El escándalo que envuelve al senador Edgardo Kueider ha reavivado el debate político en el Senado argentino y, al mismo tiempo, refleja un claro intento del kirchnerismo por retomar el control perdido tras los realineamientos políticos de los últimos meses. Oscar Parrilli, figura destacada de Unión por la Patria (UxP) y cercano al núcleo duro de la ex vicepresidenta Cristina Kirchner, no escatimó en calificativos para condenar la situación y justificar la iniciativa para la expulsión de Kueider.
"Lo primero que esto me genera es una gran bronca e indignación porque estos hechos reflejan una conducta reñida con la política", expresó Parrilli en referencia al hallazgo de una suma considerable de dinero no declarado en poder de Kueider. Más allá del plano ético, la jugada del oficialismo apunta a aprovechar políticamente un episodio que debilita a un senador que se apartó del bloque kirchnerista en febrero de 2023 y que, tras el triunfo de Javier Milei, se alineó con sus filas.
Detrás de la expulsión
El kirchnerismo fundamenta su pedido en el artículo 66 de la Constitución Nacional, que habilita al Congreso a excluir a un legislador por “inhabilidad moral”. Según Parrilli, esto no solo responde a una cuestión ética, sino también política: "La expulsión de Kueider nos devolvería lo que es nuestro porque él fue votado por el peronismo entrerriano para formar parte del bloque de Unión por la Patria". Este argumento plantea una controversia sobre la pertenencia del mandato legislativo: ¿es del partido o del representante electo?
El desafío para el bloque oficialista radica en conseguir los 37 votos necesarios para avanzar con la iniciativa, un número que se torna esquivo en el actual mapa de alianzas. Desde que Kueider se alineó al espacio de Milei, ha respaldado leyes clave para el libertarismo, evidenciando su utilidad para la agenda oficialista del nuevo gobierno.
Las acusaciones
Las dudas sobre el origen del dinero hallado en poder de Kueider son el núcleo del reclamo. "Obviamente Edgardo Kueider va a tener que explicar de dónde sale el dinero que tenía", señaló Parrilli en diálogo con El Disparador (Delta 90.3) quien también cuestionó las circunstancias: "¿Por qué lo llevaba a Paraguay de esta manera, escondido a las 12 de la noche? Si era legítimo, ¿por qué lo estaba ocultando?"
Este punto es central para instalar la idea de "inhabilidad moral". Sin embargo, el avance de esta acusación podría complicarse en un contexto político donde las alianzas son frágiles y donde las acusaciones éticas suelen convertirse en herramientas de negociación política más que en genuinos intentos de saneamiento institucional.Más allá del caso específico, el kirchnerismo parece buscar una doble ganancia: por un lado, recuperar simbólicamente un escaño que considera propio; por otro, enviar un mensaje político sobre las lealtades y los costos de abandonar el espacio oficialista.
por R.N.
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