de Alberto Fernández, sería el encargado de manejar el ministerio más caliente del Gabinete, el Presidente sorprendió repatriando a Guzmán, una figura desconocida, que antes de coronar su carrera en el exterior, tuvo un pasado en Franja Morada.
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