Pasaron casi dos años para que Ricardo Echegaray vuelva al organismo que supo dirigir. El ex titular de AFIP había sido sancionado por la gestión macrista en junio de 2018, por otorgarle una protección impositiva a Austral, la empresa constructora de Lázaro Báez.
Pero con la vuelta del peronismo al poder, Echegaray también regresa a la escena política. Y eso que la actual titular de AFIP, Mercedes Marcó del Pont, le había manifestado que no quería que eso sucediera.
Más allá de las objeciones, Echegaray regresó este miércoles 5. Y no lo hizo por la puerta chica: entró a la Aduana, donde lo esperaban una decena de funcionarios para aplaudirlo, arengarlo y demostrarle que aún tiene banca en el organismo. Eso sí, tuvo que pasar dos veces la llave electrónica porque con el primer intentó falló, luego sí, estuvo junto a su gente.
Noticias había revelado una reunión secreta llevada a cabo el 2 de enero, el primer día hábil de este 2020, entre Marcó del Pont y Echegaray para intentar acercar posiciones. El ex administrador había presentado una nota, en diciembre, para que le restituyeran sus derechos, por lo que él consideraba era una persecución política. No era el único reclamo: pedía, además, que le entregaran la medalla por los 25 años de carrera dentro de la AFIP, reconocimiento que le había sido negado durante el gobierno de Macri.
Para Marcó del Pont su vuelta configura un problema: ahora hay alguien adentro que puede mancillar su poder, por eso se negaba a reincorporarlo. Mientras tanto, Echegaray consiguió el primero de los dos pedidos, el más importante. Porque volvió al organismo y recibió el aliento de muchos empleados.
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