El expresidente estadounidense y candidato presidencial republicano para 2024, Donald Trump, llega para hablar en un mitin de campaña en el Rocky Mount Event Center en Rocky Mount, Carolina del Norte. (Chandan Khanna / AFP)

Donald Trump logró lo impensado

El ex presidente volverá a la Casa Blanca tras un arrasar en las urnas, y promete un nuevo rumbo para Estados Unidos.

A la 1:20 am llegó la noticia. En una pantalla gigante, Fox News anunció que Donald Trump había ganado el decisivo estado de Pensilvania. La sala estalló en gritos. "¡Se acabó!" gritó un hombre abrazando a un desconocido. "¡Al diablo con Joe Biden!" exclamó un joven con una gorra MAGA (Make America Great Again). El salón se colmó de cantitos de “¡USA! ¡USA!”. Para los "nuevos" republicanos, una afirmación positiva; para el resto del mundo, una señal amenazante.

Así fue la escena en la fiesta de Trump en West Palm Beach, Florida, durante la madrugada del miércoles. Lo impensable había ocurrido. A pesar de ser un expresidente dos veces sometido a juicio político y con antecedentes criminales, Trump va de regreso a la Casa Blanca. "Creo que hemos sido testigos del mayor regreso político en la historia de Estados Unidos", dijo el senador JD Vance, quien ahora será vicepresidente.

La fiesta se realizó en un centro de convenciones sin mucha ostentación. En un salón gris y negro, colgaba un enorme cartel que decía “¡Trump lo arreglará!”. Entre los asistentes había una variedad de estilos: desde mujeres rubias con joyas y vestidos rojos, hasta jóvenes afroamericanos con gorras MAGA. A medida que avanzaban los resultados en la pantalla, los asistentes alternaban entre abucheos y vítores. Cuando Trump aseguraba un estado, la confianza en la sala crecía.

Las luces rojas, blancas y azules iluminaban el escenario, con una cortina azul de fondo y unas cincuenta banderas estadounidenses enmarcando el podio. A las 12:46 am, las pantallas anunciaron que Kamala Harris no hablaría. Inmediatamente sonó "YMCA" de los Village People, y la multitud vitoreó mientras veían a Trump en distintas concentraciones levantando los puños, para algunos un objeto de burla, para otros una muestra de afecto.

Cuando se anunció la victoria en Pensilvania, el auditorio desbordó. A las 1:48 am, Fox proyectó a Trump como el 47º presidente. "¡Vamos!", gritó la platea.A las 2:24 am, la paciencia fue recompensada: Trump, con su traje oscuro y corbata roja, subió al escenario. Los asistentes levantaron sus teléfonos para capturar el momento y corearon "¡Te queremos, Trump!".

Melania Trump y su hijo menor, Barron, acompañaron a Trump en el escenario. Trump agradeció a Melania y la abrazó. Ella sonreía. El discurso fue relativamente moderado para alguien que, bajo la sombra de condenas, acababa de lograr la presidencia, una carta de salida de la cárcel. "Es hora de dejar atrás las divisiones de los últimos cuatro años", dijo Trump, quien aseguró sin ironía: "Esta también fue una gran victoria para la democracia y la libertad".

Sin embargo, sus palabras dejaron entrever amenazas para su segundo mandato. Alabó a Elon Musk, dueño de X y nuevo aliado, y al conspiracionista antivacunas Robert Kennedy Jr., prometiendo "hacer a Estados Unidos saludable de nuevo". Mientras los críticos de Trump insistían en los canales de televisión (ahora opositores) en que este será recordado como el momento en que Estados Unidos eligió a su primer presidente fascista, las huestes MAGA que ven a Trump como una víctima de los sabotajes demócratas por años, ahora quieren su momento de la revancha.

 

En esta Nota