El presidente serbio Aleksandar Vucic con Vladimir Putin (CEDOC)

Kosovo: la guerra de los Balcanes que podría renacer

Con Europa del Este revolucionada tras la invasión de Rusia a Ucrania, la OTAN monitorea la escalada de tensiones con Serbia.

Las tensiones estallaron entre Kosovo y Serbia durante el fin de semana, lo que generó preocupaciones en la OTAN sobre la posibilidad de nuevos disturbios en los Balcanes, en un momento en que los aliados occidentales están concentrados en la guerra en Ucrania.

La fuerza internacional de mantenimiento de la paz de la OTAN en Kosovo, conocida como KFOR, marcó en un comunicado que estaba monitoreando de cerca la situación, y que está “preparada para intervenir si se pone en peligro la estabilidad”.

Los serbios de los municipios del norte de Kosovo, que limitan con Serbia y comparten sus costumbres y nacionalidad, cortaron rutas y se enfrentaron con la policía en vísperas de la implementación de una ley que les exige reemplazar sus chapas de matrícula por placas de Kosovo.

La invasión de Rusia a Ucrania ha despertado la cosmovisión nacionalista y revisionista serbia, en particular en el presidente Aleksandar Vucic, que cuenta en ese discurso con el apoyo del primer ministro húngaro Viktor Orban.

Nadie resultó herido en las protestas del domingo”, destacó la policía de Kosovo, incluso cuando se escucharon disparos en varios lugares, algunos de ellos dirigidos a unidades policiales. Los manifestantes estacionaron camiones y otra maquinaria pesada en caminos que conducen a dos cruces fronterizos.

La regla debía entrar en vigor este lunes, y requiere que los titulares de documentos de identidad y pasaportes serbios, obtengan un documento adicional para ingresar a Kosovo, como ya es el caso de los kosovares que ingresan a Serbia.

Josep Borrell, el máximo diplomático de la Unión Europea, acogió con satisfacción la decisión de Kosovo de retrasar las medidas hasta el 1 de septiembre y pidió que se eliminen todos los controles de carretera de inmediato.

Y en un comunicado publicado en Twitter, el enviado especial de la Unión Europea, Miroslav Lajcak, expresó su agradecimiento al embajador de Estados Unidos en Kosovo, Jeffrey M. Hovenier, “por su fuerte apoyo”. Un freno para la avanzada Rusia a través de Serbia.

Es que el país es un aliado tradicional de Rusia y Vladimir Putin, que ha rechazado la invitación de la UE. y Estados Unidos a sumarse a las sanciones contra Moscú. Y Rusia, junto con China, todavía no reconocen la independencia de Kosovo, la que llegó tras la Guerra de los Balcanes.

En 1999, la OTAN lanzó una campaña de bombardeos contra objetivos en lo que entonces era la combinación de Serbia y Montenegro, en un intento por detener el ataque de Serbia contra los albanokosovares étnicos que luchan por la autonomía.

Un resultado que hoy Putin objeta: su portavoz Maria Zakharova, acusó a Kosovo de usar las nuevas leyes de licencias y documentos de identidad como un paso para expulsar a la población serbia de Kosovo.

“Hacemos un llamado a Pristina (la capital de Kosovo), a Estados Unidos y a la Unión Europea, para que detengan la provocación y respeten los derechos de los serbios en Kosovo”, apuntó. Y describió los requisitos como “discriminatorios”. Mismo argumento que motivó la invasión rusa a Ucrania.

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