Thursday 25 de April, 2024

TEATRO | 23-01-2020 19:17

Grandes y conmovedoras actuaciones

“Después de nosotros” de J. Chávez y C. Mansilla. Con Julio Chávez y elenco. Dir.: D. Barone. La Plaza, Av. Corrientes 1660.

****  “En el dolor está la escuela de la vida. Con él nos hacemos sabios”, advirtió Esquilo. La frase viene a la memoria al observar al protagonista de la obra. Alguien que, como muchos de nosotros, nació en el siglo XX, el más atroz en la historia del hombre civilizado, y transita con total perplejidad el actual. Porque cohabitan extraordinarios avances tecnológicos con abismales diferencias socioeconómicas. A lo que se suma una crisis climática que revela las irreversibles consecuencias de no poner freno a la codicia suicida de los poderosos de siempre.

El irascible documentalista Juan Oribe (Julio Chávez) y su ex esposa Andrea (Alejandra Flechner) son progenitores de Federico (Matías Recalt) un joven de 21 años con retraso madurativo, que está al cuidado de Mercedes (María Rosa Fugazzot). Justo el día que una cañería se rompe y el plomero Ademar (Mariano Muso) trata de arreglarla, también quedan expuestas otras roturas en los vínculos que los unen.

Es que Juan se plantea el absurdo de la existencia humana. Como un ángel exterminador o auténtico Calígula, feroz y nada literario, desearía que la humanidad tuviese una sola cabeza para cortársela. Para terminar con su propio suplicio interior, esa insoportable sensación de duda que hostiga sus días y sus noches. ¿Quién cuidará del muchacho cuando su padre y su madre nunca más estén junto a él? En tanto autores, Chávez y Camila Mansilla no proporcionan respuestas sino que, como todo creador, suscitan un caudal inagotable de preguntas. Esas que hacen a nuestra condición y naturaleza contradictoria. No obstante, dan cabida a la redención y a la inocencia en una pieza que conmueve y alecciona en dosis parejas.

Cocteau decía que un buen actor siempre camina por la cuerda floja. Chávez responde fielmente a este concepto: su experiencia, su instinto de artista, lo mantienen en un precario equilibrio emocional, un suspenso que fascina al espectador y merece todos los elogios. A su lado, también ofrecen grandes actuaciones Flechner y Recalt; éste último, una verdadera revelación. Asimismo, contribuyen el notable oficio de Fugazzot y la mesura de Muso. Todos guiados de manera eficaz por Daniel Barone.

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Jorge Luis Montiel

Jorge Luis Montiel

Periodista crítico de artes y espectáculos.

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