Hoy Adolfo Rubinstein presentó su renuncia indeclinable como secretario de Salud. Lo hizo luego del desplante que sufrió por parte del Presidente, que ordenó emitir un decreto que derogaba el protocolo de actuación para casos de interrupción legal del embarazo que se había publicado el miércoles. En el medio del escándalo, Alberto Fernández definió quien será el encargado del área de Salud, a la que volverá a otorgarle la categoría de ministerio: será su amigo Ginés González García, que ya pasó por esa cartera.
Luego del 11 de agosto, cuando la victoria definitiva de Alberto Fernández ya estaba al caer, el candidato del Frente de Todos hizo una promesa ante los suyos: no repetir nombres en el futuro Gabinete que ya habían estado en el gobierno K. “Alberto entendía que había que hacer una renovación, pero en dos lugares se nos complicó”, admiten desde el albertismo. Los dos que ocuparán carteras por las que ya pasaron son Agustín Rossi, en el área de Defensa, y González García, que así cumplirá con su deseo de volver a Salud. “Si, me encantaría volver a ser ministro, sería un honor”, le dijo hoy González García a la radio El Destape.
El médico, que estuvo al frente de Salud durante los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, tenía ganas y se sentía preparado para el puesto. Sus íntimos amigos, varios que comparte con el futuro Presidente, también lo apoyaban y veían de reojo la danza de nombres sobre esa área que se dio en las últimas semanas. Uno de los apuntados, en especial, era el tucumano Pablo Yedlin, íntimo de Juan Manzur, el gobernador de aquella provincia, que había pasado por esa cartera. En el albertismo sentían más propio a González García. Uno de los temas centrales de su mandato será el mismo que llevó a renunciar a Rubinstein: el aborto, tema en el que González García tiene posición tomada,a favor de la ley del aborto legal, seguro y gratuito.
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