La política es una rueda que gira constantemente. Por eso, quienes un día fueron oposición, al otro pueden ser oficialismo. Y sus críticas se pueden volver puñales contra sí mismos. Alberto Fernández, por ejemplo, tuvo que aguantar estoico que le trajeran a colación las críticas furibundas que hizo contra la ex presidenta Cristina Kirchner, hoy su compañera de fórmula. Lo mismo sucede con Sergio Massa o Vilma Ibarra, entre otros.
Pero este jueves, la contradicción que más se agitó en las redes sociales es la del siempre fiel Agustín Rossi, el ministro de Defensa, ex presidente del bloque K, había hecho una rotunda afirmación el 24 de octubre de 2018, cuando Mauricio Macri era el primer mandatario y se debatía la ley de presupuesto: “Siempre que el Congreso está vallado es porque se viene una ley contra la gente”, sentenció.
Lo que no imaginaba el flamante ministro de Defensa era que un año después, el peronismo volvería al Gobierno y que, en su primera semana, un debatido megaproyecto obligaría a cerrar con vallas, una vez más, el Congreso.
El dirigente de izquierda Néstor Pitrola fue uno de los tantos que le hizo notar la contradicción a Rossi. Desde el oficialismo nadie contestó: su preocupación estaba en otro lado. Necesitaban negociar con la oposición para aprobar una ley vital para su gobierno.
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