Un desembarco posible

No es necesario registrar un producto en Argentina para poder llevarlo a Estados Unidos. Para establecer una marca o su producción, lo primero que hay que ver es dónde se quiere protegerla. No olvidemos que ésta es una economía tan grande y fuerte que tenemos que elegir bien en qué estado es mejor establecerla. Para ello, primero se debe estudiar qué mercado es más conveniente para el producto o servicio. Sin embargo, hay que pensar primero cuál es el mejor lugar para empezar a vender un producto y dónde es mejor protegerlo. Porque de ahí viene la meseta, que es al fin y al cabo lo que buscamos con estas raíces.

Con mi consultoría tengo como clientes varias empresas argentinas, que operan en mi país, por lo que tengo buena aceptación en este ejercicio. El proceso de registro lleva un poco de tiempo porque primero incluimos un despacho de abogado que se encargará de gestionar la solicitud correspondiente, tal y como indica la normativa, y luego tendrás que responder a una pregunta que te envíen representantes del gobierno antes de ofrecer una respuesta definitiva. .

En el caso de las patentes, según el producto, el rojo o la industria, los abogados antes de realizar la presentación analizarán el número de invenciones similares que han sido registradas en el país. Así, previamente, el interesado recibirá asesoramiento de profesionales sobre sí mismo, si vale la pena dar marcha atrás o no en el proceso. Ahora bien, si lo que se presenta es tan único y diferente que vale la pena comercializarlo, seguirán la presentación con entusiasmo".

Sin embargo, reconocer marcas es un procedimiento más sencillo en Estados Unidos porque simplemente las estás protegiendo. Estoy radicado en Nueva York, donde tengo varios talleres y estoy en Buenos Aires brindando un té en el Centro Naval. Fue así como me encontré con varias sorpresas: vi en comercios locales nombres y logotipos que son réplicas de marcas muy arraigadas en mi país. Lógicamente, se utilizaron sin pagar regalías. Se aprovecha porque las marcas más poderosas no pueden exigir este tipo de imitadores porque suponen una distracción de recursos cuya resolución podría tardar años.

Volviendo al caso del proceso de registro de patentes, y con el objetivo de mantener todo bajo regulación, en Estados Unidos todo el circuito podría tardar unos meses y es completamente administrativo. Previamente, en el despacho de los abogados se analiza la presentación, se confirma que no existen superposiciones con otras patentes y por lo tanto el área gubernamental correspondiente sólo envía la consulta antes mencionada. El único costo para el solicitante es la gestión de abogados, lo cual es necesario, porque la inscripción no es un cargo. El solicitante, una vez otorgado el registro, puede comenzar a producir allí, abrir una sucursal o exportar a Estados Unidos.

Las patentes tienen una duración inicial de 20 años, lo que significa que el producto registrado está protegido y respaldado durante ese tiempo. Para el mercado americano esto es muy fuerte y, gracias a los expertos, los interesados ​​nunca tienen idea del valor real del producto patentado. Es algo poco conocido. Muchas veces se piensa que representa más que la realidad y las variaciones en el consumo de los consumidores.

Por eso es importante confiar en el análisis de expertos, quienes incluso puedan evaluar la vida útil de esta patente (en términos de comercialización). Lo que siempre queda por considerar es la importancia de tres cosas para el éxito de este tipo de emprendimiento: la empresa y el equipo que la compone, el producto y el mercado. Estas tres cosas son muy importantes para alcanzar el éxito, y la más importante de todas es, sin duda, el mercado.

Visto que los argentinos parecen poco preocupados por cumplir las normas, entrar en un mercado tan regulado como los americanos tiene sus secretos. Mi recomendación es que se ha implementado bien desde el principio. Es otro mundo y está muy controlado. Si inviertes dinero, además de tiempo, debes empezar con todo en orden. Quizás al principio ganes menos dinero por todos estos requisitos, pero luego podrás ganar mucho más. En el caso de que las cosas no estén declaradas correctamente, seguramente gastarás mucho más dinero después, y puedes acabar siendo un negocio. Por eso, te aconsejo, como consultor, que empieces bien desde el principio y tengas buenos consejos.

* Jim Franco es el propietario de Franco Ventures, una empresa de consultoría empresarial con sede en Nueva York.